Los sue?os incumplidos de Pierre Cardin: un viaje a la Luna y un hijo con Jeanne Moreau

La era dorada de la moda en el siglo XX y su epicentro, Par¨ªs, todav¨ªa tiene quien la recuerde en primera persona. A sus 98 a?os, uno de los protagonistas de esa ¨¦poca sigue ah¨ª, l¨²cido, con ganas de contar su vida extraordinaria. Pierre Cardin, el hombre que visti¨® a algunas de las mujeres m¨¢s bellas de varias generaciones y que revolucion¨® tanto la alta costura como el pr¨ºt-¨¤-porter, vuelve a estar en boca de todos. Los responsables: un documental, House of Cardin, que se estrena el mi¨¦rcoles en varios cines de Francia; un desfile celebrado el lunes en el Theatre du Chatelet de Par¨ªs para homenajear su legado; y su propia palabra, en una entrevista concedida a varios medios en su oficina, en lo alto del edificio que alberga sus talleres en el coraz¨®n de Par¨ªs, a solo unos pasos del El¨ªseo, el palacio presidencial. Porque s¨ª, Pierre Cardin sigue estando hasta hoy cerca del imperio que cre¨® hace m¨¢s de seis d¨¦cadas y que le ¡°da de comer¡±, bromea. Al fin y al cabo, cuando hace unos a?os le consultaron por el secreto de la juventud eterna que transmit¨ªa, respond¨ªa ya sin dudar un instante: ¡°Trabajar. Trabajo, trabajo, trabajo¡±.

¡°?Qu¨¦ quieren saber de m¨ª que no sepan ya?¡±, les pregunt¨® Cardin a los periodistas al recibirlos, seg¨²n cuenta Le Figaro, uno de los medios que tuvieron acceso al m¨ªtico dise?ador nacido hace 98 a?os y casi tres meses como Pietro Costante Cardin en Sant¡¯Andrea di Barbarana, Italia. Pues parece que todav¨ªa hay preguntas. E inter¨¦s. Y admiraci¨®n, como la que demuestran en el documental de P. David Ebersole y Todd Hughes que indaga en ¡°el hombre tras el mito¡± muchos de los famosos de lo m¨¢s diverso que lo conocieron en alg¨²n momento, desde Jean Paul Gaultier, quien comenz¨® su carrera en su estudio, a Jean Michel Jarre, Sharon Stone, Naomi Campbell, Philippe Starck o incluso Alice Cooper.

Tanto en el documental como en la entrevista se muestra a un Pierre Cardin seguro de s¨ª mismo y satisfecho con una carrera fuera de lo ordinario, no solo en el aspecto art¨ªstico que revolucion¨® tanto con sus formas arquitect¨®nicas, sino tambi¨¦n en su decisi¨®n impensable para muchos en ese momento de dar el salto al pr¨ºt-¨¤-porter. ¡°Cuando lanc¨¦ el pr¨ºt-¨¤-porter en 1959, me cayeron las peores cr¨ªticas. El mundo (de la moda) consideraba inadecuado hacer pr¨ºt-¨¤-porter cuando se ven¨ªa de la alta costura. Pierre Berg¨¦ incluso dijo: ¡®En tres meses, nadie oir¨¢ hablar ya de ello¡¯. ?Y luego (Yves) Saint Laurent hizo lo mismo despu¨¦s de m¨ª, pretendiendo que era el primero! Nobody¡¯s perfect", nadie es perfecto, ironiza acabando la an¨¦cdota en ingl¨¦s, idioma que domina al igual que el espa?ol o su italiano natal, asegura este hombre que se define como ¡°hecho a s¨ª mismo en todo¡±.

De hecho, asegura que nunca, ni en los peores momentos de esas cr¨ªticas, se arrepinti¨® del paso dado. ¡°Estaba seguro de m¨ª mismo. No cre¨ªa ya en la alta costura. Pensaba: ¡®Si las mujeres trabajan, ?qui¨¦n las va a vestir?¡¯ No hab¨ªa ya razones para crear de forma exclusiva, lo que se convert¨ªa en importante era la creaci¨®n, la invenci¨®n en el dise?o. Quer¨ªa ser diferente de los otros, ser individual mediante la creaci¨®n. Lo que significa no copiar ni imitar jam¨¢s. La mayor parte de la gente de la moda copia, se llaman creadores pero son imitadores. Mis ideas, las tuve yo siempre. Puede que malas, pero experimentales¡±, defiende hasta hoy en Le Figaro.

Entonces, ?no tiene ning¨²n remordimiento? Puede que s¨ª, pero solo en el plano personal, concede en la entrevista. ?Y qu¨¦ es lo que lamenta no haber hecho Pierre Cardin? ¡°Un hijo¡±, reconoce. ¡°Podr¨ªa haberlo hecho, ten¨ªa a la madre, Jeanne (Moreau). Ella quer¨ªa casarse, pero, sabe usted, en los matrimonios con actores, mejor ser prudentes¡­ Fui yo el que se neg¨®. Yo era muy seductor, joven, no estaba mal f¨ªsicamente, eso me sirvi¨®, de hecho. Pero siempre me conduje bien. No quer¨ªa ser el se?or Moreau, y ella no habr¨ªa querido ser la se?ora Cardin. Sin duda, fue una especie de orgullo rid¨ªculo¡±, recuerda el dise?ador la historia de amor y amistad que le uni¨® hasta el fin de sus d¨ªas con la actriz francesa, fallecida hace tres a?os. El hombre que lo conquist¨® todo en el mundo de la moda dice seguir so?ando. Aunque algunos sue?os sean ya irrealizables, reconoce. ¡°Me gustar¨ªa haber ido a la Luna¡±.