La familia real danesa encuentra a la ¡®Cenicienta¡¯ que olvid¨® su zapato dorado en la fiesta de cumplea?os del pr¨ªncipe Christian

La ficci¨®n se ha vuelto realidad en Dinamarca estos ¨²ltimos d¨ªas. La casa real del pa¨ªs escandinavo ha alcanzado su objetivo: convertir el decimoctavo cumplea?os del pr¨ªncipe Christian ¨Dsegundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n¨D en un cuento de hadas. En plena resaca de la celebraci¨®n, el personal del palacio encontr¨® en las escaleras de Christiansborg, en Copenhague, un zapato dorado olvidado por alguna joven invitada a la cena de gala celebrada el domingo. Como si el cuento de la Cenicienta se reencarnase despu¨¦s de seis siglos publicado. Eso s¨ª, la Guardia Real del palacio de Amalienborg, residencia oficial de la familia real danesa, no ha tenido que recorrerse el reino con el zapato olvidado en busca de su due?a. Ha sido mucho m¨¢s sencillo. Tan solo lanzaron un comunicado este lunes 16 de octubre a trav¨¦s de sus redes sociales, mostrando una imagen del objeto perdido junto a unas palabras: ¡°?Es Cenicienta la que olvid¨® su zapato anoche? Cuando los invitados ayer a la mesa de gala de Su Majestad la Reina se hab¨ªan ido a casa, este solitario zapato de tac¨®n fue dejado en el castillo de Christiansborg¡±. El post a?ad¨ªa que la propietaria pod¨ªa contactar con ellos para recuperar su pertenencia. Y pocas horas despu¨¦s, la princesa ha aparecido.

Cuando la televisi¨®n danesa TV2 se hizo eco de la noticia, la cadena decidi¨® investigar qu¨¦ escond¨ªa el zapato extraviado. A partir de las im¨¢genes recogidas durante la recepci¨®n de la reina Margarita y el resto de miembros de la familia real, que precedi¨® a la cena de cumplea?os del pr¨ªncipe, pudieron localizar a la Cenicienta danesa. Fue m¨¢s f¨¢cil de lo que en un principio se esperaba. La misteriosa y olvidadiza invitada result¨® ser Anne-Sofie Toernsoe Olesen, natural de Egedal, al norte del pa¨ªs. Ella misma confesaba este lunes en directo que hab¨ªa dejado el tac¨®n en palacio a prop¨®sito: ¡°Todo el concepto del cumplea?os del pr¨ªncipe ha sido una especie de cuento de hadas, as¨ª que me pregunt¨¦ si deb¨ªamos hacerlo real¡±. La joven quer¨ªa asegurarse de que no estaba cruzando ning¨²n l¨ªmite al dejar el zapato en palacio, pero decidi¨® que era una oportunidad ¨²nica para hacer realidad la parte m¨¢s conocida del cuento cl¨¢sico.

Muchos daneses se han mantenido expectantes en el desarrollo de los acontecimientos. Ella lo explic¨® paso a paso. Al terminar la velada, Anne-Sofie tuvo que bajar las mismas escaleras que todos los invitados hab¨ªan subido antes, y decidi¨® soltar uno de sus zapatos. Sin embargo, result¨® ser m¨¢s complicado de lo que cre¨ªa, pues r¨¢pidamente alguien se apresur¨® a devolv¨¦rselo. ¡°Pens¨¦ que simplemente no pod¨ªa ser y que ten¨ªa que conseguirlo, as¨ª que cuando mi amiga y yo salimos del palacio por las escaleras, lo dej¨¦ caer y me apresur¨¦ a marcharme para que nadie pudiera detenerme¡±, relataba a televisi¨®n la protagonista del intento de cuento de hadas.

Aunque la ocurrencia le cost¨® volver a casa con un pie descalzo, para Anne-Sofie mereci¨® la pena: ¡°Fue una noche incre¨ªble, dif¨ªcil de describir porque fue fabulosa. Esperaba que fuera una gran experiencia, pero de alguna manera se multiplic¨® por veinte. Es algo que me gustar¨ªa que todo el mundo pudiera vivir¡±.

La joven tambi¨¦n cuenta que tuvo la oportunidad de intercambiar unas palabras con el pr¨ªncipe Christian, aunque no recuerda bien de qu¨¦ charlaron. ¡°Creo que le pregunt¨¦ sobre qu¨¦ pensaba de todo esto, de invitar a 200 j¨®venes de todo el pa¨ªs [a su fiesta]¡±, confiesa quien fue uno de los 200 j¨®venes de la generaci¨®n del pr¨ªncipe elegidos por palacio para asistir a la cena de gala ¡ªquienes, adem¨¢s, se codearon entre miembros de otras familias reales europeas invitadas¡ª.

Bien es cierto que las redes sociales de la casa real danesa han explotado con comentarios positivos sobre la haza?a de la joven: ¡°No soy la ¨²nica que le ha parecido divertida la idea¡±. Anne-Sofie ha reiterado que, a pesar de las especulaciones, el objetivo era por divertimento, y no otro. ¡°No es porque est¨¦ pensando que me voy a casar con ¨¦l, pero esperaba que a alguien le hiciera gracia¡±. A la pregunta de si finalmente recuperar¨¢ el zapato perdido, ha sido clara: ¡°Creo que escribir¨¦ [a palacio], a ver qu¨¦ opinan¡±. Afirma que le cost¨® unos 50 euros, as¨ª que si ¡°la casa real no lo quiere, preferir¨ªa recuperarlo pues, al fin y al cabo, es un recuerdo de una gran velada¡±.