Joyas, sellos y 32.000 cisnes. As¨ª se repartir¨¢ la herencia de lsabel II, una de las mujeres m¨¢s ricas del mundo
El patrimonio ligado a la corona pasar¨¢ autom¨¢ticamente y libre de impuestos a su primog¨¦nito, Carlos III. Pero su fortuna privada se puede repartir libremente y en secreto
No solo era la reina de Inglaterra, sino una de las personas m¨¢s ricas del mundo. Y mientras ya se sabe qui¨¦n va a heredar la corona, hay m¨¢s dudas sobre qu¨¦ pasar¨¢ con su fortuna. El patrimonio privado de Isabel II asciende a 370 millones de libras (unos 426 millones de euros), seg¨²n la lista del Sunday Times de 2022. Estas son estimaciones aproximadas, pues la reina no estaba obligada a revelar sus finanzas privadas. El total, si le su...
No solo era la reina de Inglaterra, sino una de las personas m¨¢s ricas del mundo. Y mientras ya se sabe qui¨¦n va a heredar la corona, hay m¨¢s dudas sobre qu¨¦ pasar¨¢ con su fortuna. El patrimonio privado de Isabel II asciende a 370 millones de libras (unos 426 millones de euros), seg¨²n la lista del Sunday Times de 2022. Estas son estimaciones aproximadas, pues la reina no estaba obligada a revelar sus finanzas privadas. El total, si le sumamos a esta cantidad, todos los bienes asociados a la corona ¡ªque no le pertenec¨ªan a ella personalmente, sino a la instituci¨®n¡ª podr¨ªa superar los 14.000 millones (algo m¨¢s de 16.000 millones de euros). Esta diferenciaci¨®n es clave para entender c¨®mo se repartir¨¢ la herencia de Isabel II.
¡°Hay que distinguir entre aquellos bienes y derechos personales de la reina Isabel II, que formar¨¢n parte de su herencia, a la que se referir¨¢ su testamento; de aquellos otros bienes y derechos que pertenecen a la corona, y que, por tanto, se transmitir¨¢n por las leyes de la corona¡±, explica por correo electr¨®nico el profesor Sergio Llebar¨ªa Samper, catedr¨¢tico de Derecho Civil en la Esade Law School. ¡°Su testamento no puede interferir en estos bienes¡±, se?ala, que pasar¨¢n de forma obligatoria y autom¨¢tica a su sucesor, el rey Carlos III de Inglaterra.
El nuevo monarca heredar¨¢ el Crown Estate, un negocio inmobiliario perteneciente a la corona, pero gestionado de forma independiente, del que recibir¨¢ el 15% de los beneficios. Este incluye propiedades como la importante calle comercial Regent Street, en Londres, o el hip¨®dromo de Ascot. Tambi¨¦n hay granjas, bosques y costas hasta sumar alrededor del 1,4% de las tierras de Inglaterra.
En este apartado tambi¨¦n se encuentra el ducado de Lancaster. Bajo este nombre se agrupan un n¨²mero indeterminado de propiedades que ha ido adquiriendo la familia real brit¨¢nica a lo largo de 700 a?os. Desde 18.000 hect¨¢reas de tierras hasta nueve castillos y diversas propiedades inmobiliarias. Estos dos entramados inmobiliarios componen solo una parte de las finanzas de la casa de los Windsor, que son extremadamente complejas. Tanto que los ingleses se refieren a ella como The Firm, la empresa.
La gente no suele heredar un sueldo, pero s¨ª lo hace el rey de Inglaterra, que con el cargo recibir¨¢ tambi¨¦n la llamada subvenci¨®n soberana, una cantidad de dinero que cubre los costos de viaje, seguridad, personal y mantenimiento de los palacios reales. La reina recibi¨® 85,9 millones de libras de la subvenci¨®n soberana en 2021 (99,10 millones de euros).
