Ayo Edebiri, la actriz que ha ganado todos los premios de la temporada sin dejar de ser sorprendentemente normal
La int¨¦rprete y guionista triunfa como coprotagonista de la serie ¡®The Bear¡¯, que le ha dado el Globo de Oro, el Emmy y el Critics Choice, y su carrera despunta de tal manera que incluso ha renunciado a un papel en una franquicia de Marvel
La normalidad de la que hace gala, y no a prop¨®sito, Ayo Edibiri (Boston, EE UU, 28 a?os), est¨¢ a punto de extinguirse. Es tan, tan normal, que en Hollywood ser¨ªa casi un bicho raro. Al ganar el Globo de Oro a mejor actriz protagonista de comedia por The Bear, le dio las gracias a ¡°sus agentes y asistentes¡±: ¡°A la gente que me escribe los correos, sois los mejores, os estoy superagradecida¡±. En la alfombra roja de los premios Emmy, Edebiri le apa?¨® el maquillaje a la actriz Rhea Seehorn, de la serie Better Call Saul. No iban juntas, apenas hab¨ªan cruzado palabra, pero la de Boston la avis¨® de una mancha bajo el ojo y se la arregl¨®. En los mismos galardones, al ser preguntada qu¨¦ pensar¨ªa y so?ar¨ªa la joven Ayo si la viera all¨ª, ganando premios, contest¨®: ¡°No so?ar¨ªa con noches como esta. So?ar¨ªa con, simplemente, tener cobertura dental¡±. Nada de premios en la estanter¨ªa del sal¨®n. ¡°Tenemos seguro dental, de la vista, del o¨ªdo. ?Podemos ir al dermat¨®logo!¡±, se emocionaba, antes de recomendar a los espectadores no faltar a su cita m¨¦dica anual para mirarse la piel.
Podr¨ªa parecer una broma por parte de una c¨®mica que, pese a su juventud, lleva ya una d¨¦cada escribiendo guiones, poniendo voces a personajes de animaci¨®n y participando incesantemente en series y pel¨ªculas; de hecho, la mitad de su casi treintena de actuaciones tuvieron lugar el a?o pasado. Es la realidad de una mujer que ha llegado hasta aqu¨ª con mucho trabajo detr¨¢s, pero casi de casualidad. Ella, que pretend¨ªa ser maestra y estudi¨® para ello, aterriz¨® en The Bear, una serie sin pretensiones y, gracias al poco can¨®nico t¨¢ndem que forma con Jeremy Allen White, se ha ganado una plaza en el Olimpo. El papel de su organizada y met¨®dica cocinera Sidney, opuesta al algo perdido y superado Carmy en su desastroso local de bocadillos de Chicago, le ha dado ya el Globo de Oro, el Emmy y el Critics Choice (que entrega la asociaci¨®n de cr¨ªticos de Hollywood), as¨ª como nominaciones al People¡¯s Choice, a los premios del Sindicato de Actores o al Bafta, como actriz emergente. Y el s¨¢bado se convirti¨® en la presentadora del veterano programa c¨®mico Saturday Night Live, donde actu¨® Jennifer Lopez.
Ella sigue mostr¨¢ndose sorprendida en sus apariciones p¨²blicas. En varias entrevistas ha reconocido sentirse inc¨®moda en un lugar que no parece pertenecerle. Est¨¢ en ese momento del salto en el que una chica normal se convierte en actriz, aunque vaya vestida de Louis Vuitton, con un toque de ingenuidad que se mezcla con la madurez en sus guiones e interpretaciones. Tanto que ha decidido renunciar a Thunderbolts, la pr¨®xima entrega de Marvel, para estar presente en otros proyectos. Problemas de agenda que arregla con decisiones conscientes, por las que prefiere seguir su propio camino sin miedo a renuncias de tal calibre.
Pero es que para Edebiri este camino de fama y ¨¦xito est¨¢ siendo un regalo extra. Empez¨® hace una d¨¦cada como asistente de producci¨®n, llevando y trayendo caf¨¦s, y este a?o ha participado, adem¨¢s de en The Bear, en casi una quincena de proyectos, entre ellos una decena de series. Es una de las protagonistas de la comedia El club de las luchadoras (junto a la modelo Kaia Gerber o a su buena amiga y colega Rachel Sennott); ha puesto la voz en Las tortugas Ninja: Caos mutante y en la nominada al Oscar Spider-Man: Cruzando el multiverso; y ha participado en premiadas series como Colegio Abbott y Black Mirror, adem¨¢s de en Big Mouth, donde lleva una treintena de episodios.
