Un poco de Karl Lagerfeld es mucho
Antig¨¹edades, arte contempor¨¢neo, objetos decorativos, ¡®gadgets¡¯ y dise?os exclusivos: los ¨²ltimos tesoros del que fuera k¨¢iser de la moda, fallecido en 2019, se subastan en Sotheby¡¯s. Un atrac¨®n coleccionista que necesitar¨¢ varias sesiones, presenciales y digitales, para despacharse
Lo hizo en vida, en m¨²ltiples ocasiones, as¨ª que poco (nada, en realidad) iba a importarle que volviera a ocurrir a casi tres a?os vista de su muerte. Karl Lagerfeld pod¨ªa tenerlo todo ¡ªy de todo, hasta repetido¡ª, pero siempre entendi¨® que lo importante no era la posesi¨®n, sino la manifestaci¨®n que hac¨ªa de su identidad a trav¨¦s de lo que pose¨ªa. Por eso, con la misma despreocupada actitud y celeridad con que su gremio descarta estilos y tendencias, sol¨ªa desprenderse de aquello que atesoraba. ¡°Me encanta coleccionar, pero no pierdo la cabeza por ser due?o de nada. Soy una persona de la moda, me estimulan los hallazgos, descubrir cosas, pero al final esto no es m¨¢s que acumulaci¨®n y quiero quit¨¢rmela de encima¡±, constat¨® cuando se deshizo de su colecci¨®n de antig¨¹edades francesas del siglo XVIII, v¨ªa Christie¡¯s, en 2000. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, lo que queda de sus ingentes bienes muebles ha comenzado a ser adjudicado al mejor postor en Sotheby¡¯s.
Desde las 10 de la ma?ana del pasado viernes 26 de noviembre ya era posible pujar por los primeros lotes, los numerados entre 1.000 y 1.182, en la p¨¢gina web de la casa de subastas brit¨¢nica. Son los m¨¢s accesibles, aunque tambi¨¦n prosaicos: casi una veintena de dibujos de Georges Lepape, uno de los artistas que ilustraron las revistas de moda de principios del siglo XX, que, en el momento del cierre de este texto, se pagan entre 800 y 4.200 euros; unas bandejas modulares de la arquitecta Zaha Hadid para Alessi, de 2009, que ahora mismo multiplican por 12 los 100 euros de su precio estimado; una carta de Victor Hugo a Alphonse de Lamartine, fechada en 1848, que va por los 1.800; una chaqueta de esmoquin en terciopelo del Saint Laurent de Anthony Vaccarello, de 2016, que podr¨ªa alcanzar los 4.000; una peque?a serie de tres dibujos en la que el dise?ador alem¨¢n retrat¨® al que fuera su controvertido amante en los a?os setenta, Jacques de Bascher, que anda por los 7.000; y hasta un casco de obrero blanco que cotiza a 500 euros. Las ofertas de la primera puja online se cierran a las 13:00 horas de este lunes, justo cuando comienza la segunda parte de esta modalidad de subasta (hasta el 17 de diciembre), con una nueva selecci¨®n de objetos personales ¡ªropa y juegos de maletas, por ejemplo¡ª y de dise?o procedentes de las residencias del creador en M¨®naco y Louveciennes.
Sotheby¡¯s ha catalogado alrededor de 4.000 art¨ªculos, una labor en la que ha empe?ado m¨¢s de tres meses. Para darles salida, a la casa de subastas no le ha quedado otra que convocar hasta cinco sesiones: las dos digitales referidas y otras tres presenciales. La primera de estas comenz¨® el viernes 3 en su sede de M¨®naco y se prolongar¨¢ ¡ªaunque tuvo que suspenderse por ciertos problemas t¨¦cnicos durante unas horas¡ª hasta este domingo, para repetirse a continuaci¨®n en la de Par¨ªs, el 14 y 15 de diciembre. La tercera se celebrar¨¢ en Colonia, pero ya en marzo de 2022. Hay mucho identificado como ¡®memorabilia¡¯, incluyendo aquellos cacareados 400 iPods (cada uno con sus listas de reproducci¨®n, gentileza de Michel Gaubert, el DJ que pon¨ªa banda sonora a los desfiles de Chanel y Fendi en los d¨ªas de gloria de Lagerfeld como director creativo de ambas marcas), las escurridas prendas de Hedi Slimane para Dior Homme por las que el alem¨¢n adelgaz¨® 42 kilos, un Rolls Royce Phantom y un Cullinan, un juego de 50 s¨¢banas y otro de 270 fundas de almohada, mu?ecos a su imagen y semejanza y los caprichos con los que mimaba a Choupette, su c¨¦lebre gata birmana. Es posible incluso pujar por los Ch?teau Lafite y Ch?teu Mouton en botella ¡®magnum¡¯ de sus bodegas. Tambi¨¦n por un sinf¨ªn de piezas de mobiliario y dise?o industrial con firmas del alcance de Le Corbusier, Gio Ponti, Liaigre, Andr¨¦ Sornay, Bruno Paul, Erwan y Ronan Bouroullec o su favorito, Marc Newson (su esposa, Charlotte Stockdale, trabaj¨® como estilista para ¨¦l en Fendi).
Y luego est¨¢n las obras de arte, contempor¨¢neo la mayor¨ªa, que adquir¨ªa en galer¨ªas como la parisina Kreo: esculturas de Jeff Koons, Yayoi Kusama, Konstantin Grcic y Martin Szekely; pinturas de John Baldessari, Takashi Murakami, Fauconnet... Todo salido de las estancias de la mansi¨®n decimon¨®nica que ten¨ªa en Louveciennes, a un paso de Versalles; sus magnos aposentos en el piso 19 de la Torre Millefiori monegasca y el apartamento y el estudio de trabajo que compr¨® en 2008 en la parisina rue des Saint-P¨¨res donde pasaba gran parte del tiempo. No fueron sus ¨²nicos hogares, que tambi¨¦n dispon¨ªa de pisos en Roma y Berl¨ªn, un ¨¢tico en Montecarlo, el castillo en la Breta?a, la villa de Biarritz y el casopl¨®n neocl¨¢sico de Grand Isle, en Vermont, (Estados Unidos). Lo que se dice genuino hombre renacentista ¡ªam¨¦n de dise?ador, fue fot¨®grafo, ilustrador, galerista, comisario de arte, librero y editor¡ª, Lagerfeld se ocup¨® de equiparlos/decorarlos, dando rienda suelta a su omn¨ªvora pulsi¨®n coleccionista. Lo mismo le daba por el milan¨¦s Grupo Memphis que por el estilo Luis XIV, el ¡®chic¡¯ a lo Weimar y los exotismos de 1900. ¡°Soy capaz de imaginar todo tipo de pasados que nunca he conocido¡±, dec¨ªa. Para saltar de un periodo a otro, subastaba. Comenz¨® a hacerlo en 1975, cuando puso bajo el martillo de Drouot su colecci¨®n art d¨¦co. Esper¨® hasta 1991 para deshacerse de su obsesi¨®n Memphis en M¨®naco. Y repiti¨® hasta tres veces en 2000, soltando lastre decorativo y pict¨®rico entre Nueva York, Par¨ªs y de nuevo el principado monegasco. Sin sentimentalismos, faltar¨ªa.
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