Agust¨ªn, Bernardo y Juan Antonio, los secundarios del clan Pantoja
Los hermanos de Isabel Pantoja han asumido distintos papeles a la largo de la vida de la cantante, ahora enfrentada con su hijo, Kiko Rivera, por la herencia de Paquirri
El enfrentamiento entre Isabel Pantoja y su hijo Francisco Jos¨¦ Kiko Rivera ha devuelto a la tonadillera a la cr¨®nica rosa y tambi¨¦n a situarla bajo la lupa sobre su manera de proceder con los bienes que posee, los suyos y los de ese hijo que antes era su vida y ahora puede significar el principio de muchos problemas. Esta relaci¨®n materno filial ha pasado de reverencial a casi sangrienta. V¨ªa exclusiva y ante los focos de Telecinco, Kiko Rivera desvel¨® que su madre le hab¨ªa enga?ado con la herencia de su padre, el torero Francisco Rivera Paquirri, y en la ¨²ltima entrega de este follet¨ªn pagado ha hablado de dinero invertido y guardado fuera de Espa?a, de los casi tres millones de euros que su madre le debe atendiendo al testamento paterno y de que ya ha puesto a la venta el 50% de Cantora, la finca que su padre le dej¨® en herencia y cuya otra mitad termin¨® en manos de Isabel Pantoja por esos avatares por los que pasan los acuerdos entre herederos.
Las consecuencias de estas revelaciones se ir¨¢n viendo con el paso del tiempo, pero en el toma y daca de acusaciones ¨Cen el que la tonadillera ha decidido mantener un perfil silencioso en p¨²blico¨C aparecen otros personajes que forman parte de la familia menos conocida del DJ, m¨¢s all¨¢ de sus famosos hermanos Francisco y Cayetano. Uno de los nombres que m¨¢s se han mencionado durante estas semanas de enfrentamientos televisivos ha sido el de Agust¨ªn Pantoja, el hermano peque?o de la cantante y su guardi¨¢n inseparable. De ¨¦l se habla mucho y se sabe poco. Es el menor de los cuatro hermanos Pantoja: Bernardo, Juan, Isabel y ¨¦l mismo. Un clan art¨ªstico de trayectoria dispar que heredaron su afici¨®n a la m¨²sica por v¨ªa paternal, ya que su padre, Juan Pantoja Cort¨¦s, era cantante y letrista de fandangos en el tr¨ªo Los Gaditanos y su madre, Ana Mar¨ªa Mart¨ªn ¨Cconocida como do?a Ana tras el ¨¦xito de su hija¨C fue bailaora en las compa?¨ªas de Pepe Pinto y Juana Reina.
Agust¨ªn es actualmente el secretario personal de la tonadillera y quien lleva todos sus asuntos. Vive con ella en la finca Cantora, donde ambos cuidan de su madre, delicada de salud, y se ha batido con los medios en los juzgados para defender que no es un personaje p¨²blico. Un hecho que pele¨® tras retirarse como artista ya que, siguiendo el ejemplo de su hermana, prob¨® suerte en el mundo de la canci¨®n y lleg¨® a lanzar un disco, Piel canela, que le report¨® notoriedad en los a?os ochenta y que a finales de esa misma d¨¦cada firmara una gira en solitario. Zanj¨® esta aventura a finales de los a?os 90, pero en su historial art¨ªstico figuran ocho ¨¢lbumes y dos discos de oro.
Vivi¨® en M¨¦xico y despu¨¦s regres¨® a Espa?a para convertirse en uno de los ejes de la vida de Isabel Pantoja y tambi¨¦n en uno de los miembros m¨¢s criticados del clan precisamente por sus sobrinos, Isa Pantoja y Kiko Rivera. A ¨¦l se?alan como culpable de los conflictos familiares, como consejero en la sombra de las decisiones de su hermana y como posible llave para solucionar de una vez por todas los problemas que se han abierto entre ellos. De momento, su respuesta ha sido el silencio, permanecer fiel a su hermana y atrincherado en Cantora.
Los otros dos hermanos de la tonadillera tambi¨¦n han estado en su entorno profesional de distintas maneras. Juan Antonio Pantoja es guitarrista y durante a?os acompa?¨® a su hermana en sus actuaciones, pero suele ser muy reservado y poco dado a aparecer en las reuniones familiares que pueden significar una exposici¨®n p¨²blica. Vive en Sevilla, algunos medios se?alan que en un piso propiedad de la cantante y que est¨¢ situado frente al recinto ferial de la ciudad, no est¨¢ casado y no tiene hijos. Quienes le conocen afirman que es bromista, simp¨¢tico, muy de campo y que tambi¨¦n ha ayudado en tiempos a su hermana en la finca que fue propiedad de Paquirri. Las desavenencias entre los hermanos y la sombra del todopoderoso Agust¨ªn vuelve a proyectarse, seg¨²n el entorno de la tonadillera, como la causa ¨²ltima de su no tan fluida relaci¨®n actual. Algo que no ha significado que Juan Pantoja haya mostrado en p¨²blico fisuras respeto a su famosa hermana.
Bernardo Pantoja es el mayor de los hermanos. Es el ¨²nico que no se ha dedicado al mundo art¨ªstico y durante un tiempo ejerci¨® de ch¨®fer de su hermana en sus desplazamientos. Se cas¨® con Mercedes Bernal, madre de Anabel Pantoja ¡ªla sobrina medi¨¢tica de Isabel Pantoja¡ª, en 1986 y se separaron seis a?os m¨¢s tarde. En 2018 se cas¨® con la bailarina japonesa Junko, un enlace al que no asisti¨® ni su hija ni su hermana. Dicen de ¨¦l que es hombre de buen car¨¢cter pero que no ha tenido suerte en la vida. En 2006 un turbio enfrentamiento a la salida de un bar de Triana provoc¨® que recibiera dos pu?aladas en el est¨®mago y antes, en 1991, estuvo implicado en un caso de estafa, robo de documentos bancarios y falsificaci¨®n, que provoc¨® su ingreso en prisi¨®n. Hace tres a?os y debido a un problema de diabetes le tuvieron que amputar un pie y tampoco entonces recibi¨® la visita de sus hermanos Isabel y Agust¨ªn.
Por encima de todos ellos est¨¢ la madre, do?a Ana, de 89 a?os, ahora delicada de salud y que vive en Cantora cuidada por sus hijos. Ella fue la sombra permanente de su hija cuando comenz¨® en el oficio, quien se encargaba con celo de protegerla de los peligros de todo tipo. De origen gitano conoci¨® las estrecheces econ¨®micas y vendi¨® verduras en el mercado en el puesto de su padre antes de dedicarse al baile flamenco. Se qued¨® viuda pronto y cuando su hija comenz¨® a despuntar en el mundo del cante era tal su tes¨®n a la hora de defender la virtud de su hija que su actitud se convirti¨® en dicho popular. ¡°Pareces la madre de la Pantoja¡±, se escucha cuando alguien exagera en su protecci¨®n hacia otra persona.
Los nuevos del clan, Isa, Kiko y Anabel, han encontrado en la televisi¨®n una forma de vida en la que desgarrar los entresijos familiares se ha convertido en negocio. Hasta d¨®nde ese sea su cielo o su cruz, hay que dejarlo al albur del paso del tiempo.
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