Ana Guerra: ¡°Cantar en el Bernab¨¦u es una de las cosas m¨¢s fr¨ªas que he hecho¡±
Tras sobrevivir al vendaval medi¨¢tico de ¡®Operaci¨®n Triunfo¡¯ y buscar durante a?os su verdadera identidad art¨ªstica, la int¨¦rprete canaria a¨²na su mejor momento profesional y personal con el lanzamiento del EP ¡®?rase una vez¡¯ y su pr¨®xima boda con el m¨²sico y actor V¨ªctor El¨ªas
Querer es poder. Esas son las palabras que Ana Guerra (San Crist¨®bal de La Laguna, Tenerife, 29 a?os) tiene grabadas a tinta en el antebrazo izquierdo. Es un tatuaje compartido con su padre, valedor del mensaje como consigna vital, que se hicieron una v¨ªspera de Reyes a modo de locura. ¡°Desde peque?a, siempre que me atascaba con algo me repet¨ªa esa frase¡±, corrobora la cantante, que ha seguido el mantra al pie de la letra. Porque Guerra quiso alzarse como una de las concursantes m¨¢s inolvidables de Operaci¨®n Triunfo, apearse del frenes¨ª de una industria discogr¨¢fica monopolizada por los ritmos urbanos y aspirar a que sus canciones hablaran m¨¢s alto que cualquier stories de Instagram. Y lo ha conseguido. O, al menos, est¨¢ disfrutando de cada paso del proceso: ¡°Si pudiera firmar quedarme tal y como estoy ahora, lo har¨ªa. Soy feliz¡±.
No siempre fue as¨ª. Desde su entrada en la academia del talent musical televisivo, all¨¢ por 2017, Ana Guerra se sumi¨® en una espiral de agitaci¨®n que hoy rememora con aturdimiento, como una ¡°especie de nebulosa¡±. ¡°De OT recuerdo mucho menos de lo que la gente se piensa, como un 50% de las cosas. A veces me mandan v¨ªdeos y no me reconozco, es como si estuviera pasando por primera vez en mi vida. Incluso me he vuelto a presentar a gente que ya conoc¨ªa. S¨¦ que lo viv¨ª y que lo disfrut¨¦, pero pas¨® todo tan r¨¢pido¡¡±, se excusa la joven. Tal era el nivel de trabajo en los meses posteriores a la emisi¨®n del formato que ni siquiera ten¨ªa tiempo para lavar la ropa interior: ¡°La ten¨ªa que ir comprando por cada ciudad. Llegaba, soltaba la maleta y buscaba una tienda para tener algo limpio¡±, recuerda.
La tinerfe?a irradia esa dicha que dice sentir. Reparte abrazos, confidencias y su sonrisa permanece inalterable durante toda la ma?ana, pese a que un dolor abdominal la ha obligado a colocarse un parche t¨¦rmico para mitigar el malestar. Corrige la posici¨®n de la grabadora para asegurarse de que sus palabras se escuchan con nitidez y cuenta con emoci¨®n las horas que faltan para homenajear a su admirada Concha Velasco en los premios Forqu¨¦, este s¨¢bado, cantando Chica ye ye. ¡°Soy muy fan de ella y siempre lo ser¨¦. Abri¨® paso a otras mujeres con letras que romp¨ªan con los estigmas sociales y admiro que hiciera esa oda al feminismo en una ¨¦poca tan dif¨ªcil¡±.
Guerra tambi¨¦n incluye un tema feminista en su nuevo EP, ?rase una vez, que ve ahora la luz como primera parte de un proyecto que se extender¨¢ en el tiempo. Una apuesta por el formato f¨ªsico que su autora califica de ¡°rom¨¢ntica¡± en tiempos de canciones consumidas de manera voraz, con fechas de caducidad incluso m¨¢s ef¨ªmeras, pero que encaja con el rumbo profesional elegido por ella. ¡°Me daba mucha rabia cuando sacaba algo y, un mes despu¨¦s, ya me preguntaban cu¨¢ndo iba a lanzar m¨²sica nueva. No tengo la capacidad o la habilidad para sacar canciones tan r¨¢pido, necesito mi tiempo¡±, argumenta. Fue durante la pandemia cuando se permiti¨® el lujo de parar, ¡°poner los pies en el suelo y hacerse preguntas¡±, y descubrir cu¨¢l era su esencia como artista. Pese a lo que dijeran las listas o los directivos, su futuro no pasaba por los ritmos latinos ¨Dten¨ªa un disco finalizado que se neg¨® a publicar¨D, sino por las baladas. ¡°He hipotecado muchas cosas porque obviamente el reguet¨®n hubiera tenido m¨¢s escuchas y podr¨ªa haber sido m¨¢s viral en redes sociales, pero no puedo mentir a mi p¨²blico. Es lo que me vibra¡±.
