¡°Un timo absoluto¡±, ¡°decepcionante¡±: las malas cr¨ªticas se ciernen sobre el palacio de Buckingham

Ha lucido poco el sol este verano en Londres. Los rayos t¨ªmidos de alguna ma?ana pronto se desvanecen entre cielos encapotados. Las nubes, en su rica gama gris¨¢cea, explotan casi a diario en chaparrones intermitentes o en lluvias torrenciales de una intensidad como no se hab¨ªan registrado en tres d¨¦cadas. El 12 de julio fue el d¨ªa m¨¢s h¨²medo de la capital brit¨¢nica: 46,8 mil¨ªmetros de agua, por encima de la media habitual para todo el mes, e inundaciones en diversos barrios. La lluvia incesante coincidi¨® con la reapertura al p¨²blico de los jardines del palacio de Buckingham, que sortean desde entonces una tormenta de cr¨ªticas feroces de los visitantes.

¡°Un timo absoluto¡±, escribi¨® Siofra en Trip Advisor. ¡°Decepcionante¡±, replic¨® Richard en su comentario de principios de mes. ¡°Estaba muy ilusionada con esta visita, pero me qued¨¦ masivamente frustrada, como muchos otros¡±, critic¨® Michelle. El jard¨ªn privado m¨¢s grande de Londres, donde se cortan flores para el ramo que Isabel II recibe a diario cuando duerme en su residencia oficial de la capital, ha defraudado al p¨²blico. Y en el segundo verano de pandemia del coronavirus, con restricciones a los viajeros europeos, americanos y asi¨¢ticos, los visitantes son en su mayor¨ªa nacionales brit¨¢nicos o extranjeros residentes en Reino Unido.

La Royal Collection Trust, entidad que gestiona las propiedades de la Corona, promociona la reapertura del jard¨ªn como una ocasi¨®n ¨²nica e in¨¦dita. Antes del coronavirus, la visita combinaba el recorrido por los salones de Estado con un paseo al aire libre bordeando una secci¨®n de sus famosos parterres. Esta temporada, al sal¨®n del trono, la galer¨ªa de pinturas o la estancia donde la reina recibe a sus primeros ministros se accede ¨²nicamente en visitas guiadas que incluyen ¨¢reas exteriores del recinto real.

Los jardines ganan as¨ª independencia del resto del palacio, aunque, a juzgar por los comentarios en las redes sociales, la nueva opci¨®n no sobresale en cuanto a calidad y precio. El picnic es la gran novedad del verano. Individuos, parejas y familias tienen permiso para extender la tradicional manta impermeable sobre el c¨¦sped, abrir la cesta del almuerzo, degustar sus propios manjares, refrescos o variedades de t¨¦. Las bebidas alcoh¨®licas est¨¢n prohibidas, incluidos chupitos de la ginebra que se elabora con flores y frutas recolectadas in situ y que est¨¢ a la venta en la tienda palaciega.

¡°Solo una fracci¨®n del jard¨ªn est¨¢ abierta a los visitantes, b¨¢sicamente el c¨¦sped y un peque?o borde serpenteante que lo recorr¨ª en cinco minutos a paso tranquilo. Muy decepcionante; siento que me han timado. Me sabe m¨¢s a una donaci¨®n para la conservaci¨®n del palacio que una oportunidad genuina de explorar los jardines¡±, protest¨® Siofra. Existe una gran afici¨®n por la flora en Reino Unido y los invernaderos, parques y jardines nunca faltan en la lista de actividades para jornadas festivas. Pero la mayor¨ªa son de acceso gratuito y con hermosas distintivas peculiaridades, como los colindantes St. James, Hyde y Green Park.

¡°Much¨ªsimo c¨¦sped donde sentarse, pero sin nada de ambiente y con un ¨²nico parterre de flores bonito. Las cosas medio interesantes est¨¢n tan lejos de la cuerda de seguridad que no se aprecian bien, salvo que pagues m¨¢s dinero. Una experiencia mediocre y una oportunidad perdida¡±, reproch¨® Michelle. La queja se repite entre los que no abonaron el plus de la visita guiada por la secci¨®n del suroeste, con el jard¨ªn de rosas, el pabell¨®n de verano y la campa de flores silvestres entre sus notables excelencias.

