Cinco ambientes en 60 metros cuadrados: as¨ª es el primer apartamento ¡®anti loft¡¯ del barrio de Triana
Casa Triana es el proyecto de debut de los arquitectos Antonio Mora y Eduardo Taz¨®n. Un piso de tama?o modesto, pero que plasma los colores y las texturas de Sevilla de forma contempor¨¢nea y en un solo espacio
Cinco espacios en uno. Cinco habitaciones de una vivienda que en realidad son la misma y cinco colores inspirados en el entorno. Es la idea que se ha hecho realidad en Casa Triana, vivienda de uno de los barrios con m¨¢s historia de Sevilla y reformada por Studio Noju, liderado por los arquitectos Antonio Mora y Eduardo Taz¨®n. Amarillo albero, verde proced...
Cinco espacios en uno. Cinco habitaciones de una vivienda que en realidad son la misma y cinco colores inspirados en el entorno. Es la idea que se ha hecho realidad en Casa Triana, vivienda de uno de los barrios con m¨¢s historia de Sevilla y reformada por Studio Noju, liderado por los arquitectos Antonio Mora y Eduardo Taz¨®n. Amarillo albero, verde procedente de los patios sevillanos o el azul de la cer¨¢mica tradicional local han traspasado los muros para colarse en este piso de apenas 60 metros cuadrados. Ellos lo engloban bajo el concepto de anti loft. ¡°La estrategia tradicional para estos inmuebles antiguos siempre ha sido demoler y abrir espacio, pero en esa repetici¨®n, en la estandarizaci¨®n, se pierde algo. Quer¨ªamos explorar. Hay campo por descubrir para dar nuevas soluciones a esta escala de vivienda que, adem¨¢s, es la ¨²nica que apenas puede permitirse nuestra generaci¨®n¡±, afirma Taz¨®n, de 32 a?os.
Mora, de 30 a?os, estudi¨® Arquitectura en Sevilla y su compa?ero en Madrid. All¨ª se conocieron en 2014 y un a?o m¨¢s tarde emprendieron un viaje profesional a Estados Unidos. Taz¨®n pas¨® por los estudios OMA y Diller Scofidio + Renfro en Nueva York y su compa?ero trabaj¨® ¡ªen Manhattan¡ª con la arquitecta canaria Ana Mar¨ªa Torres, fundadora del estudio AT Architects, en la reforma y dise?o de apartamentos, tiendas y oficinas. Fue una amiga com¨²n, F¨¢tima Mart¨ªn, tambi¨¦n de 30 a?os, quien les escribi¨® en 2019 para proponerles reformar peque?o piso que hab¨ªa adquirido en Triana. ¡°Tras muchos a?os en Madrid me mud¨¦ de nuevo a Sevilla, mi ciudad. Los alquileres estaban altos y decid¨ª comprar y ponerlo a mi gusto. Siempre he confiado en ellos y les dije que hicieran lo que quisieran¡±, explica Mart¨ªn, que trabaja como odont¨®loga en Dos Hermanas.
Ese papel en blanco supuso el momento del inicio del estudio. ¡°Era la primera ocasi¨®n de ponernos a prueba como arquitectos y dise?adores por nuestra cuenta¡±, subraya Mora, que empezaron a reflexionar para crear un espacio di¨¢fano con m¨¢s vida, con m¨¢s rincones. ¡°Quer¨ªamos cuestionar c¨®mo en vez de una caja vac¨ªa donde todo vale, pod¨ªa haber algo diferente y conseguir la percepci¨®n de distintas estancias aunque en realidad sea solo una¡±, a?ade Taz¨®n. La ubicaci¨®n del piso, interior, en un viejo edificio de viviendas trianero a un paso del r¨ªo Guadalquivir y el monasterio de las Monjas M¨ªnimas era, adem¨¢s, un reto para este equipo que se ha propuesto poner en valor este tipo de vivienda. Esa que cada vez es m¨¢s inaccesible a los j¨®venes debido al constante aumento de los precios y la llegada de los apartamentos vacacionales.
