Do?a Letizia arranca su viaje de cooperaci¨®n a Mauritania con una visita a una planta refrigeradora de pescado
La Reina ha conocido un proyecto que Espa?a puso en marcha en 2012 en este pa¨ªs del Magreb por el que se impulsa que las familias mauritanas, con una renta de apenas 100 euros al mes, puedan comer pescado todos los d¨ªas
La reina Letizia comenz¨® este mi¨¦rcoles su actividad en Mauritania con una reuni¨®n con los responsables de la cooperaci¨®n espa?ola en el pa¨ªs magreb¨ª, quienes le explicaron los principales proyectos que hay en marcha, centrados en la salud, la seguridad alimentaria o la atenci¨®n a mujeres v¨ªctimas de la violencia de g¨¦nero. La Reina ha visitado el proyecto impulsado por la cooperaci¨®n espa?ola consistente en hacer llegar pescado congelado a buena parte del pa¨ªs con el fin de que las personas m¨¢s pobres puedan acceder a este alimento a precios asequibles y vean mejorar sus h¨¢bitos de nutrici¨®n. Este es el s¨¦ptimo viaje de cooperaci¨®n de la esposa de Felipe VI, que empez¨® con este tipo de visitas en 2015 en Honduras y El Salvador.
En su primera jornada de actividad en el pa¨ªs magreb¨ª, adonde lleg¨® anoche, do?a Letizia, con el chaleco rojo de los cooperantes espa?oles, se desplaz¨® a la plataforma log¨ªstica de la Sociedad Nacional de Distribuci¨®n de Pescado (SNDP), a las afueras de Nuakchot, uno de los proyectos emblem¨¢ticos que Espa?a puso en marcha en 2012 con cinco millones de euros.
Mauritania, uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo, tiene en la pesca una de sus principales fuentes de riqueza. Sin embargo, sus recursos los destina a la exportaci¨®n o a que los capturen los barcos extranjeros, entre ellos los espa?oles, que faenan en sus aguas a cambio de una compensaci¨®n. Ello ha hecho que el pescado haya estado durante a?os fuera de la dieta de la poblaci¨®n, basada en productos agr¨ªcolas y en la carne, aunque esta a un precio m¨¢s elevado. En el caso el acuerdo pesquero que hay con la UE, un 2% de las capturas se destinan al reparto entre los mauritanos.
A Nuadib¨², la segunda ciudad m¨¢s importante del pa¨ªs, es donde los barcos llevan el pescado ya congelado y desde ah¨ª se distribuye a las distintas plataformas de almacenamiento. Una vez empaquetadas las raciones, se transportan en camiones frigor¨ªficos a los cerca de 400 puntos de reparto ¡ªen 2018 eran unos 150¡ª, algunos de ellos situados a m¨¢s de 1.000 kil¨®metros hacia el interior de un pa¨ªs que es casi todo desierto y que duplica en superficie a Espa?a.
De lunes a jueves, cada familia puede comprar a diario dos kilos de pescado, principalmente sardinas y chicharros, a unos 0,25 euros, el equivalente a una barra de pan. ¡°El objetivo es comer pescado a precio de pan y reducir la inseguridad alimentaria¡±, resume la coordinadora de Programas y Desarrollo Rural de la cooperaci¨®n espa?ola en el pa¨ªs magreb¨ª, Lierni Gald¨®s, quien cifra en alrededor de 300.000 personas, de una poblaci¨®n total de 4,5 millones de habitantes, las beneficiadas por el proyecto, cuyos ingresos apenas superan los 100 euros mensuales.
Acompa?ada por la esposa del presidente de Mauritania, Mariem Fadel Dah, que ya acudi¨® a darle la bienvenida al aeropuerto, la reina visit¨® la sala frigor¨ªfica donde se conservan los paquetes y subi¨® al cami¨®n donde se apilan para su transporte. Tambi¨¦n salud¨® a algunas de las familias a los que les llega el pescado, sentados con sus t¨²nicas tradicionales bajo una jaima junto a una pancarta en la que se le¨ªa: ¡°Las beneficiarias del SNDP dan la bienvenida a su majestad¡±.
Seg¨²n Chibikl, padre de doce hijos y ataviado con un boubous, la t¨ªpica t¨²nica local, la iniciativa ¡°ha cambiado la vida de muchas personas¡±, aunque cree que es preciso incrementar el volumen de producci¨®n para que llegue a m¨¢s gente. A la vista del ¨¦xito del proyecto, que ha permitido aumentar el consumo de pescado de cuatro a 16 kilos por persona y a?o, el Gobierno mauritano asumi¨® hace tres a?os el control de la iniciativa, si bien Espa?a sigue aportando financiaci¨®n para mejorar la red log¨ªstica. ¡°El objetivo es llegar a todas las capitales de provincia¡±, apunta Gald¨®s. El proyecto tambi¨¦n ha contribuido a generar trabajo en torno a la pesca y la industria log¨ªstica con el fin de que los j¨®venes empleen los cayucos para ganarse la vida con las redes en vez de emigrar a bordo de ellos a lugares como las islas Canarias.
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