Del sof¨¢ de Dal¨ª a ese c¨¦lebre florero f¨¢lico: 50 a?os de BD, la firma catalana que cambi¨® el dise?o espa?ol para siempre
La empresa, fundada por Oscar Tusquets en 1972, cumple medio siglo y cambia de manos para seguir cumpliendo su misi¨®n: producir piezas en el l¨ªmite entre la utilidad y la provocaci¨®n
A sus 81 a?os, Oscar Tusquets Blanca fue con diferencia el bailar¨ªn m¨¢s solvente y resuelto entre la concurrencia que el pasado 7 de octubre acudi¨® a la fiesta del 50 aniversario de BD Barcelona Design, la editora de dise?o que fund¨® en 1972 bajo el nombre de Bocaccio Design junto a sus compa?eros en Studio Per, su despacho de arquitectura, y el entonces inevitable Oriol Reg¨¢s, socio y perejil de casi todas las salsas de la Barcelona moderna del tardofranquismo. La jubilosa disposici¨®n al baile de Tusquets es coherente con el hecho de que BD naci¨® ¡°entre copas, de noche, junto a la pista de baile¡± de Bocaccio, la conocida discoteca propiedad de Reg¨¢s.
Lo recuerda Ram¨®n ?beda, director creativo de BD durante 20 a?os, en el libro que ha editado para celebrar este medio siglo de andadura y que recopila 400 dise?os, entre productos y prototipos, acu?ados por la firma. En su contraportada figura el lema escogido para este aniversario redondo, Let¡¯s dance!, extra¨ªdo de Alicia en el pa¨ªs de las maravillas, y que representa con exactitud la filosof¨ªa de creatividad, innovaci¨®n, libertad y riesgo que BD lleva defendiendo desde su fundaci¨®n.
Coincidiendo con su cincuentenario, una de las cabezas tractoras del mejor dise?o catal¨¢n y espa?ol de las ¨²ltimas d¨¦cadas ha cambiado de manos. Un grupo de socios 40 a?os m¨¢s j¨®venes que los fundadores, encabezado por los art¨ªfices de la editorial Apartamento ¡ªNacho Alegre, Omar Sosa y Marco Velardi¡ª, Bofill Taller de Arquitectura con su consejero delegado, Pablo Bofill, al frente, e Igor Urdampilleta, miembro del estudio Arquitectura-G, han recibido la compa?¨ªa en una transici¨®n fraternal.
Ya antes de la pandemia, Tusquets plante¨® a sus socios (Llu¨ªs Clotet, Mireia Riera, Pep Bonet, Cristian Cirici y Llu¨ªs Sim¨®n) un relevo ordenado. ¡°Todos est¨¢bamos rondando los 80. Tenemos una salud envidiable, pero pens¨¦ que hab¨ªa llegado el momento de pasar el testigo¡±, explica Tusquets. Tras conversaciones frustradas con varios pretendientes que o no estaban convencidos o no les convenc¨ªan (¡±he visto a muchas grandes empresas italianas de dise?o decaer despu¨¦s de ser vendidas a una multinacional¡±, lamenta), se le ocurri¨® propon¨¦rselo al peque?o grupo de profesionales creativos formado por Alegre, Sosa y Urdampilleta, con los que desde hace tiempo mantiene una estrecha amistad intergeneracional.
¡°Al principio pensamos que Oscar quer¨ªa que le ayud¨¢ramos a buscar un comprador, pero cuando nos volvimos a ver nos dijo claramente que nos estaba ofreciendo BD a nosotros¡±, explica Nacho Alegre. ¡°En Apartamento nos encajaba mucho la idea. Adem¨¢s de editar libros y una revista, oficio que se parece un poco a la manera de hacer producto que tiene BD, que es editora y no tiene f¨¢brica, toda la vida hemos hecho consultor¨ªa para empresas de dise?o. Es una industria que conocemos muy bien. Pero no ten¨ªamos un duro, y luego lleg¨® la covid. Cuando se empez¨® a disipar la pandemia retomamos la idea. Nos daba un poco de miedo empezar a jugar nosotros en lugar de para alguien, pero lo comentamos con algunos amigos y buscamos la manera de intentarlo. Nos sentamos con Pablo Bofill, trazamos un plan y les hicimos una oferta¡±.
Tanto a Tusquets como al resto de socios les pareci¨® un traspaso natural. ¡°Son j¨®venes y les gusta mucho nuestro cat¨¢logo. Como BD est¨¢ yendo econ¨®micamente mejor que nunca, pudimos vender a buen precio. No discutimos por nada. ?Yo incluso me he quedado!¡±. En efecto, Tusquets es el ¨²nico socio fundador que ha conservado parte de sus acciones. ¡°Ellos insistieron. Les gusta lo que hago y quieren recuperar bastantes dise?os m¨ªos¡±.
