Tommy Hilfiger vende dos de sus mansiones por un precio total de 63 millones de euros

El mercado inmobiliario del lujo en EE UU se mueve, y Tommy Hilfiger es uno de los que entran en el negocio. El dise?ador de moda ya sea por gusto, por necesidad o por inter¨¦s patrimonial, ha decidido hacer cambios en su cartera. Por eso se ha deshecho de dos de sus casas por un precio total de 63 millones de euros.

El pasado enero, Hilfiger se deshizo de una mansi¨®n en Greenwich, Connecticut, situada a menos de una hora al norte de Nueva York. Como cont¨® unos meses antes, en septiembre, al diario Wall Street Journal, su intenci¨®n era emigrar a tierras m¨¢s c¨¢lidas junto a su esposa, Dee Ocleppo. Connecticut, situado muy cerca del bullicioso Manhattan, pero mucho m¨¢s tranquilo, se hab¨ªa convertido en destino de las grandes fortunas que decidieron huir de Nueva York en plena pandemia.

La casa sali¨® a la venta por 47,5 millones de d¨®lares (algo m¨¢s de 39 millones de euros) pero Hilfiger, que parec¨ªa tener cierta prisa ha terminado por aceptar una oferta de 45 millones (37 millones de euros). Aunque no consigui¨® tanto dinero como pretend¨ªa, s¨ª que gan¨® con respecto a su compra, que realiz¨® en 2010 por 31,4 millones (casi 26 millones de euros).

El lugar, que fue fotografiado por la revista Architectural Digest, es impresionante. Tiene m¨¢s de 89.000 metros cuadrados de terreno ocupados por distintas construcciones, parques, jardines y una gran piscina redonda. Sus interiores son de m¨¢rmol y maderas nobles, con una gran escalera circular presidiendo el sal¨®n. La decoraci¨®n tiene muy en cuenta ese punto rural pero sofisticado, con sof¨¢s en blanco, grandes l¨¢mparas. Tiene seis dormitorios, y el principal consta de jacuzzi, gran balconada y vestidor. Los invitados podr¨¢n pernoctar en la edificaci¨®n principal o en una secundaria que tiene un dormitorio, comedor, cocina y ba?o distribuidos en tres plantas.

En la casa ¡ªque data de 1939¡ª hay, seg¨²n explicaba la casa Sotheby¡¯s, encargada de su venta, una gran bodega y una zona de cata, adem¨¢s de un gimnasio acristalado y lleno de espejos, sala de juegos, ba?o de vapor y sauna, entre otros entretenimientos. En el exterior se puede disfrutar de jardines cargados de rosas y glicinias creados por la prestigiosa paisajista Miranda Brooks. En los ¨²ltimos 35 a?os, seg¨²n el Wall Street Journal, Hilfiger ha renovado y vendido otras siete propiedades de la misma zona de Greenwich.

A esa venta de hace pocos meses se une ahora la de su casa de Miami. Aunque la pareja se quer¨ªa trasladar all¨ª, ha decidido vender el ecl¨¦ctico inmueble de dos plantas que ten¨ªan en el 605 de Ocean Boulevard para hacerse con otra propiedad m¨¢s peque?a, aunque no precisamente modesta.

Poco tienen que ver las dos propiedades. Al gusto cl¨¢sico de la de Connecticut se contrapone la explosi¨®n de color de la de Miami, que tambi¨¦n retrat¨® la publicaci¨®n AD. Construida en el a?o 2007, consta de seis dormitorios, sala de cine (tapizada en terciopelo rojo y naranja de suelo a techo, butacas incluidas). ¡°Quer¨ªamos algo que fuera completamente lo contrario¡±, afirma Ocleppo, que ayud¨® al dise?ador Martyn Lawrence Bullard a llevar a cabo el proyecto de interiorismo. O como dice Hilfiger: ¡°Es nuestra casa de juegos¡±.

Esta tiene una piscina que da al mar. De sus paredes cuelgan coloridas esculturas o retratos de la ¨²ltima sesi¨®n de Marilyn Monroe, la que le hizo Bert Stern, mes y medio antes de que la estrella muriera. Las habitaciones est¨¢n decoradas a rayas rojas y blancas, o con grandes lunares amarillos. En las paredes hay neones, estampados de naranjas y, como l¨¢mpara, hay una gran bola de discoteca que pende sobre el minibar. ¡°No es del gusto de todo el mundo, hay quien la amar¨¢ y quien la odiar¨¢¡±, cuenta Hilfiger en un v¨ªdeo que public¨® la revista.

La casa, al norte de la ciudad, hab¨ªa salido al mercado por 24,5 millones de d¨®lares (20 millones, en euros). Han decidido cambiarla por otra, tambi¨¦n de dos plantas, en el sur de Florida junto al club de campo de Palm Beach. Les ha costado nueve millones de d¨®lares (7,4 millones de euros) y tiene unos 220 metros cuadrados. Por el momento se sabe que, en vez de blanca, su fachada es azul, como recogen los diarios especializados en compraventas de la zona. Habr¨¢ que esperar a que la decoren a su gusto para ver el resultado final.