Vitra Campus, el Ed¨¦n de la arquitectura contempor¨¢nea que trajo a Frank Gehry a Europa
El complejo, sede de la conocida editora de dise?o suiza, es una inaudita colecci¨®n de edificios con algunas de las firmas m¨¢s importantes del mundo
Desde las ventanas de Vitra Haus, el edificio principal del Vitra Campus, se divisan tres pa¨ªses: Alemania, en cuyo suelo se encuentra; Francia, al otro lado del Rin, y Suiza, porque la ciudad m¨¢s cercana es Basilea. No es casualidad que aqu¨ª se ubique la sede de esta empresa cuya visi¨®n del dise?o es europea y global a la vez. Entre los cerezos desperdigados aqu¨ª y all¨¢ se distinguen las siluetas negras de los cuervos. De lejos, podr¨ªan confundirse con uno de los productos m¨¢s c¨¦lebres de Vitra: los p¨¢jaros de madera dise?ados a partir del que los dise?adores estadounidenses ...
Desde las ventanas de Vitra Haus, el edificio principal del Vitra Campus, se divisan tres pa¨ªses: Alemania, en cuyo suelo se encuentra; Francia, al otro lado del Rin, y Suiza, porque la ciudad m¨¢s cercana es Basilea. No es casualidad que aqu¨ª se ubique la sede de esta empresa cuya visi¨®n del dise?o es europea y global a la vez. Entre los cerezos desperdigados aqu¨ª y all¨¢ se distinguen las siluetas negras de los cuervos. De lejos, podr¨ªan confundirse con uno de los productos m¨¢s c¨¦lebres de Vitra: los p¨¢jaros de madera dise?ados a partir del que los dise?adores estadounidenses Charles y Ray Eames ten¨ªan en su sal¨®n. Precisamente para fabricar muebles de los Eames se fund¨® Vitra en 1957. Sus famos¨ªsimas sillas y butacas siguen estando entre los productos m¨¢s vendidos de la marca, cuyo cat¨¢logo se ha ampliado hasta conformar un gotha del dise?o del ¨²ltimo siglo, de Isamu Noguchi a Jasper Morrison, de Jean Prouv¨¦ a los hermanos Bouroullec. ¡°El proyecto de Vitra se basa en la diversidad hasta el punto de la confusi¨®n¡±, explican desde la marca. El origen del complejo Vitra Campus es una cadena de casualidades, coincidencias y puntos en com¨²n.
Todo empez¨® con un incendio: en 1981 la f¨¢brica de Vitra ardi¨® y hubo que reconstruirla r¨¢pidamente. El elegido fue Nicholas Grimshaw, que levant¨® una nueva planta en los seis meses que daba de plazo la compa?¨ªa de seguros. La idea de Rolf Fehlbaum, el director de la empresa, fue rehacer todo el complejo con el mismo estilo. Pero la casualidad se cruz¨® en su camino. Cuando su padre, Willi Felhbaum, el fundador de la empresa, cumpli¨® 70 a?os en 1984, sus hijos le regalaron una escultura de Claes Odenburg y Coosje van Bruggen: unas enormes herramientas de bricolaje que hoy est¨¢n junto al edificio principal. Odenburg le present¨® al estadounidense Frank Gehry, que apenas hab¨ªa construido en Europa, y Fehlbaum quiso encargarle un proyecto para albergar su ingente colecci¨®n de dise?o. Contratar a un estudio de Los ?ngeles para un solo edificio resultaba muy caro, de modo que, cuando hubo que ampliar la f¨¢brica, dio con la soluci¨®n: pedirle una nueva planta de producci¨®n. En lugar de un complejo homog¨¦neo, la sede de Vitra ser¨ªa un collage de edificios firmados por sus arquitectos favoritos, del mismo modo que la colecci¨®n de muebles y objetos que fabrica la marca no es un conjunto uniforme, sino un compendio de talentos dispares pero incuestionables del ¨²ltimo siglo.
