Guillermo y M¨¢xima de Holanda cancelan su tradicional viaje de Navidad a Argentina
Los monarcas holandeses tratan de paliar con esta decisi¨®n la ola de cr¨ªticas que han recibido por sus ¨²ltimas decisiones personales en plena pandemia
En tiempos de crisis ni los deslices pol¨ªticos ni los reales tienen margen de aceptaci¨®n entre una poblaci¨®n cercada por la covid, el paro y los problemas econ¨®micos. De esta regla no se han librado ni Guillermo ni M¨¢xima de Holanda, una de las parejas reales europeas que contaban con mayor aprobaci¨®n entre sus s¨²bditos antes de la pandemia.
Ahora los reyes de los Pa¨ªses Bajos han decidido cancelar las vacaciones de Navidad que suelen pasar en Argentina, el pa¨ªs de nacimiento de M¨¢xima de Holanda. Y esta determinaci¨®n no ha estado provocada solo por la crisis sanitaria causada por el coronavirus a nivel mundial, tambi¨¦n han sido decisivas las cr¨ªticas que recibieron cuando este verano se les vio paseando por Atenas sin mascarilla y sin mantener la distancia de seguridad. A¨²n peor se tomaron sus s¨²bditos que hace una semana decidieran viajar junto a sus hijas, Amalia, Alexia y Ariana, para pasar unos d¨ªas de descanso en su villa privada de Kranidi, en la pen¨ªnsula del Peloponeso, situada a orillas del mar y a 160 kil¨®metros de la capital griega. Una estancia que se vieron obligados a finalizar muy poco despu¨¦s de su llegada porque sus vacaciones coincidieron con las medidas que el Gobierno de su pa¨ªs impuso a los ciudadanos para restringir la movilidad y tratar de frenar el avance de la pandemia.
En este ¨²ltimo, la pol¨¦mica fue tal que Guillermo y M¨¢xima de Holanda se vieron obligados a realizar un v¨ªdeo, que hizo p¨²blico la casa real, en el que pidieron disculpas por su comportamiento. La prensa holandesa no ha sido precisamente condescendiente con ellos y menos a¨²n la opini¨®n p¨²blica. Ahora ha sido un periodista del programa RTL Boulevard quien ha comunicado a los holandeses la decisi¨®n de los monarcas de cancelar el viaje que ten¨ªan planificado para viajar a Argentina en las Navidades. Este a?o las fiestas de diciembre las pasar¨¢n en Holanda y en el campo, en concreto en el antiguo pabell¨®n de caza He Oude Loo, situado en la localidad de Apeldoorn.
Estas cr¨ªticas resultan muy duras para un rey como Guillermo, que desea mostrarse cercano y natural, pero ha chocado varias veces en los ¨²ltimos a?os con la realidad a cuenta de sus vacaciones. En 2009, los reyes vendieron la villa de vacaciones que se estaban construyendo en Mozambique. Era parte de un complejo de lujo en la provincia de Machangulo, pero la compra coincidi¨® con la crisis financiera, y los sondeos de opini¨®n mostraron entonces el malestar general hacia dicha elecci¨®n: un lugar alejado al que hab¨ªa que sumar los gastos de seguridad y el desplazamiento. Hubo un debate parlamentario sobre el asunto y Guillermo y M¨¢xima, entonces pr¨ªncipes herederos, traspasaron la casa a la constructora Machangulo SA ¡°por una cantidad simb¨®lica¡±. En 2012, el matrimonio adquiri¨® la villa griega, cuyo precio de venta era de 4,5 millones de euros.
Tampoco gust¨® el elevado coste de la remodelaci¨®n del palacio Huis ten Bosch, su residencia oficial en La Haya, que termin¨® alcanzando los 63 millones de euros cuando su presupuesto inicial era de 35. El Estado no distingui¨® entre espacio personal y p¨²blico, y abon¨® el monto total de las obras, pese a que los monarcas tienen una asignaci¨®n para pagar sus estancias privadas. Los trabajos se prolongaron durante cinco a?os, y el rotativo NRCHandelsblad lleg¨® a pedir informaci¨®n sobre el desembolso que se realiz¨® para las salas de uso familiar, en virtud de la Ley de Transparencia. Sin embargo, el ministerio de Interior no quiso aclarar cu¨¢nto cost¨® la decoraci¨®n de esa zona espec¨ªfica. S¨ª ha se?alado que el monarca tuvo ¡°cierto poder de decisi¨®n¡± a la hora de elegir el interiorismo. Guillermo recibe una asignaci¨®n anual de 5 millones de euros para cubrir este tipo de gastos.
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