El taller de grabado de Carabanchel que mantiene viva esta antigua t¨¦cnica
Benveniste Contemporary, sede del dan¨¦s Dan Benveniste, ocupa 400 metros cuadrados de instalaciones industriales en el barrio madrile?o en los que tambi¨¦n hay un ¨¢rea dedicada a galer¨ªa y destaca su actividad como club de compra de grabados
Cuando Dan Benveniste (Copenhague, 55 a?os) lleg¨® a Madrid en 1991 ten¨ªa muy alto el list¨®n de las expectativas. Su jefe desde que ten¨ªa 15 a?os, el hist¨®rico editor y galerista dan¨¦s Niels Borch Jensen, hab¨ªa conocido bien la ciudad en la segunda mitad de los a?os setenta y le describi¨® el panorama sin ahorrarse los detalles m¨¢s jugosos: ¡°Las historias que me contaba eran salvajes, as¨ª que como adolescente tuvieron mucho impacto en m¨ª¡±. En pleno cierre del cap¨ªtulo de la ...
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Cuando Dan Benveniste (Copenhague, 55 a?os) lleg¨® a Madrid en 1991 ten¨ªa muy alto el list¨®n de las expectativas. Su jefe desde que ten¨ªa 15 a?os, el hist¨®rico editor y galerista dan¨¦s Niels Borch Jensen, hab¨ªa conocido bien la ciudad en la segunda mitad de los a?os setenta y le describi¨® el panorama sin ahorrarse los detalles m¨¢s jugosos: ¡°Las historias que me contaba eran salvajes, as¨ª que como adolescente tuvieron mucho impacto en m¨ª¡±. En pleno cierre del cap¨ªtulo de la Movida, aquel era manifiestamente otro momento, pero la jarana madrile?a no le decepcion¨®. De modo que aqu¨ª puso su centro de operaciones, descartando el plan original de vivir en Nueva York.
En eso tuvo que ver tambi¨¦n que le sonriera el ¨¢mbito profesional. Al cabo de ocho meses hab¨ªa abierto su propio taller de grabado mientras se manten¨ªa trabajando para otro m¨¢s curtido, EEGEE-3, creado por los artistas Fajardo y Alexanco y el arquitecto Jos¨¦ F¨¦lix ?lvarez. ¡°Lo hice por la atracci¨®n que me generaba Madrid, sin un estudio previo del mercado: ten¨ªa 24 a?os y simplemente me dije: ¡®?Pues vale!¡±.
Su labor recurrente para el pintor mexicano Miguel Cond¨¦, para el que lleg¨® a realizar casi 200 planchas en 10 a?os, le ayud¨® a prosperar. Ha tenido varias sedes, pero desde hace casi dos d¨¦cadas ocupa 400 metros cuadrados de instalaciones industriales en el barrio de Carabanchel, conocido porque en los ¨²ltimos tiempos ha experimentado una primavera art¨ªstica durante la que ha acogido galer¨ªas, estudios de creadores y otros espacios polivalentes.
Cuando ¨¦l lleg¨®, sin embargo, el panorama era otro: ¡°No hab¨ªa nada de eso. Yo vine porque hab¨ªa decidido expandirme, en parte porque estaba trabajando con formatos de planchas de cobre m¨¢s grandes de las que se suelen hacer en Espa?a. Luego fui testigo del cambio que ha dado el barrio. Ahora tengo enfrente la galer¨ªa La Gran, y muy cerca la de Sabrina Amrani, por ejemplo. Estamos tanteando empezar hacer cosas juntos¡±.
