El fundador de bodegas Pesquera deshereda a las tres hijas que le apartaron de su empresa
Alejandro Fern¨¢ndez, el hombre que revolucion¨® Ribera del Duero, ha dejado como heredera ¨²nica y universal a su hija peque?a, seg¨²n el testamento que firm¨® cuatro d¨ªas antes de su muerte
Se confirm¨® lo esperado: el testamento de Alejandro Fern¨¢ndez, fundador de bodegas Pesquera, que falleci¨® el pasado mayo, excluye totalmente de su herencia a las tres hijas con las que estaba enfrentado desde que le retiraron de todos los ¨®rganos directivos de las empresas que hab¨ªa creado. Un final que, seg¨²n manifest¨® el mismo Fern¨¢ndez en una entrevista que concedi¨® a EL PA?S en abril de 2019, sus hijas hab¨ªan ido gestando desde tiempo atr¨¢s y que le oblig¨® a acudir a los juzgados para reclamar lo que consideraba suyo. Un enfrentamiento familiar que algunos medios han bautizado como el Falcon Crest de Castilla y Le¨®n, en referencia a la famosa serie de televisi¨®n de los a?os ochenta que retrataba las intrigas de una rica familia de bodegueros de California.
El empresario que revolucion¨® los vinos de Ribera del Duero test¨® que ninguna de las tres hijas que participaron en esta operaci¨®n, Olga, Mari Cruz y Luc¨ªa, puedan obtener nada del 49,72% que pose¨ªa de la sociedad vitivin¨ªcola que comenz¨® a crear en el a?o 1975 y que en noviembre de 2020 la propia familia valor¨® en 150 millones de euros. Y les priva incluso del tercio de leg¨ªtima, esa parte de las herencias (leg¨ªtima, mejora y libre disposici¨®n) en la que entran obligatoriamente todos los herederos forzosos salvo causa de desheredaci¨®n. Fern¨¢ndez ha dejado como heredera ¨²nica y universal a Eva ¡ªla peque?a de las cuatro hijas que tuvo con Esperanza Rivera, de quien se separ¨® en 2018 despu¨¦s de varias d¨¦cadas de matrimonio¡ª, que ha sido la ¨²nica que se posicion¨® del lado de su padre desde el inicio del conflicto.
El testamento tambi¨¦n establece que las nietas del bodeguero que pertenecen a las tres ramas de las hijas desheredadas sean legatarias de la estricta leg¨ªtima que le hubiera correspondido a sus progenitoras. Parad¨®jicamente, el documento que recoge las ¨²ltimas voluntades de Alejandro Fern¨¢ndez se firm¨® ante una notaria de Valladolid el 17 de mayo de 2021, solo cinco d¨ªas antes de su fallecimiento y despu¨¦s de que su hija Eva lo llevara a un psic¨®logo para certificar que se encontraba bien orientado. En ¨¦l tambi¨¦n se cambiaron a los albaceas que figuraban en un testamento anterior y se nombr¨® para ejercer esa funci¨®n a Pilar S¨¢nchez Represa, abogada especializada en Derecho de Familia y, seg¨²n informaciones del entorno familiar, amiga de la infancia de Eva Fern¨¢ndez.
Tal y como estiman fuentes conocedoras del caso, la hija menor recibe por tanto casi el 75% de la herencia total y el 25% restante, que coincide con lo que hubiera sido la leg¨ªtima de sus otras tres hijas, ha ido a parar a las nietas que pertenecen a las tres ramas de las desheredadas. Pese a todo, el asunto no queda cerrado, ya que la familia a¨²n puede seguir distintos caminos. Si aceptan la voluntad del padre y se ponen de acuerdo, lo m¨¢s probable es que este vaya en la l¨ªnea del que estuvieron a punto de alcanzar en noviembre de 2020 y en el que la parte formada por Olga, Mari Cruz y Luc¨ªa se ech¨® atr¨¢s en el ¨²ltimo momento por diferencias fiscales. Esta es al menos la l¨ªnea que F¨¦lix P¨¦rez, su representante legal, prefiere seguir, seg¨²n ha manifestado a este peri¨®dico.