BD arranc¨® su andadura animada por ese esp¨ªritu l¨²dico que parec¨ªa impregnar todo lo que se hac¨ªa en aquella Barcelona vibrante, pr¨®spera y un tanto libertina de los setenta. Entre sus primeros productos hab¨ªa una serie de p¨®sters-trampantojo que reproduc¨ªan en dos dimensiones sillas de Mackintosh, venerables cabeceros catalanes del siglo XVIII y chimeneas modernistas, o la Jipi Lamp, un tenderete de varillas y sacos de arena sobre el cual se colocaba un pa?uelo para tamizar la luz de la bombilla y crear una atm¨®sfera adecuada para el acto amoroso. Cuando abrieron su primer local en el 137 de Via Augusta, en pleno barrio de Sant Gervasi, muchos se preguntaron qu¨¦ se vend¨ªa exactamente en aquella exc¨¦ntrica tienda. A los seis meses, los acreedores comenzaron a apretar. Se reunieron con Reg¨¢s en uno de sus restaurantes, el lujoso Via Veneto, para proponerle una ampliaci¨®n de capital. Este se neg¨® amigablemente y acept¨® salir de aquel negocio al que no ve¨ªa mucho futuro.
Pero por una vez Reg¨¢s se equivoc¨® y pronto las cosas empezaron a marchar bien. Del mismo a?o 72 son la agusanada l¨¢mpara CUC, la reedici¨®n de un cl¨¢sico, la mesa Domino de Charles Rennie Mackintosh (esta, de verdad), y las primeras colaboraciones con creadores internacionales como Vittorio Gregotti (la estanter¨ªa-banco-escalera La Scala de Mil¨¢n), ?lvaro Siza (la l¨¢mpara Flamingo) o Ettore Sottsass (la mesa Mettsass). De este ¨²ltimo es tambi¨¦n el florero rosa con silueta f¨¢lica que hoy se yergue como s¨ªmbolo oficioso de BD. ¡°Vend¨ªamos dos o tres al a?o, y por n¨²meros tendr¨ªamos que haberlo sacado de cat¨¢logo, pero decidimos que de ninguna manera pod¨ªamos retirar un dise?o tan ic¨®nico. Entonces los gais, como han hecho con la ¨®pera, lo pusieron de moda y lo salvaron. Hoy lo vendemos much¨ªsimo¡±, celebra Tusquets.
¡°De la generaci¨®n de mis padres, la mitad hizo su lista de bodas en BD¡±, evoca Alegre. ¡°Lo que m¨¢s recuerdo de peque?o es el carrito para el televisor de tubo negro de Oscar y Clotet (el modelo Vers¨¢til, de 1976). Estaba en todas las casas de la ciudad, pero se vendi¨® en todo el mundo. Lo ves en los World of Interiors de la ¨¦poca, lo ten¨ªa Tom Selleck en su apartamento en Magnum, la serie de televisi¨®n, y lo ten¨ªa tu t¨ªa. Era un b¨¢sico, como la l¨¢mpara TMM de Miguel Mil¨¢, que entonces produc¨ªa BD¡±.
En 1979 se instalaron en el emblem¨¢tico local de la Casa Thomas, en la calle Mallorca, y comenzaron a implantarse en otros puntos de Espa?a. BD vend¨ªa de todo, cosas muy caras de dise?o, pero tambi¨¦n asequibles y funcionales. En aquellos a?os Studio Per realizaba mucha obra, y resolvieron necesidades espec¨ªficas de sus proyectos de arquitectura dise?ando productos que luego incorporaban al cat¨¢logo de BD. Un ejemplo paradigm¨¢tico es el buz¨®n Sardinel de 1975, cuya evoluci¨®n, el 3-4-5 (1984), sigue dominando los portales de Barcelona.
En los dosmiles, bajo la direcci¨®n creativa de Ram¨®n ?beda y la gesti¨®n de su actual director general, Jordi Arnau, BD apost¨® por la internacionalizaci¨®n. ¡°Cuando entr¨¦ en 2001, BD era sobre todo una tienda de Barcelona muy importante que tambi¨¦n vend¨ªa en el resto de Espa?a. Hoy hemos conseguido estar en 60 pa¨ªses y la exportaci¨®n supone el 90% del negocio¡±, explica Arnau. ?l, junto al dise?ador Otto Canalda, responsable de producci¨®n, representa la continuidad en una empresa avalada por los n¨²meros (¡±este a?o estamos duplicando la facturaci¨®n de 2020¡å) y por el impulso creativo de sus nuevos responsables. ¡°BD siempre ha tenido una vocaci¨®n de modernidad, de futuro y de riesgo y creo que debe seguir siendo as¨ª¡±, concluye Alegre.
Horas antes de la fiesta de aniversario, durante el almuerzo de celebraci¨®n, la presidenta saliente, Mireia Riera, alz¨® la copa y brind¨® por el futuro de BD. ¡°Os estaremos vigilando¡±, brome¨®. Sentado entre dos de los dise?adores bandera de la casa, Jaime Hay¨®n y Stephen Burks, Alegre recogi¨® el guante con humildad. ¡°Vosotros fuisteis los visionarios, nosotros somos los seguidores. Os pedimos un poco de paciencia¡±, dijo. Ahora, a bailar.
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