Por qu¨¦ Julia Roberts dej¨® de hacer comedias rom¨¢nticas (y por qu¨¦ este a?o volver¨¢ a ellas)
¡®Notting Hill¡¯, hace 23 a?os, fue la ¨²ltima pel¨ªcula de amor de Roberts y ¡®Ticket to Paradise¡¯, con George Clooney, ser¨¢ la siguiente. Entre ambas, la carrera y la vida de la considerada ¡°novia de Am¨¦rica¡± cambi¨® para siempre
En una reciente entrevista con The New York Times, la actriz Julia Roberts (Smyrna, Georgia, EE UU, 54 a?os) ha explicado los tres motivos por los que lleva 20 a?os sin hacer una comedia rom¨¢ntica. Primero, no ha encontrado un guion a la altura de sus cl¨¢sicos como Pretty Woman, Notting Hill o La boda de mi mejor amigo. Segundo, su rol como ama de casa y madre de tres hijos la ha mantenido felizmente ocupada. Y en el tercer motivo Roberts se atreve a explorar su propio subconsciente: ¡°Quiz¨¢ haya sido una reacci¨®n a tener una vida feliz. ?Por qu¨¦ querr¨ªa dejar una vida feliz para fingir que tengo una vida feliz?¡±. Lo cual lleva a otra pregunta: ?Hizo Julia Roberts seis comedias rom¨¢nticas en 12 a?os para compensar la infelicidad que sent¨ªa en su vida personal?
¡°Solo soy una chica de Smyrna, Georgia, que quer¨ªa salir en pel¨ªculas y recibir atenci¨®n¡±, ha admitido la actriz, que consigui¨® ambas cosas y de manera espectacular. En 1986, a los tres d¨ªas de graduarse en su instituto de Smyrna, una localidad en el extrarradio de Atlanta de 30.000 habitantes, Roberts se mud¨® a Nueva York para perseguir su sue?o. Dos a?os despu¨¦s encabezaba el reparto de Mystic Pizza, que fue un ¨¦xito sorpresa, y a los 23 a?os ya ten¨ªa dos Globos de Oro y dos nominaciones al Oscar (por Magnolias de acero y Pretty Woman). En aquel momento recay¨® sobre sus hombros el t¨ªtulo de ¡°novia de America¡±.
Todo el pa¨ªs y, por extensi¨®n, el mundo, parec¨ªa haberse enamorado de Julia Roberts. El director de Pretty Woman, Garry Marshall, la defini¨® como ¡°un cruce entre Audrey Hepburn, Lucille Ball y Bambi¡±. La prensa se derret¨ªa al describir su cabello, sus piernas o su sonrisa. Peter Travers admir¨® en Rolling Stone que ¡°su sonrisa es lo m¨¢s cerca que ha estado el cine de capturar la luz del sol¡±. Ten¨ªa semejante presencia esc¨¦nica que la gente se la imaginaba m¨¢s alta de lo que realmente es: lo primero que le dijo Steven Spielberg al conocerla era que esperaba que midiese m¨¢s de un metro ochenta (Roberts mide 1,72). Roberts representaba un ideal femenino imposible lleno de contradicciones. Cl¨¢sica, pero contempor¨¢nea. Inocente, pero sofisticada. Fr¨¢gil, pero fuerte. Sin educaci¨®n, pero espabilada. Y con una carcajada que sonaba tan vulgar como m¨¢gica. Su compa?era de reparto Sally Field destacaba su vulnerabilidad: ¡°Hay algo que hace que quieras cuidar de ella. Los hombres creen que es extraordinariamente hermosa y las mujeres creen que fueron al colegio con ella, que podr¨ªa ser su mejor amiga¡±.
Siempre se ha hablado de la habilidad que tiene la actriz para seducir en las distancias cortas y para hacer sentir bien a cada persona con la que interact¨²a. El director Steven Soderbergh lo resumi¨® as¨ª: ¡°Su sonrisa puede transformar una habitaci¨®n. Y su risa contiene tanta alegr¨ªa, es tan vulnerable, que te sorprendes a ti mismo haciendo cualquier cosa con tal de escucharla otra vez¡±. La propia Audrey Hepburn pareci¨® coronarla como su heredera cuando, al estar demasiado enferma para recoger su premio honor¨ªfico del sindicato de actores, envi¨® a Roberts como representante. ¡°Gracias a todos aquellos que convirtieron a una mujer desconocida, insegura, inexperta y escu¨¢lida en un producto comercial¡±, dijo Roberts en nombre de Hepburn.
