La viuda de Kobe Bryant demanda al ¡®sheriff¡¯ de Los ?ngeles por difundir fotos del accidente de su marido

Han pasado ocho meses del accidente de helic¨®ptero que acab¨® con la vida de la superestrella del baloncesto Kobe Bryant, de 41 a?os, as¨ª como con la de su hija Gianna, de 13, y la de las otras siete personas que iban a bordo. Cuando el suceso tuvo lugar en Calabasas, Los ?ngeles (California), se hicieron p¨²blicas multitud de im¨¢genes y v¨ªdeos que dejaban ver el amasijo de hierros en que hab¨ªa acabado convertido el aparato.

Ahora Vanessa Bryant, la viuda del fallecido deportista, ha tomado la decisi¨®n de interponer una demanda contra el departamento del sheriff del condado de Los ?ngeles porque algunos de sus agentes compartieron fotograf¨ªas ¡°no autorizadas¡±, argumenta, del helic¨®ptero y de la escena del suceso. Por ello pide da?os por negligencia, porque se le caus¨® ¡°dolor emocional de forma intencional¡± y por la invasi¨®n de su derecho a la intimidad.

Seg¨²n ha contado en exclusiva el diario Los Angeles Times, Vanessa Bryant alega que aquel domingo 26 de enero, poco despu¨¦s del accidente, el sheriff Alex Villanueva le dijo personalmente que sus agentes estaban asegurando la zona donde se hab¨ªa estrellado el vuelo para as¨ª proteger su privacidad. Pero la demanda de la viuda del jugador llega despu¨¦s de que una investigaci¨®n de ese mismo diario haya descubierto que aquellos agentes tomaron fotograf¨ªas del lugar del suceso y las compartieron.

¡°La se?ora Bryant¡±, puede leerse en la demanda, filtrada por el peri¨®dico, ¡°se siente enferma solo de pensar en todos esos extra?os boquiabiertos ante las im¨¢genes de su hija y su marido fallecidos, y vive con el miedo de que ella o sus hijas den un d¨ªa, en Internet, con esas horribles im¨¢genes de sus seres queridos¡±.

Seg¨²n la demanda ¡°no menos de ocho agentes del sheriff sacaron sus tel¨¦fonos m¨®viles en el lugar del suceso y tomaron fotograf¨ªas de los ni?os muertos, de sus padres y de los entrenadores¡±. Adem¨¢s, se alega que ¡°los agentes sacaron esas fotos para su propia gratificaci¨®n personal¡±. El propio sheriff lo ha admitido y afirma que pidi¨® a sus hombres que se destruyeran esas im¨¢genes, pero sabe que al menos una sali¨® del departamento, porque uno de los hombres la mostr¨® a una mujer en un bar. Entonces una camarera lo oy¨® y decidi¨® dar aviso a la polic¨ªa.

Lo que busca Bryant, seg¨²n su abogado, Luis Li, va m¨¢s all¨¢ de una compensaci¨®n econ¨®mica: tiene que ver con ¡°rendir cuentas¡±. ¡°Y con prevenir que ese vergonzoso comportamiento pueda ocurrirle a otras familias que sufran p¨¦rdidas en el futuro¡±. Adem¨¢s, otra de las cuestiones que ha dolido a la viuda y madre de otras tres hijas del baloncestista es saber que ¡°el departamento [del sheriff] no abri¨® una investigaci¨®n formal hasta que se public¨® el reportaje del peri¨®dico¡±, seg¨²n Li. Sin embargo, el sheriff Villanueva asegura que tom¨® ¡°las acciones que eran correctas en circunstancias excepcionales, y de hecho afirma que ¨¦l mismo ha propuesto crear una ley que convierta en delito la toma de im¨¢genes en escenas del crimen.

Seg¨²n sigue desvelando el L. A. Times, cuando el sheriff supo de la investigaci¨®n del diario orden¨® a sus agentes destruir las fotos r¨¢pidamente. De hecho, asegur¨® que el asunto se hab¨ªa llevado correctamente en su momento y que no hab¨ªa una investigaci¨®n abierta porque no hab¨ªa indicios de delito.

Pero otro abogado de Vanessa Bryant llamado Gary C. Robb dio a conocer que ella en persona hab¨ªa acudido a la oficina de Villanueva despu¨¦s del accidente para pedirle que designaran esa peligrosa zona como prohibida para el vuelo, pero tambi¨¦n para que guardara esas im¨¢genes. Seg¨²n este abogado, el sheriff entonces asegur¨® que tomar¨ªan ¡°todas las medidas para proteger la privacidad de la familia¡±, pero ellos pidieron una investigaci¨®n interna con los niveles m¨¢s rigurosos de disciplina para los responsables. Para el abogado de la familia Bryant, el comportamiento de Villanueva ha sido ¡°inexcusable y deplorable.¡± ¡°Esta es una violaci¨®n de la decencia humana, del respeto y del derecho a la privacidad de las v¨ªctimas y sus familias¡±, ha argumentado Robb.