Vicky Mart¨ªn Berrocal: ¡°Me he quitado los trastornos¡±
La dise?adora, de 50 a?os, dice estar ¡°como nunca¡± tras d¨¦cadas de ansiedades, inseguridades y miedos. Ahora estrena ¡®A solas¡¯, un ¡®videopodcast¡¯ donde conversa sobre la vida con algunos de sus amigos: de Isabel D¨ªaz Ayuso a Paulina Rubio
Vicky Mart¨ªn Berrocal ¡ªlabios grandes, ojos grandes, p¨®mulos grandes, gran presencia¡ª entra como Vicky por su casa al bar del exclusivo hotel Wellington de Madrid, saluda al metre por su nombre, se pide un agua y empieza a charlar apasionadamente por los codos con los ojos, con los labios y con las manos, pidiendo cada poco la complicidad de la interlocutora con gran profusi¨®n de: ¡°?Es o no es?, ?sabes lo que te digo? y ?t¨² me entiendes?¡±. Viene peinada, maquillada y producida de una sesi¨®n de fotos previa en su tienda, donde vende sus imponentes dise?os de mujer, como el traje sastre que luce con deportivas blancas y un bolsazo de marca. La imagen podr¨ªa perfectamente figurar en su perfil de Instagram, donde concita a m¨¢s de un mill¨®n de seguidores a compartir sus andanzas: una envidiable colecci¨®n de viajes de ensue?o, bodas del siglo, puestas de sol, modelitos y modelazos con su ancha sonrisa en primer plano. Sobre todo, el ¨²ltimo verano.
Menudo veranazo se ha pegado.
Totalmente de acuerdo. Ha sido el verano de mi vida porque he estado mejor que nunca conmigo misma, he hecho, y lo he compartido, con quien he querido.
?Tanta felicidad y tanto lujo no puede crear insatisfacci¨®n en quien no los tiene?
Es verdad que las redes sociales pueden crear insatisfacci¨®n, pero yo no te vendo nada. No quiero aparentar nada. Te ense?o lo que hago. Este verano ha sido bueno, pero el d¨ªa que sea malo, tambi¨¦n saldr¨¢.
?Est¨¢ como nunca, como en la canci¨®n de Lola Flores?
Absolutamente. Es la primera vez en 50 a?os que me he puesto un short, ense?ando mi celulitis sin problemas. Hace poco, me he cortado el pelo por primera vez en mis 50 tacos, porque pensaba que era mi coraza. Antes me importaba lo que dijera la gente. Ahora no. De 0 a 10, ahora me gusto 10.
Qu¨¦ alegr¨ªa. Y qu¨¦ envidia.
No te creas. Eso no significa que sea perfecta, sino que me gusto como soy. Ahora s¨¦ cu¨¢les son mis prioridades. Me he vuelto quiz¨¢ demasiado yo, yo, yo. He cerrado mucho el c¨ªrculo. Antes, a mi cumplea?os, invitaba a 300 personas. Al ¨²ltimo invit¨¦ a 50. A mis 50 personas favoritas. Algunos de los que no invit¨¦ se enfadaron, pero he hecho limpieza en mi vida. Hay que viajar m¨¢s ligera de equipaje.
?Y esa nueva Vicky?
Esa Vicky peque?ita estaba ah¨ª, pero se la hab¨ªa comido la grande. Ahora ha salido a flote.
?Cu¨¢ndo? ?C¨®mo? ?Por un cumplea?os? ?Una crisis? ?Una ruptura?
Al escribir mi libro, La felicidad no tiene talla ni edad, me puse a rebobinar mi vida. Fue terap¨¦utico, me di cuenta de que ya me conoc¨ªa. Es cierto que mi historia de amor con Joao [Viegas, empresario portugu¨¦s, su ¨²ltima pareja] fue una relaci¨®n sana, me hizo entender que el amor no era angustia, ni ansiedad ni inseguridad. No es que mis anteriores parejas no me quisieran. Era yo la que no estaba bien. Vengo de donde vengo: de un padre que siempre se iba, de una madre que se sent¨ªa abandonada, de una pelea por tenerlo. Yo viv¨ªa con mil trastornos. Entonces, Joao, y su amor sano, me dieron paz. Sent¨ªa que me quer¨ªa, no me lo ten¨ªa que repetir, ni yo preguntarlo, me hizo ser paciente, me he quitado los trastornos de encima. Y t¨² dir¨¢s, joder...
