Irene Rosales, sombra y salvavidas de Kiko Rivera
La esposa del DJ es la roca a la que se aferra el hijo de Isabel Pantoja en su lucha contra la cantante, pero ella tambi¨¦n vive sus propios dramas a la vez que se consolida en su trabajo en televisi¨®n
Irene Rosales es una mujer normal. Una chica de 29 a?os corriente, sencilla. Una persona que no estar¨ªa en el candelero, ni le interesar¨ªa estarlo, si no fuera por ser la esposa de Kiko Rivera, la nuera de Isabel Pantoja y la madre de las nietas de Paquirri. La saga del torero y la folcl¨®rica est¨¢ dando que hablar estos d¨ªas por la disputa que mantienen madre e hijo alrededor de la herencia del fallecido matador. Su muerte fue hace casi cuatro d¨¦cadas, pero hoy su figura est¨¢ de actualidad por el enfrentamiento familiar. E Irene Rosales est¨¢ en medio de toda la batalla.
En la pelea medi¨¢tica Rosales trata de mantenerse, dentro de lo que puede, al margen. Sin embargo, los dramas de su marido son los suyos propios. Y, ahora, al rev¨¦s. Estos d¨ªas se enfrenta a la p¨¦rdida de su padre, que llevaba padeciendo m¨¢s de 15 a?os un tumor cerebral. Tras un empeoramiento repentino, Manuel Rosales fallec¨ªa el mi¨¦rcoles dejando hundida a su hija. Porque su madre, Mayte V¨¢zquez, muri¨® a principios de febrero. Ahora es Kiko, de 36 a?os, quien sirve de pa?o de l¨¢grimas a su fiel compa?era, hu¨¦rfana por completo en apenas nueve meses.
Porque para la sevillana (naci¨® en Gines, muy cerca de donde vive ahora, Castilleja de la Cuesta) su lugar est¨¢ y ha estado siempre al lado de Kiko, casi ocho a?os mayor que ella y que la fue enamorando poquito a poco. Ella no ten¨ªa ning¨²n inter¨¦s en iniciar una relaci¨®n con el famoso hijo de la Pantoja, conocido por sus juergas, sus escarceos con la droga y el alcohol, sus fama de derrochador y su romance con la noche, el ¨²nico que parec¨ªa durarle. Rosales conoc¨ªa a Rivera por amigos comunes, y no le gustaba. A ¨¦l le cost¨® muchos meses acercarse a ella.
¡°Fue un hueso duro de roer¡±, le cont¨® Kiko Rivera a Bert¨ªn Osborne en una entrevista. ¡°Me tuvo un a?o intent¨¢ndolo, yo ya no sab¨ªa qu¨¦ hacer, es muy pes¨¢¡±, re¨ªa. Ella, por su parte, acab¨® dej¨¢ndose conquistar por el buen humor del dj. ¡°Lo que m¨¢s me gusta de Kiko es que est¨¢ muy pendiente de m¨ª, es muy cari?oso, siempre sabe sacarme una sonrisa, siempre me pregunta qu¨¦ te pasa. Me evade much¨ªsimo de los problemas, le quita hierro al asunto¡±, declaraba recientemente en el programa Viva la vida, en el que colabora. En Telecinco, como el resto del clan.
Porque, una vez dentro, Rosales ha aprovechado para meter la cabeza en Mediaset, el negocio que da alas y euros a la familia. Si la matriarca trabaja en Idol Kids, el mayor pasea por los plat¨®s de cada programa y la sobrina Anabel acude por las tardes a S¨¢lvame, ella ha encontrado su hueco en el m¨¢s amable Viva la vida, que se emite los fines de semana, donde lleva algo m¨¢s de un a?o participando como tertuliana.
Es all¨ª donde vuelan los cuchillos contra Isabel Pantoja y donde Irene Rosales demuestra especialmente su elegancia a trav¨¦s de su silencio. Ella lo ha dicho, de muchas maneras y en muchas ocasiones: de su boca no saldr¨¢ una mala palabra contra quien es la abuela de sus hijas. Pese a que Rivera despotrique contra su madre, ella no lo hace. Ella calla, observa y, en m¨¢s de una ocasi¨®n, derrama muchas l¨¢grimas por el culebr¨®n en el que se ha visto envuelta y en la que esa suegra a la que ella respeta la acusa de ser quien echa le?a al fuego del enfrentamiento madre-hijo. Ya est¨¢ ah¨ª Rivera para hablar sobre ella y decirle a su madre sus propias verdades: ¡°T¨² me has dado la vida, pero Irene me ha salvado¡±. Mientras Rosales, sentada en el plat¨® y sabi¨¦ndose observada, escrutada, prefiere callar.
Su incorporaci¨®n a Viva la vida lleg¨® gracias al programa que supuso su explosi¨®n medi¨¢tica: GH D¨²o. Esta especie de Gran Hermano VIP de parejas present¨® ante el p¨²blico su cara amable, sensata, la mostr¨® como la persona que pon¨ªa los pies en la tierra a Kiko, como la pareja necesariamente normal y corriente que tanto ¨¦l necesitaba. All¨ª ambos contaron sus dramas, su escasez de dinero por haber derrochado hasta el ¨²ltimo c¨¦ntimo, los problemas de ¨¦l con las drogas, las adicciones y la depresi¨®n, pero tambi¨¦n dejaron ver que estaban enamorados, que pese a las pantallas y los focos, ellos eran de verdad. Que su boda, celebrada en octubre de 2016 mediante una pol¨¦mica exclusiva, fue real, y que sus dos ni?as, Ana, de cuatro a?os; y Carlota de dos ¡ª¨¦l tiene otro hijo m¨¢s, Francisco, de ocho a?os, junto a la modelo Jessica Bueno¡ª, son fruto de una pareja estable, normal. Porque normal es el mejor calificativo que puede llegar a so?ar Kiko Rivera, y ese solo se lo ha dado Irene Rosales.
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