Margarita de Dinamarca, 50 a?os en el trono de una reina pintora, fumadora, pol¨ªglota y deslenguada
La soberana, destacada figurinista e ilustradora, cumple medio siglo como cabeza de su pa¨ªs con un relevo asegurado gracias a sus dos hijos y ocho nietos
Este 14 de enero, Margarita de Dinamarca cumple 50 a?os como soberana de su pa¨ªs. Pero a punto estuvo de no ocupar el trono, que iba a ir a parar directo a su t¨ªo Canuto. No era su destino: la ley no se lo permit¨ªa por ser mujer. Hicieron falta dos parlamentos y un refer¨¦ndum para aprobar que Margarita Alexandrina Thorhildur Ingrid pudiera convertirse en heredera. La mayor de las tres hijas de Federico IX lleg¨® al mundo una semana despu¨¦s de que la Alemania nazi invadiera Dinamarca y tras ella llegaron Benedicta y Ana Mar¨ªa ¡ªhoy esposa de Constantino de Grecia¡ª, pero ning¨²n var¨®n. Eso hizo que, seg¨²n ascendi¨® al trono en 1947, Federico quisiera dejar bien atado que su primog¨¦nita, de entonces solo siete a?os, se convirtiera en su heredera. Le cost¨® un buen tinglado constitucional y casi seis a?os de batalla legal.
Entonces, a Margarita le faltaban a¨²n m¨¢s de 20 a?os para convertirse en reina. Disfrut¨® de sus d¨ªas de princesa heredera, de sus primeros tiempos, de su matrimonio y sus hijos. El franc¨¦s Enrique de Monpezat no era una apuesta com¨²n para un consorte, pero fue la que ella misma decidi¨®. Juntos tuvieron dos hijos, un n¨²mero relativamente bajo para una reina. Pero los dos fueron varones. Y los a?os han dejado ver que la monarca no siempre lo ha tenido f¨¢cil con los hombres de su familia.
Si a su marido Enrique no le gustaba el t¨ªtulo de pr¨ªncipe (siempre anhel¨® el de rey consorte) ni su papel de segund¨®n ¡ªrazones por las que incluso se mud¨® a Francia durante d¨¦cadas para escapar de la corte¡ª, las tensiones se dispararon cuando llegaron Federico, el hoy heredero, y Joaqu¨ªn. Con el primog¨¦nito todo fue bien hasta la llegada de Mary Donaldson, su mujer, con la que la reina tard¨® un largo tiempo en conectar. Con Joaqu¨ªn se repiti¨® el patr¨®n del padre: la complicada gesti¨®n de considerarse un hermano florero, un verso suelto y, sin embargo, siempre observado.
Margarita, que lleva entre sus nombres tambi¨¦n el de Thorhildur, que literalmente significa guerrera de Thor, ha luchado contra las tensiones familiares internas y ha logrado, sin embargo, convertirse en una reina amada, que sabe c¨®mo mostrarse cercana ante su pueblo. Por su 80? cumplea?os, celebrado hace menos de un a?o,, no dud¨® en mostrarse en camis¨®n en unas instant¨¢neas en las que los empleados de palacio le cantaban a distancia. O, cuando hace cuatro a?os muri¨® su marido ¡ªque pidi¨® expresamente ser incinerado, rompiendo la tradici¨®n de que lo entierren con la monarca en su tumba de tres millones de euros¡ª, ella declar¨®: ¡°Nos quer¨ªamos mucho. Fue un amor realmente apasionado por ambas partes¡±. Unas sorprendentes declaraciones tras 40 a?os de matrimonio por parte de una figura reinante, que tambi¨¦n confes¨® que le result¨® ¡°abrumador¡± ver cu¨¢nto le importaba Enrique a su pueblo, pese al car¨¢cter esquivo y caprichoso del consorte. ¡°Me habr¨ªa gustado que mi esposo experimentara un poco de toda esa simpat¨ªa¡±, lleg¨® a decir. Pero en Dinamarca nadie se quej¨® por su lamento.
Pese a sus tensiones familiares, esta exfumadora empedernida, que dej¨® el tabaco en 2006 de forma p¨²blica pero en privado no lo ha hecho jam¨¢s, ha formado un clan con ocho nietos que garantizan el relevo al trono y a quienes ve a menudo. Aunque es sincera: ¡°Definitivamente, no soy la mejor abuela del mundo¡±, contaba a un diario sueco en 2019. ¡°Creo que es maravilloso que las madres y abuelas abracen mucho a los ni?os. Yo no soy tan buena en eso¡±. Y remataba: ¡°No poseo ning¨²n tipo de paciencia angelical¡±. Pero nadie en su pa¨ªs recibe esas ideas como otra cosa que no sea una valiosa muestra de su sinceridad y su car¨¢cter.
Otra de las dicotom¨ªas que tan bien la caracterizan est¨¢ en su formaci¨®n y sus gustos. Fue educada en Cambridge, Londres y la Sorbona, estudi¨® Ciencias Pol¨ªticas, Econom¨ªa y Arqueolog¨ªa, habla cinco idiomas a la perfecci¨®n... pero lo que le interesa son los trabajos manuales. Bajo el pseud¨®nimo de Ingahild Grathmer, Margarita ha escrito relatos y traducido e ilustrado libros (entre ellos, la versi¨®n danesa de El se?or de los anillos), adora bordar (hace a?os cosi¨® una funda para un bolso de su nuera Mary) y ha dise?ado vestuarios para obras como Los cisnes salvajes, en 2009, donde interpret¨® un peque?o papel de campesina, El Cascanueces, en 2017 o, recientemente, para la pel¨ªcula de Netflix Ehrengard. Sus pinturas y bordados han sido incluso expuestos en museos.
Hace 10 a?os, cuando cumpl¨ªa 40 en el trono, Margarita concedi¨® multitud de entrevistas, ofreci¨® una gran fiesta de gala con otros monarcas y pr¨ªncipes europeos y se dio un ba?o de masas con un paseo en carroza por las calles de Copenhague. Este Jubileo de Oro tendr¨¢ que ser m¨¢s discreto para Daisy, como la llaman cari?osamente en familia, incluso en otras casas reales. Ha concedido una gran entrevista para la que 18 daneses han acudido al palacio de Fredensborg a hacerle preguntas en persona, y donde se ha dejado interrogar acerca de sus privilegios (est¨¢ muy al tanto de ellos, como lo estaban sus padres, y trata de inculcarles esa misma alerta a sus hijos y nietos), sobre si le gusta cenar viendo la tele (es partidaria de separar ambas actividades) o cu¨¢ndo se bajar¨¢ del trono. A esto ¨²ltimo contest¨® que no lo har¨¢ porque, como declara siempre que tiene ocasi¨®n, el suyo es un servicio p¨²blico que durar¨¢ hasta su muerte. Aunque le gustar¨ªa m¨¢s bordar.
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