No me dicen pija porque no lo soy. No s¨¦ definirlo, pero s¨¦ lo que es y lo veo a la legua. El clasismo me jode.
?Por qu¨¦ rompieron?
Porque con ¨¦l viv¨ªa en una jaula de oro y, aunque me gustaba el p¨¢jaro, me sent¨ªa encerrada. Yo necesito actividad, que me pasen cosas, aunque sean malas, a mi gente conmigo. Viv¨ªamos en Portugal y en cuanto pasaba la frontera me bajaba la tensi¨®n. No ten¨ªa nada que hacer en todo el d¨ªa. Pens¨¦, igual a otra edad hubiera sido distinto, pero a los 48 no me iba a resignar a esa jaula divina.
?Cu¨¢ntas veces le llaman pija?
No me lo dicen porque no lo soy. No s¨¦ definirlo, pero s¨¦ lo que es y lo veo a la legua. El clasismo me jode. Y, s¨ª, hay gente muy clasista, que necesita un apellido o estar con gente exitosa, porque parece que ellos no son nadie. Yo no. Yo no soy m¨¢s que nadie. Me codeo con quien sea y cuando me gusta alguien me gusta por la persona. Lo dem¨¢s me importa una mierda. Mi padre, que se codeaba con lo m¨¢s grande, me ense?¨® que se deb¨ªa tratar igual al guard¨¦s de su finca que a un pr¨ªncipe. Para ¨¦l todo el mundo era igual y eso lo saqu¨¦ de ¨¦l.
Su padre, el ganadero Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Berrocal, ten¨ªa dos mujeres, e hijos con ambas, sin que unos supieran de los otros. ?Eso es ser una privilegiada?
Nunca me falt¨® de nada. Soy una privilegiada, una ni?a bien. Pude estudiar en un internado suizo y en la Universidad Americana en Espa?a cuando muy poca gente pod¨ªa, pero...
Pero...
Pero es la palabra m¨¢s puta del espa?ol. Pero, s¨ª, la m¨ªa fue una familia desestructurada, con muchas carencias, en la que vi sufrir a mi madre, en la que me perd¨ª media vida con mi padre. Entonces, claro que he sido una privilegiada y fue un regalazo lo que mi padre pudo darme, pero, ya estamos con el pero, yo estaba llena de miedos e inseguridades. Ten¨ªa un trastorno alimentario. Com¨ªa para calmarme. Nada es blanco ni negro.
Ha contado usted misma que ha adelgazado 27 kilos. ?Le da subid¨®n meterse en la talla que se puede meter ahora?
Me lo he currado. Llevo tres a?os comiendo bien y haciendo ejercicio para perder esos kilos, que me limitaban much¨ªsimo. Yo es que no pod¨ªa ni cruzar las piernas. Me da subid¨®n porque me encuentro muy bien, no por caber en una talla. Me he pasado la vida metiendo tripa y ya no la meto. Pero tengo y tendr¨¦ siempre alma de gorda. Esa Vicky ni?a comilona y disfrutona sigue ah¨ª.
Ahora que se gusta m¨¢s usted, ?gusta m¨¢s a los dem¨¢s?
Yo creo que esa nueva Vicky toca m¨¢s a la gente. Noto m¨¢s cercan¨ªa con los dem¨¢s. Siempre he sido dicharachera, me paro a hablar con una farola, pero es verdad que creo que, al estar tan bien y en paz, tambi¨¦n los dem¨¢s lo notan. Me encuentro en mi plenitud. A los 50 est¨¢s arrancando todo.
Muchos se?ores las prefieren m¨¢s j¨®venes.
