?Qu¨¦ debe tener un cartel de Oscar para triunfar? El espa?ol que ha dise?ado los mejores de los ¨²ltimos a?os nos da las claves

La m¨ªtica frase ¡°and the Oscar goes to¡± no ha precedido, hasta la fecha, a ning¨²n nombre de cartelista y no parece que la Academia de Hollywood tenga en mente en el corto plazo premiar los carteles de pel¨ªculas. Pablo Matilla desvela a ICON Design las claves creativas de un p¨®ster de Hollywood. Este dise?ador extreme?o de 40 a?os, criado en Sevilla, lleva casi dos d¨¦cadas haciendo afiches para la meca del cine. Suyas son las gr¨¢ficas publicitarias de Dunkerque, Interstellar, 1917 o Roma, lo cual significa que ha colaborado con de algunos nombres que son ya historia del cine, como Christopher Nolan, Sam Mendes o Alfonso Cuar¨®n.

Matilla es el art¨ªfice de la imagen promocional de muchas cintas que han hecho carrera en los Premios Oscar (la ¨²ltima de ellas, El juicio a los 7 de Chicago), pero reconoce que los carteles de pel¨ªculas de Oscar no necesariamente comparten similitudes, aunque s¨ª definen lo que no son con decisiones est¨¦ticas. ¡°Creo que la mayor¨ªa tienen gr¨¢ficas sinceras que intentan ser fieles a la visi¨®n art¨ªstica del director y su equipo. Son una muestra del tono y el g¨¦nero de la pel¨ªcula¡±, apunta.

El dise?ador habla con entusiasmo de su trabajo, es feliz con poder poner su imaginaci¨®n al servicio de proyectos interesantes, del tama?o que sean. La creaci¨®n de carteles de cine implica en la industria estadounidense ¡ªy cada vez m¨¢s en la espa?ola¡ª a multitud de profesionales en complejos procesos, incluido un alto n¨²mero de ciclos de ensayo y error que hacen de la gesti¨®n del rechazo un arte que deber¨ªa ense?arse en las escuelas de dise?o.

El extreme?o nunca ha estudiado dise?o gr¨¢fico, sino cine en escuelas de Barcelona, Los ?ngeles y Nueva York. Como cartelista, Matilla siente que su labor es sobre todo la de int¨¦rprete de la visi¨®n del director: ¡°Obviamente, tienes la libertad de dirigir tu atenci¨®n a los momentos de la pel¨ªcula que te parecen m¨¢s interesantes y que la representan, pero al final es el director quien decide si tradujiste correctamente su visi¨®n en una sola pincelada. Los mejores directores de cine tienen una visi¨®n clara de su pel¨ªcula, desde el primer fotograma hasta el ¨²ltimo elemento publicitario. No todos deciden involucrarse tanto en el proceso, pero los que lo hacen buscan que el cartel sea fiel a su pel¨ªcula, a la historia que cuentan y al tono de su propuesta art¨ªstica¡±.

Tal y como Matilla explica a ICON Design, la clave para dise?ar un buen cartel de cine est¨¢ en encontrar el equilibrio entre arte y publicidad. ¡°Cuando muestran un exceso de informaci¨®n publicitaria pierden impacto visual. Por otro lado, hay carteles muy est¨¦ticos que no llevan a nadie a una sala porque no son una ventana a la narrativa de la pel¨ªcula. De ah¨ª que dar con el equilibrio sea tan importante ¡±, explica.

¡°Si te fijas, tanto Dunkerque como 1917 tienen ciertas similitudes. La paleta de colores en ambos carteles son modernas. Los soldados no llevan cascos en sus cabezas, no est¨¢n disparando ni apuntando a nadie, sus expresiones corporales son vulnerables. Todo esto humaniza a los personajes y produce empat¨ªa en el espectador. Aunque ambas cintas caen en la categor¨ªa de cine b¨¦lico, las se autoproclaman antib¨¦licas, y eso se refleja en sus carteles¡±, apunta el dise?ador. En cuanto a Interstellar, otra cima de su carrera, Matilla apunta que fue un proyecto con mucho valor de producci¨®n. Para este tipo de pel¨ªculas, los estudios hacen muchos carteles, en vez de intentar meterlo todo en una sola imagen. ¡°Si analizas los afiches previos al m¨ªo que se hicieron para esta pel¨ªcula, cada uno muestra las distintas virtudes de la cinta: el viaje espacial, la conexi¨®n emocional del protagonista con su hija, el sentido de aventura en grupo¡±, apunta Matilla.

El payoff [cartel definitivo dise?ado por Pablo] muestra la vulnerabilidad del protagonista en un lugar hostil y no da muchos detalles de la historia m¨¢s all¨¢ de que lleva un traje de la NASA. Ni siquiera hay una nave espacial. Pese a que la pel¨ªcula est¨¢ protagonizada por un actor conocido, no se intenta exagerar su presencia. ¡°Creo que ah¨ª es donde los estudios de cine son m¨¢s brillantes en su estrategia de marketing, son capaces de identificar el p¨²blico principal y dar la informaci¨®n b¨¢sica para atraerlo. Tanto en el cartel de Dunkerque como en el de Interstellar, la informaci¨®n m¨¢s importante es el director, Christoper Nolan, por eso prescindimos de distracciones innecesarias. Algo equivalente puede aplicarse a otros casos como Kong: Skull Island. Ah¨ª hay un reparto espectacular y est¨¢ dirigida por un buen director, pero el mensaje principal que se lanza al p¨²blico es que es de los productores de Godzilla¡±. Tambi¨¦n va en ese camino el ¨²ltimo que ha dise?ado: Godzilla vs. Kong.

¡°Los estudios de cine pueden testear los carteles igual que testean las pel¨ªculas, pero al final el mejor indicador de que el p¨®ster es el adecuado es que al director le guste. Hay gente por ah¨ª con mucho m¨¢s talento que yo. Solo tengo la suerte de estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado para trabajar en estas pel¨ªculas. No es falsa humildad, es la verdad¡±, resume Matilla.

En Espa?a apenas se premia el cartelismo de cine, pero los Premios Feroz (considerados los Globos de Oro espa?oles) tienen una categor¨ªa espec¨ªfica a Mejor Cartel. Sin embargo Matilla no cree que esto vaya a replicarse, al menos de momento, en Hollywood: ¡°Veo una tendencia opuesta, creo que las televisiones prefieren galas de premios con menos categor¨ªas y m¨¢s atenci¨®n a las estrellas. Tenemos otros foros como los Clio Entertainment o los Golden Trailer Awards, aunque echo de menos los desaparecidos Key Art Awards, en los que los carteles se juzgaban por g¨¦nero cinematogr¨¢fico y por profesionales especializados¡±.

Es probable que Pablo Matilla nunca gane un Oscar. Ni falta que le hace.