La heredera de Pa¨ªses Bajos afronta su primera pol¨¦mica por una fiesta de cumplea?os con demasiados invitados

Amalia de Orange ha llegado a la mayor¨ªa de edad y afronta ya su primera pol¨¦mica, aunque su padre, el rey Guillermo, ha asumido la responsabilidad en este caso. Ha sido por la fiesta del 18? cumplea?os de la heredera del trono de Pa¨ªses Bajos, celebrada el pasado s¨¢bado en los jardines del palacio Huis ten Bosch, residencia oficial de la familia real holandesa. Hab¨ªa 21 invitados, seg¨²n ha explicado el primer ministro en funciones, Mark Rutte. Su propio Gobierno se?ala que no se debe recibir a m¨¢s de cuatro adultos para frenar los contagios por coronavirus. El servicio de informaci¨®n gubernamental ha confirmado el festejo, y el soberano ha admitido que mejor hubiera sido no hacerlo.

La cita tuvo lugar en sendas carpas instaladas en el jard¨ªn, y seg¨²n el rotativo De Telegraaf, hab¨ªa un centenar de personas. El primer ministro Rutte menciona a 21 convidados en una carta remitida al Congreso explicando los hechos. A?ade que todos estaban vacunados, se hicieron un test de diagn¨®stico y mantuvieron la distancia de seguridad de 1,5 metros. Despu¨¦s, explica lo siguiente: ¡°La familia estaba segura de que este encuentro, en el exterior y con las precauciones tomadas, cumpl¨ªa con las medidas contra la covid-19 de una forma responsable¡±. Poco despu¨¦s, sin embargo, reconoci¨®: ¡°Pens¨¢ndolo bien, no fue una buena idea organizarla en nuestros jardines¡±. Se lo ha dicho al propio Rutte, ya que la Casa Real depende formalmente de la oficina del mandatario.

Es la tercera vez que los reyes holandeses tropiezan con las restricciones impuestas por la pandemia. Durante sus vacaciones de verano, en 2020, Guillermo y M¨¢xima fueron fotografiados, sin mascarilla y sin mantener la distancia, en un restaurante de Grecia. En dicho pa¨ªs poseen una espaciosa villa. En octubre del mismo a?o, fueron criticados por haber regresado all¨ª para disfrutar de la pausa escolar de oto?o con sus hijas: Amalia y sus hermanas peque?as, Alexia y Ariane. Justo un d¨ªa antes, el Gabinete hab¨ªa pedido a la poblaci¨®n mesura en los viajes y que se mantuvieran en casa lo m¨¢s posible. Los reyes regresaron a toda prisa y se disculparon ante la televisi¨®n.

La fiesta de su primog¨¦nita Amalia puede considerarse un asunto privado, pero el avance de la variante ¨®micron ha obligado al Gobierno a imponer un cierre parcial de las actividades con p¨²blico: desde la hosteler¨ªa al deporte de aficionados, y de los teatros a los museos. De modo que una fiesta en palacio no parec¨ªa muy apropiada. En especial, cuando los j¨®venes son los m¨¢s afectados por la clausura de la vida social, fijada a las cinco de la tarde.

La pol¨¦mica del cumplea?os de Amalia llega apenas unos d¨ªas despu¨¦s de su presentaci¨®n oficial como heredera. Fue el pasado 8 de diciembre en el Consejo de Estado, donde ocupa ya un asiento sin derecho a voto, pero que sellaba su compromiso institucional. El Consejo es la m¨¢xima instancia administrativa del Estado y, aunque ella no pueda influir en sus decisiones, s¨ª aprender¨¢ del trabajo de un organismo independiente que asesora al Ejecutivo. Ese d¨ªa, la princesa dio muestras de serenidad y control. Su juventud ha chocado ahora con la realidad de una celebraci¨®n que ha dejado una imagen poco solidaria.