Carolina no dijo eso
La pol¨¦mica podr¨ªa pecar de, precisamente, lo que quiere inculcarle a la dise?adora: atacar a una persona por su edad y su aspecto
Carolina Herrera, nuestra allegada y famosa dise?adora de origen venezolano, ha afirmado que jam¨¢s ha dicho que ponerse minifalda y llevar pelo largo despu¨¦s de los 40 a?os resta clase a quien lo haga. En Instagram, donde se origin¨® la controversia, y en los programas de televisi¨®n matutinos manifiestan que s¨ª lo dijo en una entrevista al Daily Mail por motivo de sus 80 a?os. He rele¨ªdo la entrevista y en ella Herrera comparte sus herramientas para mantener su estilo ¡°por encima de los a?os y la edad¡±. Seg¨²n esas declaraciones, la dise?adora sostiene que no es buena idea aparentar una edad que ya no tienes, que algunas prendas pueden dar esa sensaci¨®n. Y que la elegancia es mucho m¨¢s que estar bien vestido. ¡°Es una actitud, una manera de pensar, una educaci¨®n¡±. Y agrega su famoso dictum: ¡°El mejor aliado para una mujer es un espejo de cuerpo entero, para que veas qu¨¦ te falta y qu¨¦ te sobra¡±. No hay menci¨®n de que vestir vaqueros, minifaldas o melenas largas reste clase a las mujeres de ninguna edad. ¡°Los vaqueros son para una cierta edad, cuando llegas a otra, prueba algo diferente¡±, es lo que dice en la citada entrevista.
La pol¨¦mica podr¨ªa pecar de, precisamente, lo que quiere inculcarle a la dise?adora: atacar a una persona por su edad. Y su aspecto. Y trastocar el deseo de Herrera de que la mujer no se vea obligada a enga?arse para complacer a los dem¨¢s. ¡°No me gusta dar consejos¡±, ha explicado Herrera en una conversaci¨®n reciente. ¡°Creo que mi trabajo es ayudar a que la mujer se sienta bien consigo misma. Me asombra que esta pol¨¦mica suceda justo en un momento tan dif¨ªcil como el que estamos viviendo¡±. A m¨ª tambi¨¦n, por eso decid¨ª llamarla, pero Carolina, con su caracter¨ªstica suavidad y firmeza, prefiri¨® deslizar su caracter¨ªstico humor: ¡°He visto un meme donde salgo bien peinada y seria diciendo: ¡®?A partir de ahora hay que comer las empanadillas con cuchillo y tenedor!¡±.
Quiz¨¢s sea m¨¢s importante el sentido del humor que la elegancia, en un mundo atrapado por las redes sociales parece m¨¢s f¨¢cil ofender que divertir. Tendr¨ªamos que estar felices porque las mujeres hayan superado los prejuicios sobre la edad y c¨®mo deben de vestirse. Si Amaia Montero aparece ahora con tipazo y una figura guitarra, lo hace porque le hace feliz. Si hace 40 a?os no pod¨ªas cumplir 40 alegremente, pues ?enhorabuena! ¡°Yo he llevado el pelo corto durante los 40 a?os de mi actividad porque me ayuda mucho. Pero no pretendo que sea una imposici¨®n¡±, ha dicho Herrera en otras entrevistas.
La vida impone y descompone, como el ambicioso y fraudulento historial del europarlamentario h¨²ngaro, J¨®zsef Sz¨¢jer, hom¨®fobo y mano derecha del ultraconservador presidente Viktor Orb¨¢n, que intent¨® escapar de una org¨ªa de 25 hombres por la ventana de un apartamento coqueto y bien situado en el centro de Bruselas cuando lleg¨® la polic¨ªa porque estaban salt¨¢ndose el confinamiento. El ultraconservador y orgi¨¢stico europarlamentario ha dimitido, pero tendr¨¢ m¨¢s dif¨ªcil divorciarse de su esposa por los firmes valores tradicionales de ambos. Si le sirve de algo, podr¨ªa explicar su participaci¨®n en la org¨ªa mayoritariamente masculina, asumiendo estas celebraciones como un valor tradicional. Desde luego no son censurables, pero tampoco son una moda pasajera. Porque esas felices fiestas sexuales vienen de culturas ancestrales y hay que saber encajarlas. Lo sorprendente es que Sz¨¢jer condene las uniones legales entre hombres, pero participe, activa o pasivamente, en las ilegales. Quiz¨¢s ese eurodiputado ambicioso e hip¨®crita podr¨ªa defenderse aduciendo que son gajes del oficio, que estaba realizando trabajo diplom¨¢tico.
Diplomacia hace Semana con un titular impagable, Alquilan Ambiciones, mezclando ambici¨®n y poes¨ªa. Ocurre que la c¨¦lebre finca propiedad de Jesul¨ªn de Ubrique busca sanearse econ¨®micamente y podr¨¢ alquilarse para eventos. Una boda ambiciosa, una noche larga con allegados o una fiesta sexual con su pizca de morbo y minifaldas a gog¨®.
Se podr¨¢ ver la puerta por la que despacharon a Bel¨¦n Esteban junto a su hija con el torero. Las pusieron de patitas en la calle. Deslizar la mano por esos kil¨®metros de balaustrada blanca que dominan la ambiciosa est¨¦tica de la propiedad. Pero yo quisiera acercarme al lugar donde reposa para siempre Currupipi, el tigre al que Jesul¨ªn estuvo muy allegado durante los a?os noventa. Jam¨¢s super¨¦ el d¨ªa en que Bel¨¦n Esteban, v¨ªa telef¨®nica, me comunic¨® que Currupipi hab¨ªa fallecido. Muchos estamos convencidos de que su deceso, junto al de aquel elefante en Bostwana, fue el principio de esta loca y rocambolesca ¨¦poca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.