Muere el dise?ador Pierre Cardin a los 98 a?os
El modista, nacido en Italia y asentado en Francia desde su infancia, llevaba trabajando desde los 14 a?os sin jubilarse y fue uno de los pioneros en el ¡®pr¨ºt-¨¤-porter¡¯ y de las licencias en la moda
El mundo de la moda pierde a uno de sus m¨¢s grandes. Pierre Cardin, uno de los responsables de la era dorada de la moda en el siglo XX y el hombre que revolucion¨® el sector con el pr¨ºt-¨¤-porter y sus dise?os futuristas, ha fallecido este martes a los 98 a?os en las afueras de Par¨ªs, la ciudad desde donde cre¨® un imperio internacional que sigui¨® dirigiendo hasta su ¨²ltimo aliento.
El visionario y pionero del dise?o accesible muri¨® en el hospital americano de Neuilly, al oeste de la capital francesa, seg¨²n ha informado la familia a la agencia France Presse. No se ha dado a conocer la causa del fallecimiento. ¡°Es un d¨ªa de gran tristeza para toda nuestra familia. El gran dise?ador que fue atraves¨® el siglo dejando a Francia y al mundo una herencia art¨ªstica ¨²nica en la moda, pero no solamente¡±, se limitaron a decir sus allegados en un comunicado, en el que se declararon ¡°orgullosos de su ambici¨®n tenaz y de la audacia de la que dio muestras toda su vida¡±.
Nacido el 2 de julio de 1922 en San Biagio di Callalta, Italia, como el menor de los siete hijos de una familia de agricultores, Pietro Costante Cardini creci¨® en Francia, donde se instalaron sus padres huyendo del fascismo de comienzos del siglo XX, cuando quien acabar¨ªa siendo conocido como Pierre Cardin ten¨ªa apenas dos a?os. Un pasado del que este ¡°hombre hecho a s¨ª mismo¡± se proclamaba orgulloso. ¡°Soy un chaval de suburbios. Y me convert¨ª en Pierre Cardin¡±, sol¨ªa decir para, de inmediato, asegurar que si tuviera que volver a empezar de nuevo, lo volver¨ªa a hacer todo ¡°con mucho entusiasmo¡±, seg¨²n record¨® Le Monde. Pero su fulgurante escalada al Olimpo de la moda no solo se debi¨® a su entusiasmo y su capacidad de visualizar la moda de la posguerra. Este hombre ¡°de talentos m¨²ltiples y energ¨ªa inagotable¡±, como lo defini¨® su familia, fue un trabajador incansable que a¨²n a sus 98 a?os segu¨ªa dirigiendo su emporio, que supo tambi¨¦n abrir a un mercado en sus or¨ªgenes insospechado: Asia. En 1957, viaj¨® por primera vez a Jap¨®n, cuando era a¨²n un pa¨ªs en plena reconstrucci¨®n. Y en 1979 ya andaba organizando desfiles en una China lej¨ªsimos todav¨ªa de ser el foco del lujo que es hoy en d¨ªa. ¡°Trabajo, trabajo, trabajo¡±, contest¨® hace unos a?os cuando le preguntaron por el secreto de su juventud eterna.
Su contacto con la profesi¨®n que acabar¨ªa revolucionando comenz¨® muy temprano. A los 14 a?os, entr¨® como aprendiz de sastre en Saint ?tienne. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabaj¨® como contable por la Cruz Roja en Vichy, hasta que en 1945 lleg¨® por fin a un Par¨ªs del que no volver¨ªa a marcharse. Tras un primer paso por la maison Paquin, donde dise?¨® los trajes y m¨¢scaras de la pel¨ªcula La Bella y la Bestia (1946) de Jean Cocteau, comenz¨® a trabajar para la dise?adora de origen italiano como ¨¦l Elsa Schiaparelli, antes de convertirse, en 1947, en el primer empleado de Christian Dior, recuerda Le Monde. Tampoco dur¨® mucho all¨ª. En 1950, abre su propia maison y empieza a sacudir el mundo de la moda con sus dise?os inspirados, como dec¨ªa ¨¦l mismo, en el trabajo de un escultor: ¡°Primero creo las formas y luego intento incorporar en ellas el cuerpo¡±, repet¨ªa.
