Paul Whybrew, el hombre que decidir¨¢ qu¨¦ secretos de Isabel II salen a la luz
El mayordomo principal de la reina estuvo a su servicio durante 44 a?os y se convirti¨® en uno de sus mayores confidentes. Eran tan cercanos que fue de los pocos que ten¨ªa permiso para acercarse a ella durante la pandemia. Ahora, Carlos III le ha encargado la tarea de decidir qu¨¦ documentos privados de la monarca podr¨¢n publicarse en los pr¨®ximos a?os desde los Archivos Reales
Cada noche, desde que cumpli¨® los 15 a?os, Isabel II se sentaba en su escritorio y escrib¨ªa en su diario, una costumbre que, con toda probabilidad, hered¨® de su padre, el rey Jorge VI. Se sabe que la reina de Inglaterra dio orden a su personal de no interrumpirla mientras escrib¨ªa al final de su jornada, salvo en casos de emergencia nacional. Se sabe tambi¨¦n que escrib¨ªa en cuadernos de cuero negro y que cada ma?ana ped¨ªa que se destruyera el papel secante utilizado la noche anterior, para que nadie pudiera llegar a descifrar el contenido. Se sabe que solo la propia Isabel II ten¨ªa la llave del caj¨®n de su despacho donde guardaba su preciado cuaderno. Y se sabe que ¨²nicamente su marido, Felipe de Edimburgo, ley¨® por encima algunos de sus pensamientos. Poco m¨¢s se conoce del contenido que la reina redact¨® religiosamente durante 81 a?os. Ahora es otro hombre, Paul Whybrew, persona de m¨¢xima confianza de la monarca, quien tendr¨¢ acceso a ellos y decidir¨¢ si su registro diario se har¨¢ p¨²blico o permanecer¨¢ privado.
Su t¨ªtulo oficial fue el de Page of the Backstairs, o mayordomo principal, hasta el 8 de septiembre de 2022, cuando falleci¨® Isabel II. Aunque las labores de Paul Whybrew (Braintree, Essex, 64 a?os), quien estuvo al servicio de la reina de Inglaterra durante 44 a?os, eran dif¨ªciles de clasificar. Su tarea, sobre el papel, era la de atender las necesidades diarias de la reina: desde despertarla para su desayuno, gestionar su correspondencia y sus llamadas telef¨®nicas o recibir a sus visitas, hasta encargarse de sus preciados perros corgi. Tantos a?os siendo la sombra de la monarca convirtieron a Whybrew, conocido en palacio como Tall Paul (Paul el alto) debido a sus 192 cent¨ªmetros de estatura, en una de las personas m¨¢s cercanas a Isabel II, con quien compart¨ªa sentido del humor y a quien la reina invitaba algunas noches a ver la televisi¨®n o a ayudarla a terminar sus puzzles. Isabel II le consideraba una persona tan leal que lleg¨® a condecorarle con las insignias de la Real Orden Victoriana, que reconoce los servicios prestados a la monarca.
Como la propia corona, la confianza en Whybrew tambi¨¦n ha sido heredada por el hijo de Isabel II, Carlos III. El rey le ha encomendado la tarea de revisar las cartas, diarios y dem¨¢s documentos privados de su madre junto a un equipo para decidir qu¨¦ partes seguir¨¢n siendo confidenciales y cu¨¢les podr¨¢n publicarse en los pr¨®ximos a?os desde los Archivos Reales. Existe un precedente, creado por la misma Isabel II, quien en el a?o 2012 dio la autorizaci¨®n para publicar los diarios de su tatarabuela, la reina Victoria. Esta tambi¨¦n comenz¨® a escribir una bit¨¢cora a una edad temprana, concretamente a los 13 a?os, y mantuvo la costumbre de la escritura hasta 10 d¨ªas antes de su fallecimiento. En total, llen¨® 121 cuadernos. Tras su fallecimiento en 1901, fue su hija, la princesa Beatriz, convertida en albacea literaria, la que reley¨® todos sus diarios y, siguiendo las instrucciones de su madre, elimin¨® todo aquello que pudiera molestar a la familia real brit¨¢nica. De esta edici¨®n quedaron 111 vol¨²menes. Estos diarios est¨¢n disponibles en los Archivos Reales del castillo de Windsor y tambi¨¦n a trav¨¦s de su p¨¢gina web.
Paul Whybrew se hizo mundialmente conocido el 9 de julio de 1982. Fue aquella noche cuando el irland¨¦s Michael Fagan, de 32 a?os, perpetr¨® la mayor brecha de seguridad en la corona brit¨¢nica del siglo XX, entrando en los aposentos de Isabel II en el palacio de Buckingham a las siete y cuarto de la ma?ana. ¡°Estaba m¨¢s asustado de lo que he estado nunca en mi vida. Despu¨¦s ella me habl¨®: ¡®?Qu¨¦ est¨¢s haciendo aqu¨ª?¡±, record¨® Fagan en una entrevista con el tabloide brit¨¢nico The Independent en 2012, sobre el momento en el que corri¨® las cortinas de la habitaci¨®n y despert¨® a Isabel II. Seg¨²n un informe de Scotland Yard, la reina consigui¨® mantener la calma y una conversaci¨®n de 10 minutos con ¨¦l. Antes de ser detenido por la polic¨ªa, fue Paul Whybrew quien le encontr¨® y quien consigui¨® calmar al joven ofreci¨¦ndole un cigarro y una copa de whisky escoc¨¦s en su propio despacho.
Desde entonces, su alta figura siempre apareci¨® en un discreto segundo plano junto a Isabel II, tanto en grandes celebraciones como en eventos de menor calibre. Su nombre volvi¨® a sonar durante el confinamiento, cuando se conoci¨® que Whybrew era de los pocos que, junto a Angella Kelly, su asistente personal y encargada de su vestuario, y el propio duque de Edimburgo, ten¨ªan permitido romper la distancia social y acercarse a la monarca. Tambi¨¦n estuvo en un discreto segundo plano el 19 de septiembre de 2022, durante el funeral de Estado de Isabel II, donde pudo verse a Paul el alto caminar detr¨¢s del f¨¦retro en la procesi¨®n a la abad¨ªa de Westminster para celebrar el servicio religioso. Whybrew iba detr¨¢s del cortejo familiar de la monarca.
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