23 a?os despu¨¦s, Kate Winslet rememora los Oscar de ¡®Titanic¡¯ y su alabado vestido: ¡°No era c¨®modo, pero merec¨ªa la pena¡±

Corr¨ªa el a?o 1997 cuando legiones de espectadores corrieron a los cines para ver Titanic, el que fue el ¨²ltimo gran ¨¦xito cinematogr¨¢fico de las pantallas del siglo XX. La pel¨ªcula protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet se convirti¨® en un ¨¦xito inmediato, recaudando m¨¢s de 2.200 millones de d¨®lares en todo el mundo (cost¨® nada menos que 200, una barbaridad para el momento). Los actores adquirieron inmediatamente el estatus de ¨ªdolos y se convirtieron en la pareja de int¨¦rpretes m¨¢s deseada.

Para decepci¨®n de sus fans, DiCaprio no logr¨® la nominaci¨®n al Oscar por su papel de Jack Dawson. Pero Kate Winslet s¨ª que la logr¨® por el personaje de la estirada y luego enamorada Rose DeWitt Bukater. Esta de 1998 era su segunda nominaci¨®n, esta vez como actriz principal, tras lograr la estatuilla dos a?os antes en la categor¨ªa de reparto por su actuaci¨®n en Sentido y Sensibilidad.

Para esa ceremonia en la que Titanic obtuvo nada menos que 11 de los 14 premios a los que estaba nominada, Winslet luci¨® sus mejores galas, aunque no gan¨® el galard¨®n, que fue para Helen Hunt por Mejor... Imposible. La actriz, de entonces apenas 22 a?os, decidi¨® llevar un vestido de Givenchy dise?ado a medida por Alexander McQueen en color verde con remates en dorado en el escote y bordados en la falda y las mangas de una chaquetilla tipo bolero que llevaba a juego (los zapatos tambi¨¦n eran iguales). Estos d¨ªas, en una entrevista con la revista People, la int¨¦rprete ha recordado lo que supuso para ella llevar un dise?o tan poderoso como aquel. De hecho, ha reconocido que despu¨¦s de m¨¢s de dos d¨¦cadas ese sigue siendo su dise?o favorito de todos los que ha lucido.

Cuenta Winslet que las alfombras rojas son algo que la ponen nerviosa, y que siguen haci¨¦ndolo incluso despu¨¦s de 30 a?os de experiencia sobre ellas. Y que aquella 70? edici¨®n de los galardones no fue una excepci¨®n. ¡°Me sent¨ªa como una escultura bordada¡±, rememora sobre el traje. ¡°Para ser honesta, el vestido no era del todo c¨®modo para llevarlo. Ni para sentarse. Pero merec¨ªa la pena, porque lo hab¨ªa hecho ¨¦l¡±, cuenta la actriz sobre el fallecido McQueen, que hab¨ªa debutado en la casa Givenchy apenas unos meses antes, con la colecci¨®n primavera/verano de 1997, y la que estuvo vinculado hasta el a?o 2000.

Adem¨¢s, Winslet ha relatado que normalmente para las alfombras rojas intenta primar la comodidad, m¨¢s all¨¢ del glamur, aunque reconoce que para algo como los Oscar puede hacer alguna excepci¨®n. ¡°Siempre espero poder mantenerme calmada y sentirme c¨®moda, la verdad, y que no me duelan los pies o no tener la regla¡±, explica. Aunque para esa ¨¦pica noche donde Titanic se convirti¨® en una de las pel¨ªculas m¨¢s laureadas de la historia del cine (con permiso de Lo que el viento se llev¨®) hizo una peque?a excepci¨®n.

En 2018, en una entrevista con el Daily Mail, Winslet ya explic¨® que llamar la atenci¨®n f¨ªsicamente no est¨¢ entre sus prioridades. ¡°Cuando entro en una habitaci¨®n, espero tener conversaciones interesantes con la gente; no me interesa si la gente me mira o no. De hecho, al rev¨¦s¡±, explic¨®. ¡°Hay algo que me resulta inc¨®modo en ver a algunas mujeres que se presentan claramente a s¨ª mismas de un modo pensado para que la gente las mire, pero no por las razones correctas¡±. ¡°Si tengo que ir a un evento¡±, afirmaba, ¡°siempre est¨¢ bien sentirse arreglada, pero nada que llame demasiado la atenci¨®n. Como dec¨ªa mi madre siempre: ¡®No me gustan los presumidos, por favor, no vistas ropa para presumir¡¯. Incluso despu¨¦s de todo lo de Titanic, ella segu¨ªa diciendo: ¡®Por favor, cari?o, no te pongas nada que llame demasiado la atenci¨®n¡±.