Quer¨ªamos explorar. Hay campo por descubrir para dar nuevas soluciones a esta escala de vivienda que, adem¨¢s, es la ¨²nica que apenas puede permitirse nuestra generaci¨®n
Lo abordaron desarrollando un proyecto que contempl¨® la creaci¨®n de cinco diferentes ambientes ¡ªo nichos como los denominan ellos¡ª englobados en un solo espacio di¨¢fano. Cada lugar iba a estar separado por un color para dar identidad propia a cada rinc¨®n, para que se entendiese como lugar ¨²nico. Tiraron del imaginario sevillano para decidir los colores. El amarillo albero, tierra tan t¨ªpica en Andaluc¨ªa, fue designado al comedor. El verde, cercano al tono pastel e inspirado en los patios sevillanos, a la cocina. El ic¨®nico azul de los azulejos andaluces permite crear un doble espacio: basta una cortina para separar la sala de estar de un cuarto de invitados temporal, que tambi¨¦n cuenta con una alfombra de ocho metros cuadrados que degrada del azul al blanco para caer de un nicho al otro. Finalmente, el amarillo lim¨®n decora el interior del armario, tambi¨¦n separado por una cortina. Cada lugar, adem¨¢s, est¨¢ enmarcado con un peque?o tramo de pintora ep¨®xica que termina de enmarcarlo y diferenciarlo. El quinto color es el blanco, reflejo de la tranquilidad necesaria en el sal¨®n y el dormitorio donde descansa la propietaria. M¨¢s all¨¢, solo queda el cuarto de ba?o, con dos accesos para obtener mayor intimidad.
Todo se apoya en las texturas geom¨¦tricas que aportan las cumbreras met¨¢licas, material asequible utilizado habitualmente para rematar tejados a dos aguas en naves industriales. Sus ondulaciones en forma de sierra crean aqu¨ª un juego de luces y sombras que generan profundidad a cada espacio. Tanto los arquitectos como la propietaria recuerdan los seis meses de obras como una etapa desesperante, primero porque ellos segu¨ªan a¨²n en Nueva York y segundo porque los alba?iles no estaban acostumbrados a este tipo de proyectos. Fue un proceso de m¨²ltiples videollamadas y en el que intercambiaron infinitos mensajes de Whatsapp, fotos y v¨ªdeos con los que superaban como pod¨ªan los casi 6.000 kil¨®metros que les separaban. Hasta que lo consiguieron.
¡°Lo m¨¢s gratificante es que cuando miras hacia alguno de los nichos tienes la sensaci¨®n de estar en una estancia, y cuando cambias la mirada a otra, parece que est¨¢s en un lugar diferente. Se consigue que te parezca que hay un espacio m¨¢s grande del que en realidad hay¡±, destaca Taz¨®n, que se?ala la importancia de optimizar el espacio en las viviendas con superficie reducida. ¡°Habitualmente la soluci¨®n era dejarlas di¨¢fanas, crear una caja blanca y que los muebles se encargaran de delimitar los espacios. En este caso es la arquitectura la que da la soluci¨®n para diferenciar las estancias¡±, a?ade, al tiempo que subraya que ¡°cada escala tiene su reto¡±. Es el caso de peque?os pisos como este, los escasamente accesibles a su generaci¨®n y donde F¨¢tima Mart¨ªn reside ya desde hace un a?o. ¡°Tuve miedo alguna vez, pero me alegro de no haberles dicho que no a sus propuestas. Ahora me encanta, ya la siento m¨ªa¡±, subraya la sevillana, que ha hecho de su vivienda el epicentro de su grupo de amigas, impactadas cada vez que cruzan su puerta.
Casa Triana es el proyecto inicial de Noju Studio, pero no el ¨²nico. El equipo trabaja ya en el que creen puede ser su gran carta de presentaci¨®n: un d¨²plex de 400 metros cuadrados en el madrile?o edificio Torres Blancas, ic¨®nico inmueble firmado por el arquitecto Francisco Javier S¨¢enz de Oiza. En la capital madrile?a tambi¨¦n est¨¢n centrados en la reforma de dos pisos en los barrios de Salamanca y Entrev¨ªas. La otra mitad de su labor se ubica en Sevilla, donde est¨¢n reformando unas oficinas en los alrededores de la estaci¨®n de AVE de Santa Justa ¡ªen el mismo lugar que ya han hecho otro proyecto similar¡ª y otra reforma de un piso con unos 60 metros de superficie. Igualmente, tienen en proyecto una casa de campo en el municipio de Jabugo, en la Sierra de Aracena (Huelva). ¡°Queremos trabajar en todas las escalas posibles, de ah¨ª viene nuestro nombre, Noju, que es una abreviaci¨®n de las palabras inglesas Not Just. Pretendemos no encasillarnos y tratar diferentes palos, escalas, presupuestos o tipos de clientes. Y tambi¨¦n realizar interiorismo o dise?o de producto¡±, concluye la joven pareja de arquitectos.