Todos los guiones de Hollywood pasaban por su mesa. Incluso le ofrecieron interpretar a la libertadora de esclavos negra Harriet Tubman (proyecto que finalmente fue protagonizado por una actriz negra, Cynthia Erivo, en 2019). Pero tan solo un a?o despu¨¦s de alcanzar la cima con Pretty Woman, la prensa estaba especulando con que Roberts era alcoh¨®lica, anor¨¦xica, adicta a la hero¨ªna o las tres cosas.
El verano de 1991 se declar¨® temporada abierta de caza contra Julia Roberts. El detonante fue la cancelaci¨®n de su boda con Kiefer Sutherland a tres d¨ªas de la ceremonia, que iba a celebrarse en los estudios de Fox. Su ingreso de cinco d¨ªas en un hospital despert¨® todo tipo de rumores y su tendencia a tener relaciones con compa?eros de reparto (Liam Neeson en Satisfacci¨®n, Dylan McDermott en Magnolias de acero, Sutherland en L¨ªnea mortal) la convirti¨® en una obsesi¨®n para la prensa sensacionalista y sus lectores. La novia de Am¨¦rica no encontraba qui¨¦n la quisiera.
Roberts se refugi¨® en un pueblo irland¨¦s con el actor Jason Patric. El recepcionista concedi¨® despu¨¦s una entrevista en la que la describ¨ªa como ¡°agotada¡± y se deten¨ªa, inevitablemente, en su decepcionante cabello: ¡°Ten¨ªa un color naranja pajizo que parec¨ªa un tinte mal puesto¡±. Empezaron los rumores de ¡°actriz dif¨ªcil¡±: que hab¨ªa arrojado sus zapatillas o que en el rodaje de Hook (1991) la apodaron ¡°Tinkerhell¡± (un juego de palabras entre el nombre de su personaje, Campanilla, e ¡°infierno¡±). Spielberg, en vez de salir en su defensa, admiti¨® en el programa de televisi¨®n 60 Minutes que con todo el l¨ªo de la boda cancelada ¡°no era un buen momento para trabajar con ella¡±. Jason Patric declar¨®, tras la ruptura de su breve relaci¨®n, que ella sola se hab¨ªa buscado toda esa atenci¨®n y todos esos problemas para hacerse m¨¢s famosa. Hasta un periodista de Vanity Fair le espet¨®, en plena entrevista de portada, ¡°eres famosa por ser una buena actriz y eres infame por los actores que te has follado¡±.
La propia Roberts analiz¨® el ciclo de la celebridad. Se?al¨® que el primer error es considerar a las estrellas de cine seres superiores. ¡°Se nos pone en un nivel por encima de las dem¨¢s personas. Y entonces la situaci¨®n se vuelve tensa, porque primero te convierten en alguien distinto a ellos y luego les ofende esa posici¨®n: ¡®?Qu¨¦ es lo que hace mejor que yo?¡¯. Esto provoca desaz¨®n. Y los rumores y los cotilleos no solo te bajan al nivel en el que empezaste sino a¨²n m¨¢s abajo, para poder decir: ¡®Pues mira, nunca fue mejor que los dem¨¢s¡±. Un a?o despu¨¦s de cobrar siete millones de d¨®lares por pel¨ªcula, la actriz recibi¨® una oferta de Larry Flynt para posar desnuda para su revista Hustler. ?El precio? Un mill¨®n de d¨®lares. Y entonces, Julia Roberts desapareci¨®.
?D¨®nde est¨¢ Julia?
A d¨ªa de hoy sigue sin saberse qu¨¦ hizo Roberts durante los dos a?os que pas¨® completamente alejada de los focos. En 1993 reapareci¨® casada (con el cantante Lyle Lovett) y el p¨²blico la recibi¨® con los brazos abiertos (gracias al thriller El informe pel¨ªcano, que escamoteaba la sonrisa de Roberts hasta el ¨²ltimo plano), pero aquel regreso triunfal se qued¨® en un espejismo. Menos de dos a?os despu¨¦s estaba divorciada y encadenando un fracaso tras otro: Me gustan los l¨ªos, Algo de que hablar, Mary Reilly o Michael Collins fueron percibidas como intentos de Roberts por romper con su imagen de hero¨ªna rom¨¢ntica amable.
