Melania Trump, la primera dama que no fue
La esposa del presidente de EE UU ha concedido pocas entrevistas, apoyado escasas iniciativas y huido del foco p¨²blico. Ahora negocia sus memorias
Melania Trump lleg¨® a la Casa Blanca acostumbrada a los focos. Sin embargo, en sus cuatro a?os como primera dama de Estados Unidos rehuy¨® lo que m¨¢s pudo de ellos. Una de las grandes inc¨®gnitas cuando Donald Trump dio la campanada y se hizo con la presidencia era el papel que desempe?ar¨ªa su esposa. En el ocaso del mandato del republicano la duda parece no haber encontrado respuesta. Muchos la recordar¨¢n como la primera dama que no fue. Se han escrito casi una decena de libros sobre c¨®mo es realmente la mujer nacida en la antigua Yugoslavia hace 50 a?os, pero la informaci¨®n siempre ha llegado de terceros. Ella levant¨® un muro que, pese a su obsesi¨®n, la prensa no logr¨® derribar.
Quiz¨¢, uno de los momentos m¨¢s sinceros de la primera dama fue el que se dio a conocer el pasado 2 de octubre. Esa noche se public¨® una conversaci¨®n entre Melania y su exasistente Stephanie Winston Wolkoff durante el verano de 2018. La exmodelo se quejaba de los esfuerzos que estaba haciendo para decorar la Casa Blanca por Navidad y que los periodistas solo le preguntaban por la separaci¨®n de los ni?os en la frontera con M¨¦xico, la pol¨¦mica medida adoptada por su marido. ¡°?A qui¨¦n le importa un carajo estas cosas y la decoraci¨®n navide?a?¡±, se preguntaba la eslovena en la llamada que por fin revelaba un atisbo de c¨®mo se sent¨ªa realmente, al menos, en cuanto a la tradici¨®n instaurada por una de sus antecesoras m¨¢s emblem¨¢ticas, Jackie Kennedy.
En el audio, Melania se lamentaba de que los medios no hab¨ªan cubierto su visita a los menores de edad en centros de detenci¨®n de inmigrantes en Texas. ¡°Si voy a Fox News van a hacer la historia, pero no quiero ir a Fox News¡±, reconoc¨ªa. Otra dosis de verdad entre el oc¨¦ano de hermetismo. La publicaci¨®n de la grabaci¨®n pas¨® a ¨²ltimo plano cuando ella y Donald Trump informaron a ¨²ltima hora de la noche que se hab¨ªan contagiado con coronavirus.
¡°Dicen que soy su c¨®mplice, que soy igual que ¨¦l (¡) que no hablo lo suficiente, que no hago lo suficiente¡±, lamentaba. Tambi¨¦n se dijo que no soportaba a Ivanka Trump, que se cas¨® por conveniencia, y que era a la ¨²nica que el magnate neoyorquino escuchaba¡ mucho se dijo de Melania, pero ella pocas veces confirm¨® o desminti¨®. Con ella, simplemente, no se sabe. Seg¨²n el portal de noticias Page Six asiste a reuniones para escribir sus memorias de lo vivido estos cuatro a?os en la Casa Blanca. Si se lleva a cabo, podr¨ªa ser la oportunidad de conocer su versi¨®n de la historia y, probablemente, la manera en la que la futura ex primera dama ingresar¨ªa un dineral.
Como apenas dio entrevistas en estos cuatro a?os y fueron pocas las cenas formales que organiz¨®, la prensa, hambrienta de desvelar su intimidad, se han dedicado a la interpretaci¨®n m¨¢s que a la investigaci¨®n. Especialmente cuando se trataba de su relaci¨®n con Trump. Varios episodios sonados abrieron la puerta para describir la relaci¨®n del matrimonio como distante, como cuando ¨¦l le ped¨ªa una sonrisa y ella se negaba, le intentaba dar la mano y ella le apartaba o cuando simplemente el republicano se cubr¨ªa de la lluvia bajo un paraguas y la dejaba a ella al descubierto caminando tras ¨¦l bajo la lluvia. El rumor, confirmado por varias fuentes, de que dorm¨ªan en habitaciones separadas contribuy¨® a la narrativa.
El papel de la primera dama estadounidense ha cobrado m¨¢s peso seg¨²n avanza la llegada de nuevos inquilinos a la Casa Blanca. Pero en la Administraci¨®n Trump, el respeto por las tradiciones nunca ha sido el sello de distinci¨®n. Mientras las antecesoras de Melania eligieron la lucha por una causa desde que asumieron su rol, Melania Trump tard¨® 16 meses en anunciar la campa?a Be Best (S¨¦ el Mejor), un proyecto para combatir el ciberacoso, entre otros problemas que afectan a los ni?os. Solo la elecci¨®n de su bandera de lucha provoc¨® pol¨¦mica, considerando que su marido propagaba insultos a quien se le interpusiera en su camino a trav¨¦s de Twitter. La contradicci¨®n supuso alg¨²n abucheo a Melania Trump en sus eventos.
Nacida en Sevinca, un pueblo de menos de 5.000 habitantes de Eslovenia, la hija de un vendedor de coches afiliado al Partido Comunista y de una empleada de una f¨¢brica textil, so?aba con conquistar la industria de la moda; no, los corazones estadounidenses desde el epicentro del poder. S¨ª se caracteriz¨® por marcar tendencias con sus atuendos lucidos con gracia y elegancia. Muchas de las prendas que vest¨ªa se agotaban r¨¢pidamente en las tiendas despu¨¦s de que ella las luciera. Pero quiz¨¢ la m¨¢s ic¨®nica y que retrata mejor la postura de la primera dama fue la gabardina de Zara que llevaba escrito en la espalda: ¡°La verdad es que no me importa, ?a ti?¡±.
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