La batalla de Arantxa S¨¢nchez Vicario y Josep Santacana para evitar la c¨¢rcel
La extenista y su exmarido siguen estrategias enfrentadas en la causa por desprenderse de patrimonio para no pagar una deuda
Miguel P. era el jardinero, ch¨®fer y hombre para todo de la familia S¨¢nchez Vicario. Si hab¨ªa que ser apoderado de una sociedad y firmar papeles sin preguntar, ah¨ª estaba ¨¦l. Tampoco Vicente M. ¡°le¨ªa lo que firmaba¡± cuando le conduc¨ªan a una notar¨ªa de Barcelona y, enfrente de Arantxa S¨¢nchez Vicario y de su marido, Josep Santacana, estampaba su nombre en documentos a cambio de una ¡°cantidad en met¨¢lico¡±. Cuando cay¨® enfermo por un ictus ...
Miguel P. era el jardinero, ch¨®fer y hombre para todo de la familia S¨¢nchez Vicario. Si hab¨ªa que ser apoderado de una sociedad y firmar papeles sin preguntar, ah¨ª estaba ¨¦l. Tampoco Vicente M. ¡°le¨ªa lo que firmaba¡± cuando le conduc¨ªan a una notar¨ªa de Barcelona y, enfrente de Arantxa S¨¢nchez Vicario y de su marido, Josep Santacana, estampaba su nombre en documentos a cambio de una ¡°cantidad en met¨¢lico¡±. Cuando cay¨® enfermo por un ictus le sustituy¨® una mujer, Mar¨ªa Rosa V., que intervino en la venta de un piso de la tenista en la avenida Diagonal por 1.500 euros.
Los relatos de Miguel, Vicente y Mar¨ªa Rosa constan en el sumario del caso, y ellos son los actores secundarios de un juicio que sentar¨¢ en el banquillo, por alzamiento de bienes, a la campeona de Roland Garros y al que fue su marido hasta hace tres a?os. Con la ayuda de esos tres testaferros, la pareja se desprendi¨® presuntamente del patrimonio ¡ªincluidos 14 inmuebles¡ª acumulado por la extenista durante su exitosa carrera deportiva. Tanto el juez que investig¨® el caso como la fiscal¨ªa sospechan que lo hicieron para evitar el pago de una deuda millonaria contra¨ªda por la extenista con el Banco de Luxemburgo.
S¨¢nchez Vicario y Santacana, que viven en Miami, EE UU, llegan enfrentados a un proceso penal en el que cada uno de ellos afronta una petici¨®n de cuatro a?os de c¨¢rcel. A un divorcio conflictivo que se dirime en los tribunales ¡ªcomo casi todo en la vida de la exjugadora¡ª se suman ahora dos l¨ªneas de defensa que, si no cambian las cosas, son irreconciliables: la estrategia de ambos parece abocada a atribuirse mutuamente las culpas.
No siempre fue as¨ª. En los primeros compases de la investigaci¨®n, la exjugadora lleg¨® a declarar que Santacana no hab¨ªa tenido ¡°nada que ver¡± con unas operaciones que, seg¨²n fuentes cercanas a la tenista, no pretend¨ªan evitar al banco, sino obtener liquidez para afrontar el pago de otras deudas dejadas por la ruinosa gesti¨®n econ¨®mica de su peque?o imperio. A medida que el proceso de separaci¨®n avanzaba, sin embargo, tambi¨¦n se agrand¨® el distanciamiento en sede judicial.
La deportista, que en su d¨ªa acus¨® a sus padres de haberla dejado en la ruina, carga esta vez contra su exmarido y se desvincula de las operaciones de enajenaci¨®n de bienes. ¡°No llev¨® a cabo ninguna acci¨®n tendente a vender los inmuebles¡± y tampoco se qued¨® el dinero que se obtuvo de esas ventas, seg¨²n los escritos de sus abogados que constan en la causa. La extenista acusa a Santacana de cobrar una exclusiva en la revista Lecturas, en 2012, que les report¨® 24.780 euros. Una cantidad que, seg¨²n la fiscal¨ªa, tambi¨¦n hicieron desaparecer dentro de su ¡°plan para frustrar¡± el cobro de la deuda.
