La Casa Real holandesa no utilizar¨¢ su pol¨¦mica Carroza Dorada decorada con escenas coloniales
El rey Guillermo de Orange ha anunciado que la berlina permanecer¨¢ guardada hasta que la sociedad camine junta hacia la reconciliaci¨®n
El rey Guillermo de Orange ha renunciado por ahora a la Carroza Dorada con la que acude a la apertura anual del Parlamento holand¨¦s (Prinsjesdag, en neerland¨¦s) junto con su esposa, la reina M¨¢xima. Decorada con motivos coloniales, el monarca se dirigi¨® el jueves a sus compatriotas por televisi¨®n para anunciar que no volver¨¢ a usarla hasta que se haya hecho ¡°un profundo ejercicio colectivo que permita a todos los ciudadanos sentirse iguales, incluidos los descendientes de los que no fueron libres¡±. Presentado en 1898, el carruaje ha sido restaurado y permanecer¨¢ expuesto hasta el 27 de febrero en el Museo Hist¨®rico de ?msterdam. Despu¨¦s, se guardar¨¢ a la espera de que ¡°Pa¨ªses Bajos est¨¦ listo¡±, seg¨²n ha dicho.
Realizada en madera de teca y cubierta de pan de oro (l¨¢mina de este metal), la Carroza Dorada es uno de los s¨ªmbolos m¨¢s llamativos de la monarqu¨ªa holandesa. En uno de sus lados tiene unas pinturas tituladas Tributo de las colonias, donde unos hombres negros semidesnudos y varias mujeres entregan los frutos all¨ª obtenidos a la Doncella Neerlandesa. Es esta una joven blanca sentada en un trono que personifica a la naci¨®n, y aparece en cuadros y estatuas desde el siglo XVI. Las colonias eran Surinam (en Sudam¨¦rica), las antiguas Antillas Holandesas (en el Caribe) e Indonesia, y los personajes representan a los esclavos que recog¨ªan cacao, tabaco, az¨²car, caf¨¦ o algod¨®n.
La imagen de explotaci¨®n y sumisi¨®n est¨¢ plasmada con una enga?osa aura de armon¨ªa, y el rey ha dicho que si bien no se puede reescribir el pasado, se puede ¡°intentar aprender a vivir con ello, incluido el pasado colonial¡±. En su opini¨®n, no se trata de ¡°condenar o descalificar lo ocurrido visto con ojos de hoy¡±. Tampoco le parece oportuno ¡°prohibir objetos hist¨®ricos¡±. Lo que propone es ¡°un esfuerzo conjunto capaz de unirnos, porque mientras haya ciudadanos que se sientan discriminados, la sombra del pasado seguir¨¢ proyect¨¢ndose sobre el presente¡±. Solo cuando se haya logrado esa unidad podr¨¢ salir de nuevo a la calle la carroza. ¡°Lo har¨¢ en Prinsjesdag, cuando celebramos la democracia y nuestro v¨ªnculo com¨²n como holandeses¡±, ha concluido.
El llamamiento del rey a la unidad y la reconciliaci¨®n coincide con la revisi¨®n de su pasado colonial por parte de Pa¨ªses Bajos. Para el 11 de febrero, est¨¢ prevista en el Rijksmuseum, de ?msterdam, la apertura de una muestra sobre la independencia de la actual Indonesia. Es uno de los cap¨ªtulos negros de la historia reciente, que dej¨® unos 100.000 muertos indonesios y cerca de 5.000 militares holandeses, as¨ª como m¨¢s de 20.000 civiles indoeuropeos. Estos ¨²ltimos, a manos de guerrilleros independentistas indonesios. En 2021, la misma sala present¨® por primera vez la tragedia de la esclavitud en todas las colonias de ultramar entre los siglos XVII y XIX. Pa¨ªses Bajos aboli¨® la esclavitud en 1863, pero en Surinam tuvieron que trabajar hasta 1873 en las mismas plantaciones, por un magro salario, para que los due?os no perdieran dinero.
La berlina fue utilizada por ¨²ltima vez por los reyes en 2015. Necesitaba una restauraci¨®n, y en 2021 fue llevada al Museo Hist¨®rico de ?msterdam. Protegida por una cristalera acondicionada en el patio, era una retirada provisional de la circulaci¨®n. En cierto modo, fue tambi¨¦n una salida airosa. Ha sido la pieza central de una muestra, y se pod¨ªa ganar tiempo y facilitar el di¨¢logo nacional sobre el pasado colonial recreado por el artista Nicolaas van der Waay. La p¨¢gina web creada en el museo para la ocasi¨®n reconoce el reto de esta herencia y se pregunta, por ejemplo, si ¡°es deseable que siga circulando durante las bodas y actos oficiales de la Casa de Orange¡±. La restauraci¨®n cost¨® 1,2 millones de euros, salidos de la partida correspondiente a los gastos de la Casa Real, que el rey puede distribuir, seg¨²n su servicio de informaci¨®n. Est¨¢ por ver si el gesto contribuye a mejorar su imagen. Torpezas como unas vacaciones truncadas en Grecia en plena pandemia, en 2020, y tambi¨¦n la fiesta del 18? cumplea?os de su heredera, la princesa Amalia ¡ªcon 21 invitados cuando el Gobierno aconsejaba un m¨¢ximo de cuatro¡ª han da?ado la popularidad del soberano.
La reina Guillermina, bisabuela del rey Guillermo, recibi¨® el coche de caballos en 1898 por su coronaci¨®n. Ella ten¨ªa 18 a?os y fue un regalo de la ciudad de ?msterdam, pero no la estren¨® hasta 1901, en su boda. Su hija y nieta, las reinas Juliana y Beatriz, respectivamente, la utilizaron tambi¨¦n en sus nupcias. Los reyes actuales hicieron otro tanto en 2002. Desde 2013, fecha de la entronizaci¨®n de Guillermo, ha llevado a la pareja con motivo de la apertura del a?o parlamentario. Hay otro veh¨ªculo menos pol¨¦mico a disposici¨®n de la Casa de Orange: la Carroza de Cristal. Terminada en 1826 para el rey Guillermo I, tiene pintado el escudo real del momento en las puertas y no ha llamado la atenci¨®n hasta la fecha.
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