Un ¨¢rea de su taller tambi¨¦n est¨¢ dedicada a galer¨ªa, despu¨¦s de que decidiera cerrar la que hab¨ªa abierto en el centro tras sufrir los efectos de la crisis de 2008: ¡°La inauguramos justo entonces y la mantuvimos seis a?os, hasta que vi que ya no ven¨ªa nadie¡±. Tambi¨¦n destaca su actividad como club de compra de grabados, por la que, a cambio de una cuota mensual de 105 euros, medio centenar de suscriptores adquieren cada a?o dos carpetas con tres obras seriadas de artistas reconocidos producidas en el taller. En sus 22 a?os de existencia ha publicado, sin saltarse una, las correspondientes 44 carpetas, firmadas por nombres como ?ngela de la Cruz, Juliao S?rmento o Pello Irazu. Est¨¢ ultimando otra dedicada a Juan Luis Moraza, que reproduce exquisitamente las antiguas acciones y bonos bancarios impresos para reflexionar sobre la l¨®gica capitalista aplicada al uso del tiempo humano.
Adem¨¢s de suponer un pilar financiero estable, el club le sirve como campo de pruebas: de hecho, cada vez que un artista acude a ¨¦l para colaborar en un proyecto, propone primero que ambos se midan mutuamente produciendo una de estas carpetas.
Benveniste est¨¢ bregado en el trato con los artistas desde que, a¨²n trabajando para Borch en Copenhague, trat¨® con pesos pesados como Jim Dine (¡°¨¦l ya hab¨ªa hecho mucho grabado, y como el tema t¨¦cnico lo ten¨ªa tan controlado te pod¨ªas centrar en la obra¡±) o Keith Haring (¡°un salado total, trabaj¨¢bamos 20 horas y luego nos ¨ªbamos de juerga¡±). Del neoexpresionista alem¨¢n J?rg Immendorff dice que ¡°iba m¨¢s de sobrado, aunque al final se relaj¨® y me dec¨ªa Das ist ein guter Assistent (esto es un buen asistente)¡±.
Asegura contar con los dedos de una mano las frustraciones profesionales, que adem¨¢s no se?ala con nombres y apellidos. Considera que el truco est¨¢ en establecer r¨¢pidamente una relaci¨®n de confianza con los artistas, de manera que le permitan guiarlos en el proceso creativo. En este punto hay que decir que el propio Dan es un creador en toda regla, ya que no se limita a imprimir planchas de cobre sino que en cada trabajo aplica o incluso inventa distintas t¨¦cnicas para conseguir el efecto perseguido.
Esto le permite cubrir las necesidades de autores tan distintos como Jer¨®nimo Elespe, que ha conseguido realizar junto a ¨¦l una obra seriada que bien puede considerarse ¨²nica e indistinguible de sus dibujos, o el maestro colombiano Jos¨¦ Antonio Su¨¢rez Londo?o, usuario de las t¨¦cnicas m¨¢s tradicionales, que aplica con una meticulosa atenci¨®n al detalle.
Pero es en el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa cuando consigue resultados casi alqu¨ªmicos: al realizar unos grabados de gran formato para el escultor Jacobo Castellano, conocido por el uso expresivo de materiales ordinarios, ha atrapado perfectamente en formato plano la fisicidad de la madera, las grapas, el hilo o la cinta americana. Y no hay foto de ellas que consiga transmitir esa sensaci¨®n, as¨ª que procede verlos en vivo.
La buena noticia es que ser¨¢n precisamente estas obras las que exponga en septiembre, como parte del programa de Apertura, la inauguraci¨®n de la temporada de las galer¨ªas madrile?as. Un par de meses despu¨¦s le espera la feria Art Marbella, donde tendr¨¢ un espacio dedicado a la difusi¨®n y venta de obra salida de su taller. Ser¨¢ una buena ocasi¨®n para comprobar c¨®mo una t¨¦cnica tan antigua como el grabado sigue generando resultados muy diversos como consecuencia de las distintas interacciones que se producen con un mismo profesional.
¡°Me he preguntado muchas veces por qu¨¦ sigue existiendo este oficio¡±, reflexiona. ¡°Y creo que es porque los artistas lo necesitan. Necesitan ese di¨¢logo¡±.