Ana Guerra no oculta los sinsabores de la profesi¨®n ni maquilla los obst¨¢culos que ha encontrado en el camino, sometida a la eterna comparaci¨®n con sus compa?eros de generaci¨®n. Ella misma se ha referido al desarrollo decreciente que tom¨® su carrera equiparada con la de Aitana, su compa?era en la exitosa canci¨®n Lo malo y convertida hoy en una estrella internacional. ¡°Me he preguntado muchas veces qu¨¦ hab¨ªa hecho mal yo¡±, evoca, ¡°porque me hab¨ªan metido en la cabeza que el ¨¦xito es llenar el WiZink Center, componer en Los ?ngeles y sacar 30 canciones al mes. Pero el ¨¦xito puede ser algo diferente para cada uno¡±. En su caso, el triunfo no es otro que poder tocar su m¨²sica y no la de otros, aunque los aforos sean m¨¢s reducidos. ¡°Para m¨ª es mucho m¨¢s bonito tocar para cientos que para miles. Yo he estado en el Santiago Bernab¨¦u cantando y s¨ª, fue hist¨®rico y se lo contar¨¦ a mis nietos, pero es de las cosas m¨¢s fr¨ªas que he hecho. T¨² transmites todo lo que puedes, pero no llegas al p¨²blico con nada, no conectas, no oyes sus reacciones¡±.
Los 70 conciertos ofrecidos en apenas dos a?os por toda la geograf¨ªa espa?ola parecen ratificar lo arriesgado de su apuesta inicial pese a que, seg¨²n explica, las broncas de su equipo por su escasa voluntad de autopromoci¨®n son constantes. ¡°Es que me parece innecesario¡±, replica con franqueza, ¡°porque el que tenga inter¨¦s en mi m¨²sica va a escucharla sin que yo le est¨¦ diciendo todo el rato: ¡®Ven, ven, ven¡±. Pero en una industria tan ligada al marketing y la exposici¨®n digital continua, ?es m¨¢s importante hoy saber cantar o saber venderse? Guerra responde sin titubeos: ¡°?Ahora mismo? Saber venderse. Pero yo me quedo con saber cantar. Mi trabajo es componer canciones, cantarlas y hacer sentir al p¨²blico. Que me vendan los que me tienen que vender. Punto¡±.
Su foco ahora est¨¢ puesto en el lanzamiento de su nuevo trabajo, los preparativos de su gira y su pr¨®xima boda con el m¨²sico y actor V¨ªctor El¨ªas. Tras anunciar su compromiso en octubre, la pareja todav¨ªa sigue buscando la fecha perfecta para el enlace, pero la canaria confirma que ser¨¢ a finales del pr¨®ximo a?o. Dice que la noticia ha provocado el regreso de los paparazi a su d¨ªa a d¨ªa, pero no le preocupa la expectaci¨®n medi¨¢tica que pueda despertar una cita que su novio espera con ilusi¨®n. ¡°Yo le propuse que nos cas¨¢ramos en cualquier iglesia, pero ¨¦l me dijo que quer¨ªa tener este momento especial. Acu¨¦rdate de lo que te digo: va a ser m¨¢s el d¨ªa de V¨ªctor que el m¨ªo¡±, confirma entre carcajadas. Su ¨²nico deseo es disfrutar de la plenitud vital que atraviesa y extenderla todo lo posible: ¡°En cinco a?os me veo disfrutando del mismo ¨¦xito profesional, viviendo en una casita con V¨ªctor y a puntito de quedarme embarazada¡±.
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