Palomo Spain: ¡°Nuestra sostenibilidad consiste en un taller de ropa cosida por gente del pueblo y con un sueldo digno¡±
El dise?ador cordob¨¦s presenta su nueva colecci¨®n, ¡®Nuevo d¨ªa¡¯, con un v¨ªdeo en la semana de la moda de Par¨ªs
La colecci¨®n de Palomo Spain para el pr¨®ximo oto?o se llama Nuevo d¨ªa, como la canci¨®n de Lole y Manuel. ¡°La hemos dise?ado pensando que ma?ana ser¨¢ un d¨ªa mejor, mirando al futuro con ganas y optimismo. Es la sensaci¨®n que tenemos ahora. Tenemos ganas de salir, abrazarnos, querernos, kiss and love¡±. Alejandro Palomo (Posadas, C¨®rdoba, 1992) describe as¨ª la emoci¨®n que da forma a prendas que saldr¨¢n a la venta poco despu¨¦s de su presentaci¨®n ¨Clo que en la industria de la moda se denomina see now, buy now [mira ahora, compra ahora]¨C, que reflejan el momento de calma y luminosidad que vive una de las firmas que m¨¢s titulares ¨Cy, en ocasiones, m¨¢s pol¨¦mica¨C ha generado estos ¨²ltimos a?os. ¡°Nos hemos mirado much¨ªsimo a nosotros mismos¡±, apunta el dise?ador. ¡°Hay una intenci¨®n de reafirmarse en qui¨¦nes somos, por qu¨¦ estamos aqu¨ª, a qui¨¦n representamos. La colecci¨®n es muy fresca, alegre, optimista, renovada sin dejar atr¨¢s todos esos c¨®digos que son reconocibles ya de Palomo¡±.
Esos c¨®digos se declinan esta temporada a plena luz del d¨ªa, en el campo cordob¨¦s por el que desfilan los modelos en el v¨ªdeo de presentaci¨®n. Hay flecos, lunares, prendas tejidas con cintas, margaritas. Jers¨¦is inspirados en jarapas, pantalones de vestir, blusas, trajes y camisetas de halterofilia que desembocan en una falda digna de una alfombra roja. Incluso los pantalones adoptan coquillas a medio camino entre la corte de los Austrias y una noche en un club prepand¨¦mico. Humor, provocaci¨®n, artesan¨ªa y prendas contundentes. Un Palomo en plena forma y, seg¨²n cuenta, m¨¢s concentrado que nunca.
?Qu¨¦ ha cambiado en Palomo Spain durante el ¨²ltimo a?o? A todos nos ha cambiado la perspectiva y la forma de entender el mecanismo en el que est¨¢bamos trabajando. Antes hab¨ªa un ritmo de desfiles y una conversaci¨®n mucho m¨¢s directa con la industria. La pandemia nos ha ense?ado que quien hace que la marca est¨¦ viva es el cliente y nuestra comunidad, que cada vez es m¨¢s potente. Nos hemos esforzado en entender qui¨¦nes son estas personas y por qu¨¦ forman parte de Palomo, porque al final son los que mantienen esto con vida, m¨¢s all¨¢ de que un chico sentado en el front row pueda decir si la colecci¨®n es bonita o fea. La conversaci¨®n ha cambiado por completo.
?Y qui¨¦n es el cliente de Palomo Spain? Es una pregunta que ha planeado sobre la marca desde la primera colecci¨®n. ?A qu¨¦ conclusi¨®n ha llegado? No hay solo un perfil, sino una comunidad totalmente diversa. Hay hombres, mujeres, personas que no se clasifican con un g¨¦nero determinado. Tambi¨¦n hay niveles econ¨®micos muy distintos. S¨ª es verdad que tenemos un tipo de cliente muy afianzado que quiere coleccionar nuestras piezas ic¨®nicas, que te pide una pieza de hace cinco desfiles porque todav¨ªa no la tiene, pero la sigue queriendo, y quiere la pluma, el vestido de lentejuelas y lo raro, y casi viste Palomo a diario. Y tambi¨¦n hay un cliente que puede comprarse unas gafas de sol, un sombrero, una cartera, una camiseta, una camisa, y que tambi¨¦n est¨¢ en todas las partes del mundo. Tanto unos como otros compran en Palomo porque se sienten parte del mensaje. Hay una comunidad, y Palomo forma parte de sus vidas. El cliente de Palomo podr¨ªa ser un chico optimista, sensibilizado con lo que pasa en el mundo, que cree en la posibilidad de un mundo mejor con fantas¨ªa, libertad y ganas de pas¨¢rselo bien.
