Ana y la familia
Sin querer sumarme a la encendida pol¨¦mica por el nacimiento de su hija, una nueva maternidad llena de aristas y lecturas, pienso que la actriz es una valiente
Ma?ana, Yolanda D¨ªaz ser¨¢ madre de nuevo. El parto de su proyecto pol¨ªtico est¨¢ programado para esa fecha. ?Ser¨¢ madre en solitario? ?La criaturita estar¨¢ preparada para asumir los retos que le esperan? Se llamar¨¢ Sumar y se sumar¨¢ a los temas de debate nacional, en este momento protagonizados por una mujer, estrella del sector del entretenimiento y de la celebridad, llamada Ana Obreg¨®n.
Apenas supe de la noticia, reci¨¦n aterrizado en Miami, pens¨¦ en escribirle. Siempre la he llamado Obreg¨®n, como si fuera un Estado m¨¢s de los Estados Unidos. Y le dije: ¡°Valiente¡±. Porque sin querer sumarme a la encendida pol¨¦mica por el nacimiento de su hija, es lo que pienso de ella. Con su decisi¨®n ha creado un debate importante en un pa¨ªs donde tanto la familia como la capacidad de discutir, debatir y alcanzar conclusiones son claves para su identidad. La nueva maternidad de Obreg¨®n est¨¢ llena de aristas y lecturas. En primer lugar, plantea que hay una transformaci¨®n de la maternidad. Ya no es simplemente una cuesti¨®n biol¨®gica o marcada por los l¨ªmites de la edad. Puede ser asistida y alterada por la ciencia. Tambi¨¦n pone en juego la idea tradicional del sentido, m¨¢s o menos, com¨²n por el que una persona se reproduce. Todo eso forma parte del entorno de la milagrosa noticia. Puede ser que el llamarla madre, siguiendo la f¨®rmula tradicional que asociamos a la maternidad, haya sido un peque?o desliz de ?Hola! al titular la exclusiva. O que la revista se suma a la posibilidad de nuevas maternidades y considera que se puede ser madre, aunque no se haya gestado ni dado a luz, como una madre adoptiva sin pareja. Eso no se hab¨ªa publicado nunca. Por su parte, Obreg¨®n hizo sus ¨²nicas declaraciones en Instagram: ¡°He vuelto a la vida¡±. Habr¨¢ que esperar a que regrese a Espa?a para ver si debe enfrentarse a una multitudinaria rueda de prensa o a una persecuci¨®n similar a las que experimentaba cuando era novia de Davor Suker o entrenaba en el mismo gimnasio que David Beckham.
De Ana, el beb¨¦ de la portada hist¨®rica de ?Hola!, no conocemos a¨²n sus apellidos. Si Obreg¨®n decide concederle el Obreg¨®n, estaremos por fin ante la verdadera Ana Obreg¨®n. Recordemos que la actriz, compa?era de generaciones de espectadores y trabajadores de televisi¨®n, se llama Ana Garc¨ªa Obreg¨®n.
El notici¨®n nos ha desmadrado un poco. Los Premios Tal¨ªa, nacidos simult¨¢neamente a la famosa Ana, alumbraron una alfombra roja de extensiones ol¨ªmpicas y premiaron la fruct¨ªfera labor de Antonio Banderas como madre salvadora del teatro musical. Fue un parto primerizo y una celebraci¨®n de la gran familia del teatro, con im¨¢genes entra?ables como la de Gemma Cuervo, madre de la presentadora y presidenta de la academia de las Artes Esc¨¦nicas, llegando felizmente escoltada por sus otros dos hijos actores, Fernando y Natalia, para apoyar a Cayetana en su debut. Es que el teatro y la cultura del debate han acompa?ado a Espa?a incluso en las horas m¨¢s dif¨ªciles de la dictadura. Ahora debatimos en la calle, en los medios, en las redes, pero durante aquellos a?os oscuros se discut¨ªa en familia. Los puntos de vista que par¨ªan sus miembros eran v¨¢lidos y argumentados hasta el cansancio.
Y, como sucede ahora con la ni?a Obreg¨®n, algo que atraviesa y afecta a la familia siempre interesa. Ese debate suma la preocupaci¨®n por el futuro de la hija a la edad de la madre. Y, al mismo tiempo, toma con naturalidad la absoluta novedad del asunto. Entiendo que no es adecuado juzgar esta chocante y novedosa situaci¨®n con modelos anteriores. Ahora solo podemos esperar a que, cuando el ruido amaine, el silencio apaciguador permita o¨ªr las primeras palabras que arrojen esa luz que Ana Obreg¨®n ha conseguido recuperar, eso s¨ª, pendientes de sumar.
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