Una semana de indultos
Hay veces que deseas ser ingl¨¦s. Todo lo hacen pop y deportivo. Tienen tan asumido el concepto de la apariencia y la cortes¨ªa que han hecho con ellas un ¡®hobby¡¯ que algunos llaman educaci¨®n y otros, hipocres¨ªa
Es una vieja tradici¨®n medi¨¢tica que cuando no quieres o puedes hablar de un tema nacional, te fijes en lo que sucede en Inglaterra. Quiz¨¢s sea por lo insular, lo ins¨®lito que se ha vuelto casi todo entre el Reino Unido y Europa tras el Brexit, pero efectivamente, cuando no quieres meterte en los l¨ªos de la casa real local, te fijas y disfrutas de los muchos que propone la casa de los Windsor. El mi¨¦rcoles me cautiv¨® la presencia de Camilla Parker-Bowles, esa mujer que pocos defienden y muchos detestan, en la ¨²ltima exposici¨®n de David Hockney en la Royal Academy.
Camilla y Hockney hacen buena pareja. Ambos son iconoclastas ingleses, Hockney universalmente admirado, Parker-Bowles no tanto. Apodada caninamente como la Rottweiler, como la rebautiz¨® Diana de Gales, primera esposa de su actual marido, pero no su verdadero amor, como s¨ª lo han sido siempre Camilla y los perros. En su visita a la exposici¨®n, Camilla sorprendi¨®, marinera y sesentera, con un vestido camisero azul con pliegues blancos y botas altas de ante. ?C¨®mo si se hubiese vacunado con Moderna y no con AstraZeneca! Dejando claro que la situaci¨®n era relajada, fresca, renovada como se supone que tiene que ser la reapertura de un museo o una primavera despu¨¦s del confinamiento. Inocul¨® ese efecto con creces. En particular, por el hecho de no llevar bolso. Un gol en toda regla en un momento en que los hijos de su marido parecen sumergirse en agitadas aguas de rencillas, regateos y traumas. Camilla, decide as¨ª dar un paso m¨¢s hacia la extravagancia, ese bizarro tesoro brit¨¢nico. Sola, sin marido, ni s¨¦quito, ni bolso. Aunque todo sali¨® bien y tras la exposici¨®n se detuvo a saludar visitantes en la entrada, ya son legi¨®n los que la sentenciaron por su aspecto. Yo la indultar¨ªa.
Hay veces que deseas ser ingl¨¦s. Todo lo hacen pop y deportivo. Tienen tan asumido el concepto de la apariencia y la cortes¨ªa que han hecho con ellas un hobby que algunos llaman educaci¨®n y otros, hipocres¨ªa. Para los que hemos visto The Crown en esta ¨²ltima temporada, Camilla resulta un ser tan manipulador y casi cruel como su suegra en la vida real, la reina Isabel, que mantiene su eterno poder dentro del bolso impidi¨¦ndole a todos que le hagan sombra. Esa ficci¨®n te hace desear ser un brit¨¢nico, a modo de indulto y volverte de clase alta.
Muy brit¨¢nica, como el f¨²tbol, ha resultado la despedida mediante comunicado de Zinedine Zidane del Real Madrid. Son tiempos de cambios y recambios para el f¨²tbol. A veces siento que con la ausencia de p¨²blico en los estadios ha perdido emoci¨®n, empuje, aunque han sucedido cosas bonitas como que el Atl¨¦tico de Madrid ganara la Liga tras unas semanas de infarto. Pero al d¨ªa siguiente, el seleccionador Luis Enrique anunci¨® que no contar¨ªa con Sergio Ramos y me preocup¨¦ much¨ªsimo porque acababa de estar con su esposa, Pilar Rubio, en una grabaci¨®n de televisi¨®n. Record¨¦ algo que me cont¨® Sara Carbonero cuando Iker Casillas estuvo de baja y eran pareja: ¡°Es muy, muy dif¨ªcil convivir con un atleta de ¨¦lite cuando no juega¡±. Pilar y Sergio, aguanten. Tambi¨¦n habr¨¢ un indulto para vosotros.
Vivimos una semana de indultos. Y nuevos frentes. El mi¨¦rcoles acababa la docuserie de Roc¨ªo Carrasco con unos ¨²ltimos 12 minutos donde la protagonista expresaba el objetivo de su relato: conseguir mayor protecci¨®n legal para las mujeres acosadas y que las que se sientan identificadas con su caso, puedan defenderse. De inmediato, ese mundo circular y tortuoso de la prensa del coraz¨®n volvi¨® a enroscarse en la terna de si crees a Roc¨ªo Carrasco o entiendes a su hija Roc¨ªo Flores. Deploro ese juego. Desmerece el esfuerzo que ha significado la docuserie. No merece indulto ese machismo que todav¨ªa juega con nuestras vidas.
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