Felipe de Edimburgo se prepara para cumplir, sin bast¨®n, 100 a?os
El marido de Isabel II ha restringido sus apariciones p¨²blicas y cuida su salud para llegar al siglo de vida
Felipe de Edimburgo a sus 99 a?os todav¨ªa mantiene intactas sus condiciones de hombre coqueto. No quiere aparecer el p¨²blico, por ejemplo, con bast¨®n y por ello limita su presencia en p¨²blico y se somete a sesiones de rehabilitaci¨®n para mantener tonificado su cuerpo. Retirado de la agenda oficial de palacio, en junio del a?o que viene espera llegar y celebrar los 100 a?os por todo lo alto.
La salud de duque es un asunto que preocupa en el Reino Unido especialmente estos meses con la pandemia. Por eso la casa real ha extremado todas las medidas de precauci¨®n alrededor de ¨¦l y de Isabel II. El pasado 6 de octubre, la reina hizo su gran regreso al Castillo de Windsor pero sin su marido que decidi¨® quedarse m¨¢s tiempo en Norfolk. En esta residencia de Wood Farm, ubicada en los terrenos del castillo de Sandringham, la pareja estuvo durante tres semanas, despu¨¦s de acortar sus vacaciones de verano en Balmoral, Escocia. La divisi¨®n ha sido pol¨¦mica porque supone desdoblar el personal, mermado y cansado en tiempo de coronavirus, pero finalmente Felipe contar¨¢ con apenas un pu?ado de asistentes en Wood Farm, puesto que no va a residir en la casa principal.
A pesar de su avanzada edad, Felipe de Edimburgo est¨¢ decidido a no permitir que su estado de salud se interponga en sus pr¨®ximas apariciones p¨²blicas. ¡°Necesita varias horas de lenta preparaci¨®n y se levanta tan temprano como sea necesario para asegurarse de que est¨¢ a tiempo¡±, explic¨® Ingrid Seward, una escritora de la realeza. Es descrito como un hombre ¡°orgulloso¡±. ¡°Hace un gran esfuerzo cuando tiene que hacer acto de presencia y sabe que tiene que estar en su mejor momento¡±, agreg¨® la especialista. ¡°No quiere que lo vean con un bast¨®n, y nunca considerar¨ªa un andador¡±, continu¨®. Si hay un evento en particular para el que se est¨¢ preparando el pr¨ªncipe Felipe, es su cumplea?os. ¡°Hace lo que puede y se prepara para participar en las celebraciones de su centenario el pr¨®ximo a?o¡±, sostiene Seward.
En tiempos de pandemia ni el palacio de Buckingham ni Windsor acoger¨¢n ¡°eventos a gran escala¡±, porque ¡°seguir¨¢n las l¨ªneas marcadas por el Gobierno, como precauci¨®n por las circunstancias actuales¡±. Aunque afirman que se han ¡°investigado gran variedad de posibilidades para llevar a cabo posibles investiduras, tristemente y debido al gran n¨²mero de invitados no ha sido posible encontrar un m¨¦todo seguro¡±.
Hay quienes ven en ¨¦l al compa?ero y consejero de Isabel II y otros por el contrario recuerdan sus aventuras extramatrimoniales y su pasado que algunos vinculan con el nazismo. La izquierda brit¨¢nica lo tiene por un racista sin remedio que no se da cuenta de que sus pesadas bromas ponen en evidencia al pa¨ªs. La derecha lo considera un librepensador al que le trae al pairo la correcci¨®n pol¨ªtica. Pero en lo que todos coinciden es en su facilidad para meter la pata con sus comentarios. Sus resbalones han dado hasta para un libro, Prince Philip: Wise Words and Golden Gaffes, que recoge las frases m¨¢s pol¨¦micas del duque.
El pr¨ªncipe Felipe fue hospitalizado por sorpresa el pasado diciembre, por complicaciones de una ¡°condici¨®n m¨¦dica preexistente¡±, y la noticia no pas¨® de un susto que mantuvo agitada a la prensa brit¨¢nica durante unas horas. Fue en cualquier caso un recordatorio de que, si el consorte est¨¢ ya a punto de alcanzar un siglo de vida, su esposa y reina (94 a?os) le sigue de cerca. El hijo del pr¨ªncipe Andr¨¦s de Grecia y Dinamarca, nacido en una mesa de cocina en la isla de Corf¨² y exiliado a los 18 meses, educado en Inglaterra y Escocia por la beneficencia de familiares y amigos y convencido de su fortaleza de l¨ªder, ha mantenido hasta el final una enigm¨¢tica coraza de car¨¢cter. ¡°La familia se rompi¨®... y no me qued¨® m¨¢s remedio que tirar adelante. Es lo que se hace en estos casos. Es lo que uno hace¡±, dijo en cierta ocasi¨®n al referirse a su trayectoria vital errante.
Isabel II, en 1997, con motivo de su 50? aniversario de boda dijo de ¨¦l: ¡°Mi esposo ha sido mi fuerza y mi reposo durante todos estos a?os, y tanto yo como toda su familia, tanto este pa¨ªs como otros muchos, tenemos con ¨¦l una deuda mayor de la que nunca nos reclamar¨¢ o de la que nunca sabremos¡±. Esa ha sido la leyenda sostenida por los mon¨¢rquicos durante d¨¦cadas, en la que se retrata al duque de Edimburgo como el ancla y el tim¨®n de una familia con irremediable tendencia a la autodestrucci¨®n.
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