Los secretos del nuevo Ritz, el emblem¨¢tico hotel madrile?o que reabre sus puertas despu¨¦s de tres a?os de reforma
Se han restaurado y recuperado elementos del alojamiento m¨¢s ic¨®nico de la capital y el trabajo del arquitecto Rafael de La-Hoz y de los interioristas Giller & Boissier devuelve a los hu¨¦spedes una idea atemporal y reconfortante del lujo
Cuando en 1906 Madrid celebr¨® la boda del rey Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battenberg, no hab¨ªa en toda la ciudad un solo hotel digno de tanto invitado coronado que llegaba de toda Europa, as¨ª que la nobleza local tuvo que hacerles hueco en sus palacios. Solo cuatro a?os m¨¢s tarde, el mismo monarca inauguraba el Ritz, el primer hotel de lujo de Espa?a, dise?ado por Charles Mew¨¨s a imagen y semejanza del original de la place Vend?me parisina. Su estilo Belle ?poque remedaba la arquitectura clasicista francesa mientras contribu¨ªa a asentar un nuevo canon de lujo cosmopolita. Ya no volver¨ªan a pillarnos en esa.
Desde entonces han ocurrido bastantes cosas: a medida que en Madrid abr¨ªan (y cerraban) muchos otros hoteles de similar categor¨ªa, el propio Ritz ha vivido sus altos y sus bajos, ha cambiado de propietarios en diversas ocasiones ¨Cdesde 2015 pertenece a la cadena Mandarin Oriental, que lo compr¨® a Omega Capital, la sociedad de inversi¨®n de Alicia Koplowitz, y al grupo Belmond-, e incluso ha permanecido cerrado durante casi tres a?os, pero ahora reabre tras someterse a una costos¨ªsima reforma que lo sit¨²a en l¨ªnea de salida para el esperado mundo pospand¨¦mico. Ya es posible hacer reservas para entrar desde el 15 de abril.
¡°Las reformas han durado un periodo largo pero necesario¡±, admite en espa?ol impecable el australiano Greg Liddell, director general del nuevo Mandarin Oriental Ritz Madrid. ¡°Se trataba de una obra compleja, porque deb¨ªamos restaurar y recuperar los elementos emblem¨¢ticos del hotel m¨¢s ic¨®nico de Madrid, que goza del m¨¢s alto grado de protecci¨®n como Patrimonio Hist¨®rico¡±.
Hablando de iconos, durante la Guerra Civil el hotel se recicl¨® en hospital de sangre y en una de sus camas muri¨® en 1936 el l¨ªder anarquista Buenaventura Durruti. Justo donde ahora se alza el nuevo Champagne Bar, algo que podr¨ªa interpretarse como una sutil pero inequ¨ªvoca declaraci¨®n de intenciones. El arquitecto espa?ol Rafael de La-Hoz y los interioristas franceses Giller & Boissier se han puesto manos a la obra en una reforma radicalmente gatopardiana en la que cambia todo para que todo siga igual. Interiores donde abundan las molduras, las hornacinas y veneras, las kentias sobre rotundos maceteros, las l¨¢mparas de ara?a reci¨¦n restauradas, las mullidas alfombras, los macizos cortinajes y los colores blanco y dorado como elementos de continuidad, nos devuelven una idea atemporal y reconfortante del lujo. La galer¨ªa de retratos fotogr¨¢ficos de la artista madrile?a Paula Anta que decora las paredes de Pictura, el bar del hotel, permite reconocer rostros actuales conocidos pero se inspira en los c¨®digos visuales de la pintura barroca.
53 de sus 153 habitaciones son suites, de entre las que destaca una Suite Real de casi 200 metros cuadrados. Tambi¨¦n lo hace la b¨®veda de cristal que de nuevo se alza sobre los salones centrales tras 80 a?os de cubiertas opacas. Ba?ados ahora de luz natural, ese delicado equilibrio entre lo interior y lo exterior nos devuelve a los tiempos de la arquitectura del hierro y el cristal en la que un jard¨ªn de invierno constitu¨ªa la mejor ambientaci¨®n para una soir¨¦e digna de ese nombre. Tambi¨¦n se han recuperado las puertas originales de acceso, de cuatro metros de altura, y se ha restaurado la escultura de la diosa Diana del hall, trasladada ahora al jard¨ªn.
Adem¨¢s del activo del propio edificio y de la calidad de sus servicios (se ha fichado al chef Quique Dacosta en la restauraci¨®n, y el preceptivo spa se define como ¡°un palacio sumergido¡±), Liddell destaca la garant¨ªa de calidad que supone una generosa dotaci¨®n de personal: con 315 personas en plantilla, el ratio resultante asigna m¨¢s de dos empleados por habitaci¨®n. Queda por ver en qu¨¦ medida ir¨¢ gener¨¢ndose la demanda necesaria para absorber todos estos costes. Por el momento, se conf¨ªa en el inter¨¦s de la clientela de cercan¨ªa: ¡°Mientras perduren las restricciones de movilidad y se limiten los viajes, esperamos una fuerte presencia de turismo de ocio local¡±, afirma el director. ¡°Percibimos el enorme inter¨¦s de la ciudad por el hotel y creemos que la ocupaci¨®n lo reflejar¨¢ a medio y largo plazo. Pero tambi¨¦n hay una demanda creciente de turismo extranjero que ya tiene ganas de venir¡±.
La cadena, con sede en Hong Kong, eligi¨® Barcelona para abrir en 2009 su primer hotel espa?ol, y Madrid parec¨ªa el siguiente paso l¨®gico. As¨ª lo cree Liddell: ¡°Es una de las grandes capitales europeas y una de las ciudades con mayor potencial. A¨²n es pronto para hacer predicciones, pero los indicadores son positivos y creemos que 2021 ser¨¢ el a?o en el que veamos el comienzo de la recuperaci¨®n. A medida que las restricciones desaparezcan, la demanda empezar¨¢ a recuperarse de forma sostenida. Confiamos en un fuerte repunte para 2022¡±.
Tal es esa confianza que considera el cercano Four Seasons ¨Cabierto el pasado septiembre- no un rival, sino un ¡°compa?ero de viaje¡±. Pero en todo hay matices: ¡°En Madrid, el Ritz es m¨¢s que un hotel: es una instituci¨®n. Y much¨ªsima gente conserva un recuerdo entra?able asociado a ¨¦l. Eso es precioso, y forma parte del legado que queremos mantener¡±.
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