Gemma Cuervo recibir¨¢ el premio Max de honor: ¡°Ponlo bien puesto: ?ya era hora!¡±
La actriz recoger¨¢ el galard¨®n tras m¨¢s de seis d¨¦cadas dedicada a la interpretaci¨®n: ¡°Es muy emocionante ver que el teatro sigue vivo, que la gente del teatro se sigue comunicando, que no se dejan vencer por un virus¡±
Gemma Cuervo est¨¢ en su casa. Siempre que esta barcelonesa, que el pr¨®ximo martes cumplir¨¢ 85 a?os, pisa un escenario, se siente en casa. Los ha pisado todos ¨D¡°casi¡±, rebaja la sentencia¨D. En esta ocasi¨®n camina sobre las tablas del madrile?o teatro Mar¨ªa Guerrero mientras realiza la sesi¨®n de fotos que ilustrar¨¢ el anuncio de que recibe el Premio Max de honor en la 24? edici¨®n de estos galardones. Sigue las instrucciones del fot¨®grafo, se deja dirigir. ¡°P¨®ngase ah¨ª¡±. Y ella, como si tuviera una marca en el suelo que fija la posici¨®n, clava el lugar. De pie, firme, mira el patio de butacas, que el martes por la ma?ana estaba vac¨ªo. ?Qu¨¦ se siente? ¡°Mucha emoci¨®n. Y cuando est¨¢ lleno palpita el coraz¨®n¡±, dice llev¨¢ndose la mano al pecho.
Nota algo de fr¨ªo y recuerda las corrientes, traicioneras para la voz de algunos teatros, aunque confiesa que ella nunca se la ha cuidado. Para demostrarlo proyecta una negaci¨®n seguida del nombre de quien escribe como nunca antes lo hab¨ªa o¨ªdo. La actriz se r¨ªe de su ocurrencia, con esa carcajada tan reconocible y tantas veces o¨ªda tanto en el teatro como en la pantalla. A la vez recuerda a su marido ¨Del actor Fernando Guill¨¦n, fallecido en 2013¨D, muy presente en la conversaci¨®n: ¡°Ten¨ªa una voz bell¨ªsima, ¨¦l s¨ª la notaba cansada a veces¡±.
Le cuesta hablar del Max de honor, la gala de los premios de las artes esc¨¦nicas se celebrar¨¢ el 4 de octubre en el teatro Arriaga de Bilbao. ¡°No se vaya a esfumar¡±, no lo dice con superstici¨®n; s¨ª, con el m¨¢ximo respeto.
¨DPero ya era hora.
¨DGracias, ?ponlo bien puesto: ya era hora!
Le sale un ramalazo de asertividad, no lo puede ocultar, aunque en seguida explica que en realidad no lo esperaba ni hab¨ªa fantaseado con ello. Ahora est¨¢ en racha, en 2018 recibi¨® la Medalla de Plata de la Comunidad de Madrid, donde lleva viviendo desde los sesenta. El a?o pasado, su trayectoria, toda una vida en escena, fue reconocida por la Federaci¨®n Espa?ola de Teatro Universitario. Ah¨ª, en el teatro universitario barcelon¨¦s dio sus primeros pasos antes de debutar con Adolfo Marsillach a finales de los cincuenta.
Es muy emocionante ver que el teatro sigue vivo, que la gente del teatro se sigue comunicando, que no se dejan vencer por un virus
Est¨¢ muy contenta y agradecida por el premio, considera que es un deber de la ciudadan¨ªa valorar lo que los int¨¦rpretes han hecho por el arte, no solo ella, incluye a todos. Especialmente en estos momentos en los que la cultura est¨¢ sufriendo los estragos de la pandemia. Un a?o que ella ha pasado ¡°tranquila y dentro de lo que cabe saludable¡±, en sus palabras. ¡°Es muy emocionante ver que el teatro sigue vivo, que la gente del teatro se sigue comunicando, que no se dejan vencer por un virus¡±.
