La batalla de Belgravia: Camila de Cornualles contra el duque m¨¢s rico de Inglaterra
La empresa constructora del arist¨®crata quiere rehacer una c¨¦ntrica zona de Londres en la que la esposa de Carlos de Inglaterra vivi¨® en su juventud, a lo que ella se opone
Corr¨ªa el a?o 1972. Camila de Cornualles estaba muy lejos de ser quien es hoy y era simplemente Camilla Shand, hija de un oficial del ej¨¦rcito brit¨¢nico y una de las j¨®venes arist¨®cratas m¨¢s conocidas de Londres. Entonces, tras una tarde de fiesta en el c¨¦lebre club Annabel¡¯s de la capital brit¨¢nica, invit¨® a su apartamento a tomar caf¨¦ al entonces tambi¨¦n joven pr¨ªncipe Carlos. La pareja estaba en uno de los puntos altos de su tormentoso romance, que tendr¨ªa que acabar unos meses despu¨¦s. En julio de 1973, ella se casaba con el militar Andrew Parker Bowles.
Aquel coqueto apartamento de dos habitaciones de Cundy Street, cerca de la estaci¨®n de Victoria, est¨¢ hoy en peligro, como tantos otros. Esos llamados ¡°aristo-flats¡±, algo como ¡°apartamentos aristocr¨¢ticos¡± (es decir, peque?os pisos que han ido ocupando a lo largo de las d¨¦cadas los ni?os bien de Londres) est¨¢n amenazados por una gran reforma que planea destruirlos, en el peor de los casos, y eliminar tres cuartas partes de la luz natural que tienen, en el mejor. Est¨¢n en juego una inversi¨®n de m¨¢s de 400 millones de libras (casi 460 millones de euros), pero tambi¨¦n los recuerdos de la futura reina de Inglaterra. Y ah¨ª entra en juego el duque de Westminster, uno de los arist¨®cratas m¨¢s ricos del Reino Unido.
Grosvenor, la empresa del duque, est¨¢ siendo ampliamente criticada por querer remodelar toda esa zona del exclusivo barrio de Belgravia con lo que llaman el proyecto, Cundy Street Quarter, que est¨¢ a punto de ser aprobado por la junta de Westminster, que rige la zona. En esa zona en la que se situaba el apartamento de Camila la empresa busca eliminar cuatro bloques para construir, en 18.500 metros cuadrados, ¡°viviendas especializadas para personas mayores¡± en las que podr¨¢n vivir 170 personas, adem¨¢s de 93 viviendas que, afirman, ser¨¢n asequibles, 44 con alquileres sociales y 77 con precios de mercado, como ha dado a conocer el diario The Telegraph.
Sin embargo, quienes all¨ª viven afirman que solo se ganar¨ªan 12 viviendas a las ya existentes, que al final las residencias para mayores solo ser¨¢ para unos pocos que puedan permit¨ªrselo y que todo ello supondr¨¢ la desaparici¨®n de algunos bloques antiguos y, la gran queja de muchos de los que all¨ª viven, la p¨¦rdida de buena parte de luz. Al parecer, los bloques llegar¨¢n a medir 48 metros de altura, muy superior a la media de la zona, por lo que tapar¨¢n hasta el 70% de luz natural de algunas viviendas de esa zona. Al parecer, la propia duquesa de Cornualles ha expresado alto y claro su oposici¨®n al proyecto, aunque en privado. La sociedad de propietarios de Belgravia ha elevado una queja a la empresa, expresando su enfado y afirmando que no se puede tratar as¨ª a una de las zonas con m¨¢s solera de Londres.
Tras el proyecto est¨¢ la empresa Grosvenor, comandada por Hugh Grosvenor, duque de Westminster y heredero de la saga familiar, que a sus 30 a?os reci¨¦n cumplidos y con una fortuna familiar que supera los 11.000 millones de euros es el arist¨®crata m¨¢s rico del Reino Unido y hasta hace pocos d¨ªas ostentaba el t¨ªtulo de ser la persona menor de 30 m¨¢s rica del mundo. Desde la empresa han distribuido un comunicado en el que explican que toda esta transformaci¨®n busca lograr un barrio ¡°con casas asequibles y bajas emisiones de carbono, adem¨¢s de con instalaciones que respeten el car¨¢cter del ¨¢rea¡±.
Los Grosvenor son los mayores terratenientes del Reino Unido, y poseen un 0,22% de las tierras del pa¨ªs (por comparar, Isabel II tiene el 0,03%). Solo en Londres acumulan m¨¢s de 200 hect¨¢reas de terreno: en 1677 compraron 120 hect¨¢reas de lo que hoy son las mejores zonas de la ciudad. La capital es su feudo y Reino Unido su casa, pero desde mediados del siglo XX empezaron a expandir su imperio por todo el mundo. A lo largo y ancho del mundo y gracias a su empresa hom¨®nima tienen m¨¢s de 1.500 propiedades en 60 pa¨ªses valoradas en 8.000 millones, o en 15.000, si se tienen en cuenta los activos que generan. En el a?o 2017 tuvieron ingresos de 168 millones. Tienen inversiones inmobiliarias en Par¨ªs, Shangh¨¢i, San Francisco, Liverpool, Estocolmo o Vancouver.
En Espa?a, los Grosvenor tambi¨¦n est¨¢n presentes. Como se supo hace casi dos a?os, el duque de Westminster ya ha invertido 200 millones de euros en Madrid y pretende poner otros 100 m¨¢s sobre la mesa para pr¨®ximos proyectos. En la capital tiene tres proyectos inmobiliarios en la zona de Chamber¨ª (Modesto Lafuente, General Arrando y Garc¨ªa de Paredes) y otro en el barrio de Salamanca (en la calle Jorge Juan), adem¨¢s de un edificio de oficinas al norte de la capital. Adem¨¢s, tambi¨¦n poseen de La Garganta, el mayor coto de caza de Espa?a que, entre Ciudad Real y C¨®rdoba, tiene 15.000 hect¨¢reas y da empleo a 50 personas.
Hugh Grosvenor se convirti¨® en duque en 2016, tras la muerte de su padre, Gerald, a los 64 a?os a causa de un infarto. Mientras ¨¦l sea soltero ¡ªse le asigna una novia, antigua compa?era de colegio, pero no hay fotos de ambos¡ª su madre, Natalia, ser¨¢ la duquesa viuda. Ella, de 61 a?os, es madrina del pr¨ªncipe Guillermo, mientras que Hugh se convirti¨® en 2013 en uno de los siete padrinos del hijo de este, el pr¨ªncipe Jorge de Cambridge. Lejos de presumir de conexiones, los discretos Grosvenor prefieren vivir al oeste del Reino Unido en Eaton Hall, su mansi¨®n de m¨¢s de 4.000 hect¨¢reas.
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