Pasar de escribir la serie Dickinson, su primer gran proyecto, centrado en la vida de la poetisa del siglo XIX Emily Dickinson (pero con muchos gui?os a la actualidad) a ser Missy Foreman-Greenwald en la serie de animaci¨®n Big Mouth le trajo sus primeros retazos de fama... pero tambi¨¦n sus primeros problemas. La ficci¨®n est¨¢ pensada para adultos y en ocasiones ha sido pol¨¦mica (trata sobre la adolescencia, con temas como la masturbaci¨®n, las primeras relaciones sexuales, las drogas...); adem¨¢s, el papel de la mestiza Missy lo interpretaba la actriz Jenny Slate, blanca, que decidi¨® dejarlo en el auge del movimiento Black Lives Matter. Todo ello ha hecho que Edebiri enfrente ciertas amenazas que incluso han salpicado a sus padres, por lo que ha preferido mantener sus nombres en el anonimato.
Hija ¨²nica de una madre de Barbados y un padre de Nigeria que la han ido acompa?ando en la temporada de premios, Edebiri est¨¢ muy unida a sus progenitores, que la criaron en Dorchester, un barrio de clase media. Su madre era muy religiosa y con ella acud¨ªa a la iglesia pentecostal cada domingo; la Biblia la inspiraba para escribir y desarrollar historias. Su padre, no tanto: con ¨¦l se aficion¨® a ver pel¨ªculas. Ahora que su papel es el de una cocinera, ha afirmado en ocasiones que su madre es la que mejor conoce a los fogones. Cuando dej¨® Boston por Nueva York para estudiar y tratar de ser maestra, sus padres la alentaron, cont¨® en The New Yorker, pero tardaron algo m¨¢s en procesar que se pasaba primero al guion y despu¨¦s a la interpretaci¨®n. ¡°Ahora es muy reconfortante ver que saben lo que hago. Siempre est¨¢n con: ¡®Solo para confirmar, ?no dar¨¢s marcha atr¨¢s? ?Est¨¢s decidida? ?Est¨¢s bien?¡±, comentaba con la publicaci¨®n. ¡°Probablemente no era su sue?o inmigrar a este pa¨ªs y que tu hija te diga: ¡®Pues quiero dedicarme a la improvisaci¨®n¡±.
Esa improvisaci¨®n arranc¨® gracias su entonces compa?era Rachel Sennott, que la fue metiendo en la escena neoyorquina de mon¨®logos y stand up. Perfeccionista y trabajadora, interpret¨® sus escritos y le entr¨® el gusanillo. Iba de local en local, hasta tres veces al d¨ªa. Tambi¨¦n se arranc¨® a escribir guiones con Sennott en lo que empez¨® como un d¨²o c¨®mico y acab¨® siendo una serie de tres episodios en 2020, Ayo and Rachel are Single (Ayo y Rachel est¨¢n solteras) en Comedy Central. Aunque han pasado casi cinco a?os de aquello, algunos de sus seguidores en redes sociales no parecen saber distinguir la realidad de la ficci¨®n ni entender que las dos tienen pareja: Sennott, el actor Logan Miller, y Edebiri, el c¨®mico Colin Burgess.
En varias de sus entrevistas, Edebiri explica que se le hace raro ser actriz, y que nunca crey¨® encajar en el est¨¢ndar de Hollywood, que no se ve¨ªa con el carisma ni el aspecto para ello: ¡°Yo quer¨ªa un trabajo de verdad que me diera dinero¡±. No solo lo ha logrado, sino que se ha convertido en una actriz respetada por sus compa?eros de reparto y por la cr¨ªtica. En The Bear todos tienen buenas palabras para ella, para su capacidad de esfuerzo, su control de la situaci¨®n, su atenci¨®n a los detalles y su conocimiento enciclop¨¦dico del cine. Se ha formado junto a Allen White en una escuela de hosteler¨ªa y ambos han trabajado en cocinas para conocer la rutina y los espacios; ha aprendido a apreciar el trabajo que no se ve en la hosteler¨ªa. ¡°Cuando se me acercan en un restaurante y me dicen: ¡®?Sabes cocinar?¡¯, les digo ¡®Hoy no puedo ayudar, estoy de descanso¡±, bromeaba en una charla con The Hollywood Reporter.
Todo manteniendo la normalidad y sabiendo lo extraordinario de su posici¨®n: ¡°Me gusta mi trabajo. Siento que es un aut¨¦ntico privilegio que me guste lo que hago y sentir que es un reto, y solo quiero seguir trabajando, seguir aprendiendo¡±, afirmaba en esa entrevista. ¡°Esta es mi meta principal ahora mismo¡±. Porque el seguro dental ya lo ha conseguido.
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