Europa se queda sin reinas, pero por poco tiempo: ¡°O son feministas, o no reinar¨¢n¡±
La ascensi¨®n de Federico X al trono dan¨¦s elimina del mapa mon¨¢rquico a las mujeres, aunque s¨ª son mayor¨ªa en la c¨²spide de las l¨ªneas sucesorias: la princesa Leonor, Isabel de B¨¦lgica o Amalia de los Pa¨ªses Bajos
Ya no reina ninguna mujer en Europa. La abdicaci¨®n de Margarita II de Dinamarca, apenas un a?o y cuatro meses despu¨¦s de la muerte de Isabel II del Reino Unido, en 2022, y la proclamaci¨®n como rey de su hijo Federico X, deja a Europa hu¨¦rfana de monarcas mujeres, pero con una joven generaci¨®n de princesas herederas nacidas en este siglo que aspira a hacerse cargo de sus respectivas monarqu¨ªas del Viejo Continente. Un elevado n¨²mero de mujeres que se posicionan en la c¨²spide gracias a la vigencia de nuevas leyes que eliminan el predominio de los hombres en las l¨ªneas de sucesi¨®n. Isabel de B¨¦lgica (nacida en 2001), Amalia de los Pa¨ªses Bajos (2003) y Leonor de Borb¨®n (2005) tienen en sus manos el advenimiento y la conservaci¨®n de las monarqu¨ªas europeas, en un momento marcado por la decadencia de la instituci¨®n. A las que se sumar¨¢n como primeras en la l¨ªnea de sucesi¨®n Ingrid Alexandra de Noruega (2004) y Estela de Suecia (2012) una vez que Haakon de Noruega y Victoria de Suecia sean coronados.
¡°En 1980, Suecia se convirti¨® en el primer pa¨ªs del mundo en adoptar un orden de sucesi¨®n neutral entre g¨¦neros¡±, ha afirmado en declaraciones a la agencia Afp el experto sueco, Roger Lundgren. Solo Espa?a, M¨®naco y Liechtenstein ignoran el cambio de legislaci¨®n y se enmarcan como los ¨²nicos pa¨ªses de Europa sin el avance. Estas leyes cambian la tendencia y permitir¨¢n la ascensi¨®n al trono sueco de la princesa Victoria de Suecia, nacida en 1977; y madre la princesa Estela, hoy segunda en la l¨ªnea de sucesi¨®n. La heredera sueca se coloca en el mapa mon¨¢rquico europeo como la ¨²nica mujer que portar¨¢ la corona antes de la llegada de la prometedora generaci¨®n Z, cuando tome el relevo de su padre, el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, que contin¨²a ejerciendo su papel a los 77 a?os. Precisamente el monarca sueco fue muy criticado cuando hace justo un a?o expres¨® su malestar por lo que supuso abolir la ley s¨¢lica.
Los expertos en realeza coinciden en que el g¨¦nero de un monarca importa poco, pues la instituci¨®n se enfrenta a los mismos desaf¨ªos y obligaciones. Aunque ¡°muchas cosas seguir¨¢n igual¡±, ya que ¡°gran parte de las labores de los monarcas actuales, y que har¨¢n en 25 a?os, son parecidas a lo que ya hac¨ªan hace 200 a?os¡±, explica Lundgren, en referencia al papel diplom¨¢tico que constituye en gran parte el papel com¨²n de las monarqu¨ªas, con las visitas de Estado o recepciones reales.¡°Cada nueva generaci¨®n debe afrontar siempre un desaf¨ªo principal, y no el menor: cuestionar la utilidad de la corona¡±, a?ade Lisa Castro, historiadora de las monarqu¨ªas de siglo XIX y doctora en la Universidad francesa de Toulouse-Jean Jaur¨¨s.
Aun as¨ª, las monarqu¨ªas no est¨¢n exentas de la evoluci¨®n generacional. Algunas de las futuras reinas europeas han seguido sus estudios en su pa¨ªs o en el extranjero ¨Dcomo Isabel de B¨¦lgica y Leonor de Espa?a, que estudiaron en el colegio UWC Atlantic College, en Gales¨D, y reciben una educaci¨®n en formaci¨®n militar muy distinta a las reinas anteriores como Isabel II del Reino Unido o Margarita II de Dinamarca. Adem¨¢s, se espera que las futuras reinas tengan m¨¢s conciencia en los desaf¨ªos y problemas actuales, como el cambio clim¨¢tico, el feminismo o la lucha por los derechos del colectivo LGBTI... Les princesas del nacidas en el siglo XXI han crecido en un mundo marcado por la crisis clim¨¢tica, el movimiento Me Too, la pandemia del covid, la explosi¨®n de las redes sociales y, m¨¢s recientemente, las guerras en Ucrania e Israel. ¡°La conciencia en la lucha contra el cambio clim¨¢tico est¨¢ especialmente asimilada en el seno de las monarqu¨ªas escandinavas¡±, afirma Castro.
La periodista Pilar Eyre tambi¨¦n ha participado en el recopilatorio de declaraciones de la agencia francesa Afp: ¡°Es imposible que el tiempo no desgaste la instituci¨®n mon¨¢rquica¡±, asegura, citando como ejemplo el ¡°manejo de la imagen¡± del pr¨ªncipe Guillermo del Reino Unido y su esposa Kate Middleton. Un supuesto en el que tambi¨¦n coincide la experta en realeza sueca Ebba Kleberg: ¡°Necesitan estar en m¨¢s plataformas, siempre manteniendo los canales de medios tradicionales utilizados por las generaciones anteriores, ya que estos no llegan a todo el mundo¡±.
En los Pa¨ªses Bajos, en 2021, el primer ministro Mark Rutte confirm¨® que la princesa heredera Amalia de Orange podr¨ªa casarse con una mujer si quisiese ¨Del pa¨ªs permite el matrimonio homosexual desde el 2001¨D. Un cambio de tendencia que vuelve a demostrar los esfuerzos de una instituci¨®n para sobrevivir al nuevo mundo y sus necesidades, como fue hace unos a?os la llegada a las casas reales europeas de personas ajenas a la nobleza y realeza: con los casos de la boda de la argentina M¨¢xima Zorreguieta con Guillermo de los Pa¨ªses Bajos; Daniel de Suecia, entrenador personal y ahora marido de la princesa Victoria; o Letizia Ortiz, una periodista divorciada, con Felipe de Borb¨®n.
Los reyes y reinas tambi¨¦n se han sumado a la lucha por nuevas realidades. La reina Letizia visit¨® recientemente una asociaci¨®n que ayuda a mujeres prostituidas, algo ¡°inimaginable para las generaciones anteriores¡±, seg¨²n Eyre. ¡°Es con estos gestos que se ganan el cari?o y el respeto de los ciudadanos, no con grandes ceremonias ni grandes disfraces¡±, a?ade la periodista, para quien las princesas actuales ¡°ser¨¢n reinas feministas, o no lo ser¨¢n¡±.
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