El divorcio de Haya de Jordania y el emir de Dub¨¢i, el m¨¢s caro del Reino Unido: la princesa obtiene 650 millones

La rocambolesca historia de la princesa Haya de Jordania, exesposa del emir de Dub¨¢i, lleva dos a?os y medio convertida en noticia primera plana de medios de Oriente Pr¨®ximo, Reino Unido y de buena parte del resto del mundo. No le han faltado ingredientes para parecer un relato de ficci¨®n, aunque tristemente real y con el peso de la violencia machista de por medio. En la vida de Haya, que tuvo que salir de Dub¨¢i en 2019 tras las amenazas de su marido cuando descubri¨® que manten¨ªa otra relaci¨®n, ha habido huidas clandestinas a pa¨ªses lejanos, amenazas y secuestros frustrados, sibilinas gestiones diplom¨¢ticas de por parte del rey Abdal¨¢ de Jordania, la mediaci¨®n de las abogadas de mayor prestigio del mundo, intentos de espionaje tecnol¨®gico... Y millones, muchos millones de euros. Ahora, ya con el divorcio cerrado y con una indemnizaci¨®n que, seg¨²n se acaba de saber, es de m¨¢s de 650 millones para la princesa, se ha conocido un nuevo cap¨ªtulo de la historia. Y es que Haya, amenazada por su esposo y con el peso de la fuga de un emirato como Dubai sobre sus espaldas, tambi¨¦n ha tenido que lidiar con un chantaje de los miembros de su seguridad personal.

En los documentos judiciales que ahora han salido a la luz se da cuenta de dicho chantaje, por el que Haya se vio obligada a pagar ocho millones de euros, pero tambi¨¦n se desglosa por primera vez la cuantiosa indemnizaci¨®n de 554 millones de libras ¡ª651 millones de euros¡ª recibida por la princesa, que ser¨ªa la m¨¢s alta en caso de divorcio del Reino Unido. Pese a todo, distar¨ªa mucho de las exigencias iniciales de Haya de Jordania, que eran de 1.640 millones de euros. As¨ª, por ejemplo, se explica que el largo proceso legal ha tenido un coste de m¨¢s de 140 millones de libras (164 millones de euros) y que ha sido pagado por ambas partes. El pago total para la princesa es de 251 millones de libras, casi 300 millones de euros, y en ¨¦l se incluyen casi 25 millones de euros para compensar las joyas y la ropa de alta costura que ella se dej¨® en Dub¨¢i, 5,8 millones anuales para las vacaciones o 2,4 millones para reformar la cocina de la casa de Londres donde viven y a?adir un horno para pizzas. Por la educaci¨®n de sus dos hijos el emir pagar¨¢ otros 3,5 millones de euros. Adem¨¢s, el juez ha asignado al jeque un pago de m¨¢s de 10 millones de libras (casi 12 millones de euros) anuales en seguridad para la princesa y sus hijos hasta que los ni?os acaben de estudiar, porque, seg¨²n el magistrado, ¡°la mayor amenaza a la que se enfrenta [la princesa] es el propio jeque¡±.

Con respecto al chantaje, hace ahora un a?o se supo que Haya, de 47 a?os, hab¨ªa vivido un romance de dos a?os con uno de sus guardaespaldas, un hombre de nacionalidad brit¨¢nica llamado Russell Flowers. Entonces se hizo p¨²blico, a trav¨¦s del Daily Mail, que ella le hab¨ªa hecho caros regalos: relojes de lujo, puros, armas personalizadas... en total, m¨¢s de 1,4 millones de euros en obsequios. Pero hoy una investigaci¨®n publicada por el diario brit¨¢nico The Times da la vuelta a la historia. Seg¨²n el rotativo, el juez Sir Philip Drury Moor, del Tribunal Superior de Londres, ha sentenciado que fueron los miembros de seguridad de Haya quienes la chantajearon con hacer p¨²blica esa relaci¨®n, y consiguieron que les pagara 7,8 millones de euros.

Los guardas de seguridad implicados eran cuatro, denominados en los escritos judiciales como A., B., C. y D., y los cuatro hombres y brit¨¢nicos. Al parecer B. y C. obtuvieron 4,5 millones (5,3 millones de euros), mientras que A. y D., que era el amante de la princesa, un hombre brit¨¢nico casado, se hicieron con 1,4 millones de euros cada uno. El juez Moor afirma en su escrito que fue ¡°un episodio muy insatisfactorio¡± para la princesa y que ¡°Su Alteza Real debi¨® estar muy asustada¡±. De hecho, en las escuchas del juicio la propia princesa habla del miedo que lleg¨® a sufrir a causa de las amenazas.

El juez Moor se lamenta, e incluso se culpa a s¨ª mismo, de que los cuatro chantajistas ¡°hayan huido y no sean perseguidos¡±. Al parecer, seg¨²n los documentos judiciales obtenidos por The Times, todo empez¨® en febrero de 2018, cuando un exmiembro del equipo de seguridad interpuso una demanda por despido improcedente y decidi¨® chantajear a la princesa para conseguir dinero. Ella entonces le dio a ese hombre, que ser¨ªa el denominado A., un total de 1,4 millones que sac¨® la cuenta de su hija Jalila (que acaba de cumplir 14 a?os); seg¨²n ha explicado, us¨® las cuentas corrientes de sus hijos porque era ¡°lo m¨¢s conveniente¡±, afirmando que devolver¨ªa el dinero usado a las mismas.

Solo pasaron cinco meses cuando, ese mismo verano de 2018, los miembros del equipo de seguridad llamados B. y C. le exigieron 5,3 millones a Haya. ¡°Ten¨ªa miedo y ten¨ªa el dinero en la cuenta¡±, dice ella en la vista judicial. M¨¢s tarde, lleg¨® el chantaje de forma directa por parte de su amante, que le exigi¨® otros 1,4 millones de euros.

El escrito judicial da buena cuenta del terror que debi¨® sentir Haya. Instruida en la universidad de Oxford, es hija del fallecido Hussein de Jordania y hermana de Abdal¨¢, actual soberano de ese pa¨ªs, que adem¨¢s la ha ayudado a conseguir un puesto en la embajada de Jordania en Londres para lograr as¨ª la inmunidad diplom¨¢tica. Es la ¡ªpor lo que se puede saber de ese velado mundo¡ª sexta esposa del emir de Dub¨¢i, el millonario jeque Mohammed Al Maktoum, con quien tiene dos hijos. Pero el descubrimiento por parte del emir de que ten¨ªa un amante precipit¨® su huida del pa¨ªs, y se refugi¨® en Londres, donde la familia posee una exclusiva mansi¨®n en Kensington Palace Gardens (Londres), valorada en casi 100 millones de euros. La historia de Haya ha sido la m¨¢s conocida, pero no la ¨²nica. Se ha sabido que la primera esposa del jeque, de la que se divorci¨®, nunca pudo ver a sus hijos tras el divorcio. Las princesas Shamsa ¡ªen el a?o 2000¡ª y Latifa ¡ªen 2018¡ª, hijas del emir, tambi¨¦n intentaron huir del pa¨ªs, pero con menos suerte que la sexta esposa de su padre.