?Era el cliente que ten¨ªa en mente cuando comenz¨®? Nos ha costado comprenderlo bien. A veces no sab¨ªa si la ropa iba a acabar en se?oras de un cierto poder adquisitivo y una cierta edad. Pero luego te das cuenta de que no, de que hay grupos de chicos en Nueva York y en Los ?ngeles que van todos vestidos de Palomo, y les encanta. El objetivo es formar parte de la vida de la gente. Me sorprende ir con mi amigo Curro por la calle por Madrid y cruzarnos con una panda de chavales con camisetas y gafas de Palomo. O que la gente me diga que en los desfiles de Par¨ªs han visto a cuatro personas con abrigos m¨ªos.
Esta temporada, Palomo Spain desfila en Par¨ªs. O, al menos, virtualmente en Par¨ªs. Porque el fashion film que la firma ha presentado en la secci¨®n digital de la pasarela francesa ¨Cesta temporada tampoco hay desfiles presenciales¨C tiene como escenario un lugar muy distinto. Entre gigantescos paneles solares, los modelos desfilan al aire libre en la planta de energ¨ªas renovables Gemasolar, cerca de Posadas, el pueblo cordob¨¦s donde tiene su sede la firma. ¡°Quiero plantear una marca renovada, alineada con los valores que hay que tener hoy¡±, explica. De ah¨ª su vinculaci¨®n a la sostenibilidad, que pasa tambi¨¦n por la colaboraci¨®n con Dyson, la empresa tecnol¨®gica que ha participado en el proceso a trav¨¦s de sus secadores de pelo ¨Csu modelo m¨¢s conocido, Supersonic, cumple ahora cinco a?os, igual que Palomo Spain¨C, sus planchas de peluquer¨ªa sin cables y los purificadores del aire empleados como parte de las medidas de seguridad sanitaria en tiempos de pandemia.
Sin embargo, la sostenibilidad en Palomo no es solo futurismo, sino tambi¨¦n sensatez vernacular. Durante la pandemia empez¨® a trabajar con los sobrantes de tejidos que ten¨ªa en el taller. ¡°Nos hemos acostumbrado a empezar las colecciones nuevas a partir de lo que nos ha sobrado¡±, explica. ¡°Es muy bonito. Por ejemplo, en esta colecci¨®n ya se nos han quedado colgadas unas telas, as¨ª que la paleta de colores de lo pr¨®ximo que hagamos empezar¨¢ a partir de ah¨ª¡±. La sostenibilidad, cuenta, tambi¨¦n pasa por la forma de producir. ¡°Hacemos producciones peque?as porque no queremos cargarnos de stock, ni hacer por hacer, ni tener un taller lleno de ropa que no sirva para nada. El cliente sabe que est¨¢ comprando una chaqueta de cinco, y eso es casi coleccionismo¡±, explica. ¡°Nuestra sostenibilidad tiene que ver con eso, con que nuestra ropa salga de un taller de Posadas donde la ropa est¨¢ cosida por gente del pueblo que tiene un sueldo digno y que se va a su casa todos los d¨ªas, y tiene c¨®mo comer, y tiempo de descanso¡±.
?C¨®mo ha vivido este ¨²ltimo a?o? Al principio, con total incertidumbre, incluso con pesimismo. No me esperaba vender ni un trapo, porque estamos en una crisis mundial. Eso fue la primera semana. La segunda, ya se nos hab¨ªa ocurrido una cosa y, de hecho, al final 2020 ha sido nuestro mejor a?o en ventas, porque pudimos dedicarle todo nuestro tiempo a nuestro canal de venta. Por otro lado, Posadas ha sido una especie de oasis en medio de la pandemia, con muy pocos casos de covid-19. ?Ya ¨¦ramos un grupo burbuja! Vivo en mi taller, salgo un rato al campo por la tarde y vuelvo.
Su principal punto de venta es su tienda online, que a primera vista no parece un canal muy adecuado para prendas tan at¨ªpicas. Hemos aprendido a base de sufrimiento, porque al principio ten¨ªamos esa idea de la tienda f¨ªsica, de estar en los puntos que hab¨ªa que estar, y fue bastante desastroso. Nunca hemos podido verle una rentabilidad. Hemos intentado tantas cosas, hemos ido a tantos showrooms, hemos escuchado tantas promesas¡ te dicen que vas a vender m¨¢s, y al final una tienda te compra cuatro cosas que te fastidian toda tu producci¨®n porque tienes que aumentar los precios much¨ªsimo. Entendimos que eso no era lo que nos conven¨ªa. Despu¨¦s de muchos bandazos, nos hemos dado cuenta de que nuestra tienda online es nuestra tienda. Incluso las multimarcas con las que trabajamos con ¨¦xito, como Ssense o Farfetch, tambi¨¦n son online. Creo que nuestro p¨²blico entiende la ropa y est¨¢ acostumbrado a comprar de esta manera. Y cuidamos los detalles al mil¨ªmetro para ofrecer toda la informaci¨®n posible.