Una herencia simb¨®lica de cisnes, delfines, ballenas y esturiones
No es, ciertamente, la herencia m¨¢s extra?a a la que tendr¨¢ que hacer frente Carlos III de Inglaterra. Tambi¨¦n deber¨¢ lidiar con 32.000 cisnes y un n¨²mero indeterminado de delfines, ballenas y esturiones. Desde hace m¨¢s de 800 a?os, los ejemplares de estas especies que viven en libertad en las aguas del Reino Unido son considerados propiedad del monarca brit¨¢nico. Esta medida se tom¨® en el siglo XII, cuando los cisnes eran un manjar y su caza furtiva amenazaba a la especie. Se opt¨® entonces por adjudicar al regente la propiedad de estos y otros animales para preservar su poblaci¨®n. As¨ª, aunque sea de forma simb¨®lica, Carlos heredar¨¢ junto a la corona una considerable cantidad de bestias.
Todos estos bienes pasar¨¢n al rey de forma ¨ªntegra, sin necesidad de pagar impuestos. Seg¨²n la legislaci¨®n brit¨¢nica, las herencias que pasan de consorte a soberano (como en el caso de Felipe de Edimburgo a Isabel II) y las que pasan de soberano a soberano, como en este caso, est¨¢n exentas de pagar el 40% del impuesto de sucesiones que se aplica a cualquier herencia que supere las 325.000 libras (casi 375.000 euros).
El inter¨¦s ahora se centra en los bienes privados de la monarca, aquellos que podr¨¢ repartir entre sus descendientes con libertad. Cabe pensar que lo har¨¢ entre sus cuatro hijos: Carlos, la princesa Ana, Andr¨¦s de York y Eduardo de Wessex, y sus ocho nietos. Pero no tiene por qu¨¦ ser as¨ª. ¡°El derecho ingl¨¦s se caracteriza por una amplia libertad de testar¡±, explica el profesor Llebar¨ªa. ¡°No existen [como en el derecho espa?ol] las leg¨ªtimas o herederos forzosos, salvo que la autoridad judicial declare que una parte de la herencia deba ir destinada a familiares en estado de dependencia econ¨®mica del causante¡±. No parece que vaya a ser el caso, as¨ª que la reina habr¨ªa tenido libertad absoluta para legar sus bienes privados como haya querido y, si quiere, puede dejar fuera a algunos de sus hijos y nietos.
Entre estos se encuentran dos terrenos y residencias muy relacionados con la corona, como ser¨ªan el castillo de Balmoral, residencia de verano de Isabel II y lugar de su muerte, y Sandringham, donde suele pasar la Navidad. Tambi¨¦n estar¨ªan ah¨ª incluidos los 370 millones de libras que estimaba el Sunday Times, una impresionante colecci¨®n de joyas y otra, menos brillante pero igualmente valiosa, de sellos. No se sabe qu¨¦ suceder¨¢ con estos bienes y probablemente no se sabr¨¢ hasta dentro de 100 a?os. Desde 1911, la familia real brit¨¢nica ha conseguido esquivar la ley de Reino Unido, que exige que los testamentos de los ciudadanos brit¨¢nicos sean p¨²blicos.
Testamentos secretos
La pr¨¢ctica de sellar los testamentos reales comenz¨® con la muerte del pr¨ªncipe Francisco de Teck (1837-1900). Este conocido mujeriego leg¨® en su testamento las joyas m¨¢s valiosas de la familia a su amante, una mujer noble y casada. La reina Mar¨ªa de Teck, hermana de Francisco y abuela de la actual soberana, solicit¨® entonces a la justicia que el testamento de su familiar fuera secreto para ahorrarse un esc¨¢ndalo. Y lo consigui¨®, instaurando un precedente al que se han aferrado los Windsor cada vez que ha muerto alg¨²n familiar. Durante este tiempo, la familia ha solicitado a la justicia mantener en secreto 33 testamentos y se ha repartido de espaldas al p¨²blico activos por valor de al menos 187 millones de libras (unos 223 millones de euros) actualizados a precios de hoy, seg¨²n c¨¢lculos de The Guardian. El poder judicial nunca ha rechazado una de estas peticiones.
No parece que en la herencia de Isabel II haya amantes, secretos o un reparto discrecional de joyas familiares. Sin embargo, los Windsor solicitar¨¢n previsiblemente el sellado de su testamento, como llevan haciendo m¨¢s de un siglo. As¨ª, nada podr¨¢ saberse sobre posibles beneficiados (y perjudicados) dentro de una saga con abundantes entuertos, enfrentamientos y esc¨¢ndalos. En la familia Windsor, los trapos sucios se lavan en palacio. Y las fortunas se reparten con igual discreci¨®n.