Las 15.8 hect¨¢reas de jard¨ªn se remontan a 1825, cuando Jorge IV transform¨® la casa original en su palacio de Buckingham. La reina Victoria, la llamada ¡°abuela de Europa¡± por la red mon¨¢rquica que teji¨® a partir de enlaces matrimoniales de sus nueve hijos y 42 nietos, estableci¨® los principios de la residencia regia moderna, como hogar familiar privado, espacio de trabajo y foco de celebraciones nacionales. Entre la hierba y ¨¢rboles centenarios, Isabel II convidaba, antes de la crisis de la covid-19, a unos 24.000 ciudadanos en tres archipopulares fiestas anuales. Sus dos hijos mayores, Carlos y Ana, compartieron de ni?os el cuidado de una huerta de verduras y plantas arom¨¢ticas en alg¨²n recoveco del mismo terreno. Se dice que, cuando herede la corona, el pr¨ªncipe querr¨ªa hacer m¨¢s accesibles las residencias oficiales: Buckingham, Balmoral, Clarence House, Sandringham y el castillo de Windsor.

No todo son cr¨ªticas malas en Trip Advisor. ¡°Un oasis de paz¡­ es maravilloso experimentar los jardines por donde ha caminado la familia real. No son sobresalientes, pero est¨¢n bien y es un sitio bonito para un picnic¡±, opin¨® Alan. ¡°Un lugar hist¨®rico precioso e imprescindible de ver¡±, comenta Arthur. Ziggi invit¨® a su familia a un combo de palacio y jard¨ªn que, seg¨²n cuenta, result¨® ¡°brillante¡±. Orlando reuni¨® a tres generaciones de familiares en una ¡°gran velada¡± en la que hasta el ¡°tiempo aguant¨®¡±. ¡°Hicimos el picnic bajo un ¨¢rbol, pero hab¨ªa carpas para guarecerse de la lluvia¡­ Pasamos un d¨ªa estupendo en familia y me gustar¨ªa repetir el a?o pr¨®ximo¡±, escribe una abuela que lo visit¨® con sus cuatro hijos, nueras y nietos.

A 16,50 libras por adulto (unos 20 euros), el precio de la visita regular ronda en la banda alta de la oferta londinense de entretenimiento. El Museo del Jard¨ªn, creado en torno a una iglesia al sur del T¨¢mesis, cobra 12 libras por visitante, y, entre otros ejemplos, Casa Syon, con su llamativo jard¨ªn e invernadero, cuesta 13,50. La entrada del magistral jard¨ªn bot¨¢nico de Kew Gardens sube a 17,50, pero conviene ir con mucho tiempo libre para inspeccionarlo m¨ªnimamente. La Royal Collection Trust, que arrastra p¨¦rdidas estimadas en 60 millones de libras debido a la falta de turistas durante la pandemia, achaca las quejas al lluvioso y templado verano de la capital brit¨¢nica.

Al menos no se ha ganado el sambenito de ¡°peor atracci¨®n tur¨ªstica de Londres¡±. Esa etiqueta corresponde al Marble Arch Mound, un mont¨ªculo artificial al norte de Hyde Park y al oeste de Oxford Street que cerr¨® a los d¨ªas de su inauguraci¨®n, a finales de julio. Ha dimitido el concejal que gestion¨® el proyecto ¡ªel presupuesto de la obra se dispar¨® a 6 millones de libras¡ª y la gente lo visita ahora, con la entrada gratuita desde su reapertura, por el morbo de ver la desastrosa construcci¨®n. El ayuntamiento lo ide¨® como reclamo temporal que atraer¨ªa a las masas al centro de Londres con un gancho similar a la Promenade Plant¨¦e de Par¨ªs o el High Line de Nueva York. En las redes lo han bautizado la ¡°colina de los Teletubbies¡±.