En ese preacuerdo que no lleg¨® a buen puerto, Eva Fern¨¢ndez habr¨ªa aceptado renunciar a las bodegas m¨¢s importantes de la sociedad a cambio de una cantidad no concretada de dinero, que tambi¨¦n conllevaba derechos de marcas y vi?edos. Cuando cambi¨® la fiscalidad de la comunidad de Castilla y Le¨®n, los asesores de las tres hermanas intentaron reactivar el pacto sin conseguir respuesta, aunque personas que conocen de cerca el proceso afirman que Alejandro Fern¨¢ndez, cuya obsesi¨®n desde el inicio era recuperar su parte de las bodegas y no conseguir dinero, no fue consultado sobre estos movimientos.
Si no llegan a un pacto sobre la sociedad, marcas, vi?edos y bienes inmuebles, el reparto quedar¨ªa en manos de la albacea designada, pero incluso en este caso cualquiera de las partes puede no aceptar la decisi¨®n e impugnarla. Un escenario que fuentes jur¨ªdicas califican de largo y farragoso, con las consecuencias que todo ello puede tener para las marcas de sus bodegas.
El conflicto, seg¨²n especialistas conocedores del asunto, tiene su origen en el a?o 1990, cuando el bodeguero reparte las participaciones de la sociedad Alejandro Fern¨¢ndez Tinto Pesquera. ?l se queda con el 49,72%, su entonces esposa con el mismo porcentaje y cada una de sus hijas con un 0,28%. Cuando el matrimonio se separa, la suma de la parte de su mujer y de las tres hijas, que toman el control, suma un 50,56% de las participaciones de la sociedad, suficiente para dejar a Fern¨¢ndez sin la mayor¨ªa. Tras su muerte, las tres hijas que ahora dirigen la mayor parte del negocio podr¨ªan llegar a beneficiarse en la toma de decisiones de los porcentajes de la sociedad que han recibido como herencia sus propias hijas, la mayor¨ªa de ellas trabajadoras en las bodegas creadas por su abuelo.
¡°Hacer vino siempre fue mi sue?o¡±, explicaba en abril de 2019 este hombre mientras jugueteaba con su gorra sentado tras una mesa de juntas en el despacho de Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano, el letrado que eligi¨® para representar sus intereses. Los conflictos familiares llegaron despu¨¦s de a?os de aparente armon¨ªa y ¨¦xitos empresariales. En aquel encuentro con este peri¨®dico un hombre bonach¨®n, que entonces ten¨ªa 86 a?os, relataba incr¨¦dulo c¨®mo una parte de su familia le hab¨ªa despojado del negocio sobre el que hab¨ªa girado su vida y expresaba que ¨¦l solo quer¨ªa continuar haciendo vino, que era lo que le gustaba.
Alejandro Fern¨¢ndez falleci¨® en la madrugada del s¨¢bado 22 de mayo a los 88 a?os en el hospital de Valdecilla de Santander, donde fue trasladado tras sufrir un desmayo en el restaurante en el que la tarde del d¨ªa anterior present¨® a sus amigos y clientes uno de sus vinos. Aquel d¨ªa, los asistentes al acto le vieron re¨ªr, cantar y firmar sobre las etiquetas de sus botellas. Fue un d¨ªa feliz, aunque la muerte le lleg¨® sin haberse reconciliado con sus hijas y lejos de las bodegas que hab¨ªan sido su vida. Fuentes pr¨®ximas a la familia auguran que el enfrentamiento continuar¨¢. Otros ya ven argumento para una nueva ficci¨®n televisiva. Pero ya casi nadie apuesta por un bando concreto porque ninguno de los protagonistas que quedan son, a juicio de quienes conocen los entresijos de la historia, ni tan buenos ni tan malos como parecen.
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