Kiko Rivera cuenta que se ha gastado ocho millones de euros en sus adicciones

Los problemas de adicci¨®n de Kiko Rivera (Sevilla, 37 a?os) son algo p¨²blico, comentados por su entorno e incluso por ¨¦l mismo. El hijo mayor de Isabel Pantoja cont¨® hace casi tres a?os que a diario consum¨ªa hach¨ªs, marihuana y coca¨ªna. ¡°En determinado momento de mi vida, y de ah¨ª viene en gran parte mi depresi¨®n, tuve adicci¨®n a las drogas¡±, inform¨® en relaci¨®n con la dolencia que padec¨ªa. Una situaci¨®n que tambi¨¦n le caus¨® graves complicaciones econ¨®micas. Sin embargo, ahora ha ido un paso m¨¢s all¨¢. El pinchadiscos ha contado lo complejo que fue gestionar aquello, qui¨¦nes le ayudaron y qui¨¦nes, por el contrario, agravaron su situaci¨®n. Su madre no sale demasiado bien parada en su relato, donde s¨ª destacan la figura de su abuela Ana y la de su esposa, Irene Rosales.

Rivera ha hablado de todo ello en el programa de Cuatro Planeta Calleja, presentado por el aventurero Jes¨²s Calleja y emitido el domingo 5 de diciembre. Los dos han viajado juntos a Nepal (en un programa rodado en abril de 2021) y ha sido all¨ª, durante esos d¨ªas de traves¨ªa, cuando Rivera se ha abierto en canal con Calleja. ¡°Empec¨¦ a consumir con 17 o 18 a?os y he llegado a consumir hasta cuatro y cinco gramos al d¨ªa¡±, daba a conocer el artista. ¡°Mi madre se enter¨® hace tres o cuatro a?os¡±, recordaba ¨¦l, ¡°cuando mi mujer ya no puede m¨¢s y la llama¡±.

Una adicci¨®n que se entiende mejor con una cifra: la de los ocho millones de euros que afirma haberse gastado el pinchadiscos en el consumo de estupefacientes. ¡°Yo he hecho lo que cualquier chaval, con la diferencia de que ten¨ªa una c¨¢mara encima¡±, contaba, al desvelar que se escapaba de casa en su adolescencia y cog¨ªa el coche, aun sin tener carn¨¦: ¡°De salir un viernes y aparecer el otro viernes¡±. Todo empez¨® a sus 18 a?os. Su madre se encontraba de gira por Latinoam¨¦rica, y entonces le ofrecieron 2.000 euros por el simple hecho de acudir a una fiesta, algo que poco a poco fue a m¨¢s. R¨¢pidamente, empez¨® a cobrar ¡°25.000 euros¡± por un evento donde se hac¨ªa ¡°cuatro fotos¡±. Al ser un personaje muy demandado, pod¨ªa participar en varios de esos ¡°bolos¡± en un fin de semana y embolsarse hasta 100.000 euros. Sin embargo, el dinero desaparec¨ªa antes de acabar la noche: ¡°Yo he llegado a salir de un bolo sin pasta. Me lo he fundido¡±.

¡°?C¨®mo se gastan 100.000 euros en un fin de semana?¡±, se preguntaba, sorprendido, Jes¨²s Calleja. ¡°No quieras saberlo, Jes¨²s...¡±, contestaba Kiko, para seguir: ¡°Mucha fiesta, estupefacientes a saco. Iba con 25 amigos o 30. Llegaba un fin de semana y les dec¨ªa: ¡®?Ad¨®nde quer¨¦is ir?¡¯ Todo putas, fiesta, todo. Es algo de mi pasado que yo cuento con normalidad¡±, relataba. ¡°Dec¨ªamos: ¡®V¨¢monos para Londres¡¯, y pagaba los aviones, los hoteles, las cenas, las fiestas y me pod¨ªa gastar 60.000 euros [...] Cuando el dinero te llega f¨¢cil, te lo gastas f¨¢cil. Puede que haya gente que se lo haya pasado bien en este pa¨ªs, pero nadie mejor que yo¡±.