Hay dos Gemmas Cuervo, la que ha recorrido las carreteras de toda Espa?a y ha aparecido en todas las pantallas de televisi¨®n dando voz y cuerpo a Lorca, Sartre, Camus, Buero Vallejo, Shakespeare, Miller, Gald¨®s¡ y la que mide su respiraci¨®n. Se para, aspira y espira, lo repite (tiene EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica). Esta ¨²ltima solo coge aire para que vuelva a aparecer la fortaleza de la primera y se?ale a los educadores y, fundamentalmente, a todos los gobiernos como los responsables de que la ciudadan¨ªa reciba arte y conocimiento, que les llegue lo hermoso que es, adem¨¢s de esa ¡°medicina para el alma. Si las administraciones supieran lo que aporta la cultura no temer¨ªan dedicarle una partida importante de sus presupuestos y que se distribuyera por los teatros, que llegase a los j¨®venes y les ayudara a subir, a convertirse en actores, directores, t¨¦cnicos¡±.
Nunca se ha callado lo que pensaba: ¡°Morderme la lengua, no. Hablarlo como se pod¨ªa, s¨ª¡±. Por ejemplo, siempre se ha declarado antitaurina, pero reconoce que eso en ¨¦poca de Franco no se pod¨ªa decir abiertamente. Tampoco se ha sentido nunca menos que un hombre. Parte de su carrera la hizo junto a su marido, se casaron en 1960 y en 1969 fundaron su compa?¨ªa. Siempre sinti¨® que tuvo el lugar que le correspond¨ªa. ¡°No hubiera consentido lo contrario¡±. Lo consigui¨® en una ¨¦poca en la que como ella misma recuerda una mujer pod¨ªa ser insultada por el simple hecho de llevar pantalones en un tranv¨ªa. ¡°Soy muy taxativa. Qu¨¦ es eso de que un hombre se aproveche de una mujer solo por ser mujer¡± ?La tem¨ªan? ¡°Bueno, s¨ª, dec¨ªan: ¡®?Que viene Gemma Cuervo¡! Era muy guerrera. Lo soy a¨²n. Las mujeres nos tenemos que ayudar, allanarnos el camino, que sea nuestro, no que nos lo hagan para que nos caigamos¡±. Por su hija, la actriz Cayetana Guill¨¦n Cuervo, sabe que en su profesi¨®n algo han mejorado las cosas, pero no lo suficiente: ¡°El hombre se resiste y la gente que lleva el pa¨ªs tampoco hace mucho por ello. El hombre se resiste porque las Juanas de Arco existen¡±.
Las mujeres nos tenemos que ayudar, allanarnos el camino, que sea nuestro, no que nos lo hagan para que nos caigamos
Reconoce que echa de menos trabajar, pero ¡°no diariamente¡±, aunque mira con nostalgia las butacas y los palcos del teatro: ¡°Claro que me gustar¨ªa estar esta tarde en el escenario, recibiendo el cari?o del p¨²blico¡±. Cari?o que no ha dejado de recibir, le ilusiona especialmente el de los m¨¢s j¨®venes, la televisi¨®n ha conseguido que haya estado presente para variad¨ªsimas generaciones. No todo va a ser el peso de los sesenta y setenta con Estudio 1. En los noventa fue la suegra de Emilio Arag¨®n en la serie del momento, M¨¦dico de familia, y ya en este siglo, su papel en Aqu¨ª no hay quien viva y La que se avecina la ha acercado a los m¨¢s j¨®venes.
Al preguntarle qu¨¦ le queda por hacer, de primeras no se le ocurre nada, pero a lo largo de la conversaci¨®n s¨ª van surgiendo asuntos pendientes: trabajar m¨¢s con sus hijos. En esto, deja la pelota sobre el tejado del mediano, el actor y director Fernando Guill¨¦n Cuervo. La mayor, Natalia, no comparte profesi¨®n con sus padres y hermanos. ¡°Y m¨¢s cine¡±, recuerda especialmente la malograda El mundo sigue (1963), de Fernando Fern¨¢n G¨®mez, a la que la censura no dio tregua.
Cualquier episodio de la vida de esta actriz se ve salpicado de protagonistas que son historia de las artes esc¨¦nicas y del mundo audiovisual espa?ol. De esos c¨®micos espa?oles a quienes Javier Bardem dedic¨® su Oscar en 2008. De esa lista de galardonados con el Max de honor como Jos¨¦ Tamayo, V¨ªctor Ullate, Julia Guti¨¦rrez Caba, Ana Diosdado, Rosa Mar¨ªa Sard¨¢¡ y desde ahora tambi¨¦n: Gemma Cuervo.
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