Santacana, empresario y villano oficial de los S¨¢nchez Vicario, se defiende se?alando una idea esencial que va a estar en el epicentro del debate en el juicio, a¨²n sin fecha: el dinero y las casas, pero tambi¨¦n la condena de Hacienda y la deuda posterior contra¨ªda con el banco, son todo cosa de su exmujer. La familia le oblig¨® a firmar ¡°f¨¦rreas capitulaciones matrimoniales para mantenerlo alejado del importante patrimonio¡± de ella, recuerda en un escrito su abogado, Juan Segarra, del despacho Molins Defensa Penal. Santacana juega el partido con un set en contra: las declaraciones de algunos testaferros (cercanos a la familia de la deportista) apuntalan su participaci¨®n en las operaciones; tambi¨¦n la fiscal¨ªa recoge en su acusaci¨®n que quien fue n¨²mero uno del mundo actu¨® siguiendo sus ¡°consignas¡±. Pero la defensa insiste en que su intervenci¨®n fue escasa y espor¨¢dica, y ¡°siempre en nombre, por cuenta y encargo¡± de S¨¢nchez Vicario. Recuerda, adem¨¢s, que la compleja estructura empresarial fue creada por el padre de la jugadora (fallecido en 2016) antes de que ellos dos iniciaran una relaci¨®n sentimental.
Todo se precipit¨® en 2009. El Tribunal Supremo confirm¨® la condena a Arantxa S¨¢nchez Vicario a pagar una multa de 5,2 millones por eludir el pago de impuestos al simular que ten¨ªa la residencia en Andorra. En paralelo, ella toma personalmente ese a?o el control de unas sociedades que, seg¨²n el juez, ¡°carecen de actividad productiva¡± y se limitan a ser las titulares ¡°formales¡± de las casas que acumula en Barcelona, la Costa Brava o el Pirineo catal¨¢n.
Hacienda logr¨® cobrar la suma reclamada gracias a un aval del Banc de Sabadell que, a su vez, recuper¨® el dinero mediante un contraaval suscrito con el Banco de Luxemburgo. Pero cuando esta entidad llam¨® a las puertas de la ol¨ªmpica, se hizo el silencio. Trat¨® de cobrar la deuda en vano. Logr¨® que, en 2013, un juzgado civil reconociera la deuda y dictara resoluciones de embargo y averiguaci¨®n de bienes. Incluso se examinaron los derechos que pudieran corresponderle a la extenista en el proceso que hab¨ªa abierto contra sus padres. Pero todo hab¨ªa desaparecido. La entidad consider¨® que no fue una ruina fortuita, sino buscada y se querell¨® contra la jugadora¡ y contra el marido.
La investigaci¨®n, a cuyo contenido ha accedido EL PA?S, ha llegado a su fin. El titular del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 4 de Barcelona, Hugo Novales, ha abierto juicio oral y ha ordenado el pago de una fianza solidaria a la pareja de 6,1 millones para cubrir la eventual responsabilidad civil en caso de condena. El auto advierte de que, si no abonan la fianza, se embargar¨¢n sus propiedades. Por ahora no ha ocurrido. Fuentes cercanas a la familia de S¨¢nchez Vicario se?alan que no hay nada que embargar: no tiene ya propiedades en Espa?a.
Todo est¨¢ preparado para el partido final. La pareja se juega la c¨¢rcel. Mientras Santacana lucha por demostrar que no tiene nada que ver con los hechos de los que le acusa la fiscal¨ªa, S¨¢nchez Vicario ha dado ya alg¨²n paso para minimizar los da?os si hay condena. A trav¨¦s de un administrador concursal en Manhattan, Nueva York, obtuvo la devoluci¨®n de fondos Madoff, ¡°inversiones ruinosas que hab¨ªa realizado su padre, ya fallecido¡±: un mill¨®n de euros que ha utilizado para enjugar parte de una deuda que, ahora, amenaza su futuro en libertad.