¡°?Cu¨¢nto dinero te has fundido as¨ª?¡±, indagaba Calleja. Sin titubear, Rivera responde: ¡°Alrededor de cuatro millones. Sin comprar casas, sin invertir...¡±, relataba. Y dec¨ªa: ¡°No me ha pasado una vez, sino dos. Me he arruinado dos veces. A los 18, hasta los 22 o 23. Luego dije: ¡®?Volvemos al l¨ªo, ya no me pasa m¨¢s!¡¯. Me volv¨ª a arruinar. Yo habr¨¦ ganado en mi vida, arruinada, entre siete y ocho millones de euros¡±. Calleja se llevaba las manos a la cabeza: ¡°?Te has fundido ocho kilakos?¡±. ¡°Entre mis dos ruinas, s¨ª¡±, afirmaba Rivera.

¡°Yo viv¨ªa muy bien¡±, reflexionaba Rivera. ¡°Yo ten¨ªa casoplones, ten¨ªa 11 coches, motos de agua, barcos. Qu¨¦ loco estaba¡±, r¨ªe en la charla en Nepal. ¡°Luego ya cambi¨¦: ya no ganas tanto dinero como antes, te quitas de esas malas amistades...¡±, asegura. Para ¨¦l, el cambio lleg¨® hace ocho a?os cuando conoci¨® a su hoy esposa. De hecho, cont¨® que fue gracias a ella que sali¨® de sus adicciones. ¡°Ella no lo tuvo f¨¢cil¡±, afirma sobre Irene Rosales, a quien califica, junto a sus hijos, de ¡°lo m¨¢s importante¡± de su vida.

¡°Lo cuento con total normalidad porque no me gustar¨ªa que a mis hijas les pasase¡±, admit¨ªa el cantante. Entonces relataba el caso del pinchadiscos sueco Avicii, fallecido en abril de 2018. ¡°He sido drogadicto, a d¨ªa de hoy estoy bien aunque tengo el demonio aqu¨ª, en el hombrito. Yo lo he pasado muy mal. Vi un documental de Avicii, lo admiraba y vi el documental. A otros niveles era mi puta vida en una imagen, sin ser yo. Me impresion¨® tanto que autom¨¢ticamente llam¨¦ a mi representante y suspend¨ª toda una gira. Me da igual los adelantos [de dinero]. Porque pens¨¦: ¡®Yo me voy a morir igual que este¡±.

El papel de su madre, relata, es m¨¢s limitado en toda la historia. Estuvo con ¨¦l en una ¨¦poca en la que hizo terapia, en casa. Ah¨ª pasaron una semana juntos. ¡°Luego no volvi¨® a preguntarme nunca m¨¢s c¨®mo estaba, c¨®mo me sent¨ªa, si lo hab¨ªa vuelto a hacer o no¡±, recordaba. ¡°No quer¨ªa ver que su hijo era as¨ª, pero tu hijo es as¨ª. Y probablemente gran parte de que tu hijo sea as¨ª sea culpa tuya, porque no has estado conmigo todo el tiempo que deber¨ªas haber estado. No le echo las culpas a ella, ni mucho menos, pero ella tambi¨¦n tiene su parte de culpa. Es la labor de un padre saber por d¨®nde va su hijo. Quiz¨¢s, si hubiese estado m¨¢s atenta yo no hubiese ca¨ªdo¡±, acusa a su progenitora. De hecho, seg¨²n ¨¦l cuando se pele¨® con su madre en agosto de 2020 volvi¨® a las drogas. ¡°Me refugi¨¦ en la coca¨ªna¡±, afirma.

Otra figura que sale a relucir es la de Ana Mart¨ªn, su abuela materna, madre de Isabel Pantoja y fallecida el pasado septiembre. ¡°Si quieres que hablemos de amor, tenemos que hablar de mi abuela, no de mi madre¡±, le asegura Rivera a Calleja. ¡°Esa era la que me daba amor, la que me besaba, la que me abrazaba, la que cuando me ca¨ªa, me levantaba¡±, dice Kiko. ¡°Para m¨ª, ser madre no solo es parir. Parir puede hacerlo cualquiera. Ser madre, no¡±. El televisivo personaje asegura que eso no implica que no quiera a Isabel Pantoja: ¡°Yo no he dicho que no la quiera, pero hay l¨ªmites. Cuando ese l¨ªmite se cruza es cuando viene el drama, el problema, pero no la he dejado de querer. Pero antes de hablar con ella, me tiene que dejar lo que mi padre quer¨ªa que su hijo tuviese¡±, afirma, en referencia a los problemas sobre la herencia de la finca familiar, Cantora, que mantiene a madre e hijo enfrentados en una larga y compleja batalla legal.