Eso ha sido siempre. Mira, cuando hac¨ªa el programa con Bert¨ªn Osborne en Canal Sur lo discut¨ªa constantemente. No entiendo c¨®mo, un t¨ªo de 70, cuando una mujer lo ha querido, acompa?ado, dado la mano y aguantado en sus ratos buenos y malos toda la vida, resulta que ya no le vale y se va con una t¨ªa de 25. Y nosotras nos quedamos ah¨ª en el olvido. O sea, ?no os vale una compa?era de vida y solo quer¨¦is que os reafirmen? O sea, ?ser¨¦is hijos de puta? Mira, yo era muy amiga de Jes¨²s Quintero, El Loco de la colina, y ¨¦l quer¨ªa sacar un libro que se llamara Queridos hijos de puta. Pues ese t¨ªtulo lo tengo yo muy en mente.
Sin embargo, una pareja con la mujer mucho mayor que el hombre sigue siendo tab¨². ?O no para usted?
Escucha, a m¨ª me encanta una mujer mayor con un hombre joven, deber¨ªa haber tres o cuatro parejas as¨ª por metro cuadrado. No es mi objetivo ahora mismo, pero estoy abierta a lo que me pase. Y si me enamoro de un t¨ªo de 30, me enamoro. Mi vida es m¨ªa, y el d¨ªa que me muera me voy a morir yo. Entonces, no voy a dejar de hacer nada que quiera. Mi lema es que prefiero pedir perd¨®n a pedir permiso. Yo soy esta y soy libre. Y al que no le guste, que no mire.
En su v¨ªdeo de entrevistas ¡®A solas¡¯, sus invitados se le confiesan. ?Qu¨¦ les da?
Me pasa desde siempre que la gente me cuenta todo. Los amigos y los que no son tanto. La gente me cuenta todo. Se me pone a vomitar sus cosas encima. A veces, aut¨¦nticas bombas de relojer¨ªa. Me dicen que es porque sienten que me lo pueden contar porque soy una t¨ªa muy leal y muy legal y conf¨ªan en que de ah¨ª no va a salir. Y eso es lo que hago con mis invitados, provocar que me cuenten lo que me quieran contar sabiendo que detr¨¢s hay p¨²blico. Sin guion y sin cors¨¦. En ch¨¢ndal y ropa de estar por casa.
Su primera invitada, Isabel D¨ªaz Ayuso, no deja indiferente a nadie. ?C¨®mo ha reaccionado su audiencia?
Pues mira, en los comentarios, pocos, pero algunos me dec¨ªan que les gustaba la idea, pero no iban a ver m¨¢s entregas porque no les gustaba nada D¨ªaz Ayuso. Yo, que contesto a todo el mundo, les respond¨ª que todo el mundo merece una oportunidad. Igual no te gusta la presidenta de la Comunidad de Madrid, pero yo te voy a presentar a la Isabel mujer y, probablemente, te sorprenda.
?Lo mismo pide usted: una oportunidad?
S¨ª, ?por qu¨¦ no? Si no me conoces, no sabes si te gusto. Lo que pasa es que, probablemente, yo no la doy. No las he dado nunca. Lo que me gusta, me gusta mucho. Y lo que no, no me gusta nada.
'A SOLAS'
Vicky Martín Berrocal (Sevilla, 50 años) saltó a la popularidad por su boda en 1997 con el torero Manuel Díaz, El Cordobés. Hija del ganadero José Luis Martín Berrocal y de Victoria Martín Serrano, tras su divorcio del torero comenzó una existosa carrera como diseñadora de trajes de flamenca y, posteriormente, como autora y musa de la firma Victoria, especializada en vestidos y trajes de mujer, con la que viste a algunas personalidades españolas, entre ellas, a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Habitual de las citas sociales más populares, Martín Berrocal congrega a más de un millón de seguidores en su perfil de Instagram. Después de escribir su libro de testimonio La felicidad ni tiene talla ni tiene edad, ahora estrena el videopodcast A solas, una serie de conversaciones sin filtros con algunos de sus mejores amigos. La primera invitada fue Isabel Díaz Ayuso.
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