Los dos edificios de Gehry anticipan las formas escult¨®ricas que luego popularizar¨ªa el Guggenheim de Bilbao. Sus ca¨®ticos vol¨²menes en blanco son tan imponentes que, cuando Herzog & de Meuron proyectaron la Vitra Haus en 2010, la pintaron de negro y la distanciaron m¨¢s de lo previsto. De hecho, la Vitra Haus de los suizos, un edificio monumental compuesto por 12 vol¨²menes en 5 pisos que se superponen como las ramas de un nido, da la bienvenida a un aut¨¦ntico museo de arquitectura contempor¨¢nea al aire libre que alberga encargos espec¨ªficos, pero tambi¨¦n tesoros trasplantados aqu¨ª para evitar su desaparici¨®n. Es el caso de una c¨²pula geod¨¦sica de Richard Buckminster Fuller que durante a?os sirvi¨® para vender coches en Detroit y que hoy rinde homenaje a la obra del primer arquitecto que se pregunt¨® por la crisis ecol¨®gica. M¨¢s pedigr¨ª a¨²n tiene la estaci¨®n de servicio de Jean Prouv¨¦, dise?ada y producida por el franc¨¦s en 1953 para la compa?¨ªa Mobiloil, y que hoy conserva su blanco y rojo original. Tambi¨¦n hay una casa unifamiliar de Kazuo Shinohara que cumpli¨® su misi¨®n desde 1961 hasta 2019, cuando sus propietarios decidieron deshacerse de ella y contactaron con Vitra a trav¨¦s de SANAA. El estudio japon¨¦s se hab¨ªa encargado, en 2012, del dise?o y construcci¨®n del que hoy es el edificio m¨¢s grande de todo el complejo y tambi¨¦n el m¨¢s dif¨ªcil de desentra?ar: su planta es un redondel ¨Cno un c¨ªrculo perfecto¨C y lo ¨²nico visible desde el exterior es una suerte de superficie blanca que recuerda a una cortina. El efecto se consigue gracias a grandes planchas onduladas compuestas por dos capas: la exterior es de vidrio acr¨ªlico y la interior es blanca, lo que le da un aspecto lechoso.
Caminar entre los edificios invita a fijarse en los detalles. Por ejemplo, las distintas formas de trabajar el ladrillo, que era el material principal de la f¨¢brica que se quem¨® en 1981. El portugu¨¦s Alvaro Siza, por ejemplo, quiso plantear un contrapunto al hormig¨®n de la vertiginosa estaci¨®n de bomberos de Zaha Hadid ¨Cel adjetivo no es casual: todo el que entra en los lavabos de los vestuarios tiene el impulso de apoyarse en las paredes¨C y emple¨® un ladrillo de aspecto comparto cuya superficie est¨¢ recorrida por peque?as hendiduras, como si la arcilla fresca se hubiese encogido durante la cocci¨®n. Su edificio es riguroso, un ortoedro rojizo solo interrumpido aqu¨ª y all¨¢ por l¨ªneas blancas y por la base de granito portugu¨¦s. Desde lejos, recuerda al mucho m¨¢s reciente Schaudepot de Herzog & de Meuron, de 2016, que alberga la colecci¨®n de Fehlbaum y cuya fachada est¨¢ recubierta de ladrillos rotos para conformar una superficie rugosa de aspecto hipn¨®tico. La introspecci¨®n, en todo caso, lleva el sello de Tadao Ando. El pabell¨®n de conferencias que dise?¨® en 1983 es un santuario zen de hormig¨®n al que hay que entrar por un sendero estrecho y cuya planta fue trazada para evitar la tala de ¨¢rboles. Aqu¨ª, la arquitectura de autor prolifera con tanta libertad como el jard¨ªn de Piet Oudolf. Ll¨¢melo reserva natural. O sue?o cumplido.