?C¨®mo es tenerle a usted de jefe? En mi equipo estamos todos un poco al mismo nivel, no creo demasiado en jerarqu¨ªas. Hay una jefa de taller, alguien que organiza todo, y estoy yo, pero pregunto la opini¨®n al chico de pr¨¢cticas que lleva dos d¨ªas y creo que tiene buen gusto.
?Tiene estudiantes en pr¨¢cticas? ?Y c¨®mo es ser intern en Palomo Spain? Siempre hay un grupo de chicos de pr¨¢cticas que van rotando y que crean una atm¨®sfera de buen rollo incre¨ªble. Viven todos en un piso en el centro del pueblo, van todos al mismo bar y tienen una hermandad y una familiaridad preciosa. Han pasado chicos finlandeses, ingleses, alemanes, franceses, suecos. Todos se entienden perfectamente, son como un peque?o lobby moderno gayfriendly en el pueblo. Como es una experiencia tan diferente a lo que la gente se espera de trabajar en una casa de moda, les encanta.
?Y qu¨¦ dicen en el pueblo? ?Est¨¢n m¨¢s que acostumbrados!. El verano pasado fui al supermercado a comprar y de repente vi a dos chicos con dos vestidos. ?Tard¨¦ en darme cuenta de que eran mis chavales del taller! Me estaban chocando m¨¢s a m¨ª que a la gente del pueblo, que estaban tan tranquilos. Es una cosa preciosa, hablan con todo el mundo, conocen a m¨¢s gente que yo, le hacen fotos a las se?oras del pueblo y est¨¢n encantados de la vida.
Lleva cinco a?os dando que hablar en el mundo de la moda, pero a veces parece que la moda es una burbuja. Y su participaci¨®n en Maestros de la costura le ha convertido en un personaje p¨²blico. ?C¨®mo lleva la popularidad? ?Le dio v¨¦rtigo dar ese salto? Claro que me dio v¨¦rtigo y en ocasiones lo pas¨¦ fatal, cuando me invitaban a un evento y todo el mundo quer¨ªa hacerse fotos conmigo. Ahora me encanta. Me parece precioso llegar a gente ajena a la moda, a la que en principio le pueda chocar un chico con una propuesta de moda tan arriesgada. Yo mismo en la tele soy un cuadro con tacones y me pongo lo primero que se me pasa por la cabeza, y luego me hacen mil memes.
?Qu¨¦ tal se lleva con los memes? Me encanta. Es parte del show y tambi¨¦n de qui¨¦n soy yo. Nunca he tenido miedo a que me digan que a d¨®nde voy as¨ª vestido. Me hace toda la gracia del mundo. Hace unas semanas me puse una chaqueta con unos osos gigantes de Manuel Bola?o, luego un gorro de Jean Paul Gaultier, y yo mismo le puse esa intenci¨®n al look. No me tomo a m¨ª mismo tan en serio como para que me siente mal que me digan que llevo un br¨®coli en la cabeza. ?Si es que es as¨ª! Es la gracia de todo eso.
A veces la moda pretende ser tan solemne que nos olvidamos de que la magia tambi¨¦n reside en la diversi¨®n. Y el humor es parte de mi mensaje desde el principio. Al final soy un t¨ªo gracioso, no me tomo nada demasiado en serio. Y tambi¨¦n hay una lectura bonita y positiva en todo esto. Por ejemplo, que una se?ora que no vea bien que su nieto sea gay pueda cogerme simpat¨ªa a trav¨¦s de la tele y cambiar de idea. De todas formas, yo vivo crey¨¦ndome la persona m¨¢s an¨®nima del mundo. No soy una celebrity. Yo sigo saliendo al pueblo a hacer los mandaos y a pasearme, y vivo igual que antes.
Lleva cinco a?os en esto. ?C¨®mo ve el futuro? Ahora es cuando empiezo a estar contento. Y se nota en la colecci¨®n. Lo he pasado mal estos meses, pero estoy bien. Ahora veo que las cosas est¨¢n funcionando, estoy haciendo buenas colaboraciones y hay un cierto respeto a lo que hago. El objetivo es seguir y crecer y crecer m¨¢s. Ahora que ya hemos conseguido una estabilidad toca ir siempre un poquito m¨¢s all¨¢, y poder vivir felizmente de lo que hago y ya est¨¢.
?Y los desfiles? Me encantar¨¢ volver a hacer esos desfiles que se te queden en la retina, y volver a escuchar eso de ¡°no me quiero ir de aqu¨ª, porque s¨¦ que cuando salga del L¨¢zaro Galdiano me voy a encontrar otra vez con el mundo, que es mucho m¨¢s normal¡±. Eso es bell¨ªsimo y espero que podamos volver a hacerlo.
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