Cardin cre¨® su imperio a base de necesidades: las de las trabajadoras. A mediados del siglo XX, vio un nicho de mercado, una posibilidad, en vestir a todas aquellas mujeres que, tras la II Guerra Mundial, decid¨ªan salir de sus casas para incorporarse al mercado laboral. Las tiendas low cost del momento no exist¨ªan, y la mayor parte de ellas no se pod¨ªan permitir trajes de alta costura. De ah¨ª su ¨¦xito, que explot¨® mediante licencias de paraguas, carteras, pa?uelos e infinidad de objetos. ¡°Estaba seguro de m¨ª mismo. No cre¨ªa ya en la alta costura. Pensaba: ¡®Si las mujeres trabajan, ?qui¨¦n las va a vestir?¡±, defend¨ªa en septiembre en Le Figaro. ¡°No hab¨ªa ya razones para crear de forma exclusiva, lo que se convert¨ªa en importante era la creaci¨®n, la invenci¨®n en el dise?o. Quer¨ªa ser diferente de los otros, ser individual mediante la creaci¨®n. Lo que significa no copiar ni imitar jam¨¢s. La mayor parte de la gente de la moda copia, se llaman creadores pero son imitadores. Mis ideas, las tuve yo siempre. Puede que malas, pero experimentales¡±.
Un reciente documental, estrenado a finales de septiembre, y esa larga entrevista con Le Figaro, el diario franc¨¦s, fueron algunas de las ¨²ltimas apariciones de Cardin. Entonces se mostraba contento, orgulloso de una carrera larga y fruct¨ªfera. ¡°Cuando lanc¨¦ el pr¨ºt-¨¤-porter en 1959, me cayeron las peores cr¨ªticas. El mundo (de la moda) consideraba inadecuado hacer pr¨ºt-¨¤-porter cuando se ven¨ªa de la alta costura. Pierre Berg¨¦ incluso dijo: ¡®En tres meses, nadie oir¨¢ hablar ya de ello¡¯. ?Y luego (Yves) Saint Laurent hizo lo mismo despu¨¦s de m¨ª, pretendiendo que era el primero! Nobody¡¯s perfect¡±, nadie es perfecto, ironizaba entonces.
No obstante, su fama se solidific¨® vistiendo tambi¨¦n a los famosos, artistas y poderosos de la ¨¦poca: se codeaba con las familias m¨¢s poderosas de Francia y Europa como los Rothschild y dise?¨® trajes para Salvador Dal¨ª, Rita Hayworth o, tambi¨¦n, Jeanne Moreau, la actriz francesa con la que vivi¨® un apasionado romance transformado despu¨¦s en una amistad que dur¨® hasta la muerte de la francesa en 2017. Ella tambi¨¦n inspir¨® uno de los pocos arrepentimientos de este hombre que siempre miraba hacia adelante. Le habr¨ªa gustado tener un hijo y que Moreau fuera su madre, dijo en el reci¨¦n estrenado documental. ¡°Podr¨ªa haberlo hecho, ten¨ªa a la madre, Jeanne (Moreau). Ella quer¨ªa casarse, pero, sabe usted, los matrimonios con actores, mejor ser prudentes¡ Fui yo el que se neg¨®. Yo era muy seductor, joven, no estaba mal f¨ªsicamente, eso me sirvi¨®, de hecho. Pero siempre me conduje bien. No quer¨ªa ser el se?or Moreau, y ella no habr¨ªa querido ser la se?ora Cardin. Sin duda, fue una especie de orgullo rid¨ªculo¡±, lament¨®.
En el a?o 2017, Cardin acudi¨® a Barcelona para presentar una obra de teatro que ¨¦l mismo produjo y cuyo vestuario tambi¨¦n cre¨®. Entonces, en una entrevista a este peri¨®dico, afirmaba. ¡°La belleza es cruel cuando uno tiene una edad. El problema de Dorian Gray existe. En teatro precedemos lo que es la vida¡±. Tambi¨¦n aseguraba entonces, hace apenas tres a?os: ¡°No me siento viejo. Sigo dibujando, pero mi pasi¨®n es el teatro. Al principio de mi vida quise ser actor. Llevo 54 a?os dedicado al teatro, soy el director teatral m¨¢s viejo de Par¨ªs¡±. Entonces desechaba la idea de la jubilaci¨®n: ¡°El tiempo libre es la muerte. La familia crece, el amor est¨¢ hecho, el placer disminuye, el trabajo concluye... solo queda ser¡±.
Su af¨¢n de ir siempre m¨¢s lejos le hizo lamentar, en los ¨²ltimos tiempos de su vida, no haber podido hacer realidad otro de sus sue?os: viajar a la Luna. Pero en la Tierra, sus logros no fueron menores, como subray¨® este martes su familia. ¡°Consagraci¨®n suprema, fue el primer modisto que entr¨® en la Academia de Bellas Artes, logrando que se reconociera la moda como un arte completo¡±.
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