¡°Julia se est¨¢ resistiendo a hacer las pel¨ªculas que el p¨²blico quiere ver de ella¡±, se?alaba un ejecutivo de Hollywood. ¡°Me pregunto cu¨¢nto durar¨¢ la paciencia del p¨²blico. Julia quiere ser Meryl Streep, pero no lo es. Es una estrella de cine intentando ser una actriz¡±. En 1996 la revista Fotogramas escrib¨ªa: ¡°Auguraba un futuro prometedor en el cine, pero su presencia no acab¨® de consolidarse. Pese a ello, marc¨® una ¨¦poca¡±. Oficialmente Julia Roberts era una vieja gloria con 28 a?os.
Pero en 1997 la actriz abraz¨® por fin su estrellato y decidi¨® interpretar el mejor papel de su carrera: el de Julia Roberts. La boda de mi mejor amigo se promocion¨® como ¡°Julia Roberts hace de mala¡± y, ciertamente, solo ella pod¨ªa haber sacado adelante un personaje tan antip¨¢tico sobre el papel. Interpretaba a una mujer que, a pesar de triunfar profesionalmente, se sent¨ªa una solterona porque ya ten¨ªa 27 a?os, as¨ª que intentaba boicotear la boda de su amigo para conquistarlo. En su reciente entrevista para The New York Times, la actriz asegura que su decisi¨®n de regresar a la comedia rom¨¢ntica no se debi¨® a una estrategia premeditada pero, tal y como funciona Hollywood, cuesta creer que no hubiera cierta intenci¨®n de reconciliarse con el p¨²blico: incluso recuper¨®, tras seis a?os, el cabello largo y lustroso con el que se hab¨ªa hecho famosa.
La actriz empezar¨ªa a aplicar su sentido del humor a sus propias pel¨ªculas. Se trataba de gui?arle un ojo al p¨²blico en lo que, aunque hoy no lo parezcan, fueron decisiones muy arriesgadas. Mientras que en Novia a la fuga interpret¨® a una mujer de un pueblo del Medio Oeste que sal¨ªa huyendo de todas sus bodas ocho a?os despu¨¦s del plant¨®n a Kiefer Sutherland, Notting Hill directamente propon¨ªa un salto con tirabuz¨®n: Roberts interpretaba a la actriz m¨¢s famosa del mundo, perseguida por los paparazis y acorralada por el machismo sist¨¦mico. La actriz contaba que acept¨® el papel, entre otras cosas, porque sab¨ªa que todo el mundo iba a asumir que el personaje estaba basado en ella. Pero Notting Hill no era tanto una pel¨ªcula sobre Julia Roberts como una pel¨ªcula sobre su estrellato. Y, lejos de percibirse como una boutade narcisista, al acabar la pel¨ªcula el p¨²blico estaba otra vez enamorado de Roberts.
En esta ¨¦poca la actriz aprendi¨® a manejarse con la prensa. Cuando ley¨® en una revista que Sandra Bullock la hab¨ªa reemplazado como ¡°la mujer con la que m¨¢s americanos quieren tener una cita en la bolera¡±, decidi¨® conceder una entrevista de portada a Vanity Fair en una bolera. Una noche la fotografiaron bailando con Ethan Hawke y ella reaccion¨® demarcando su libertad para ¡°bailar¡± con quien quisiera: ¡°Me encanta bailar y voy a seguir bailando. De hecho, tengo previsto bailar todo lo que pueda con tanta gente como sea posible. Voy a bailar hasta que me caiga redonda¡±. En 2005, dio una entrevista postrada en una cama de hospital embarazada de siete meses. ¡°Escucha¡±, le dijo a la periodista se?alando el latido de sus gemelos, ¡°esa es ella. Y ese es ¨¦l. ?No es incre¨ªble?¡±. Al fin y al cabo es consciente de que esa cercan¨ªa es lo que la convirti¨® en una estrella. Ella misma cuenta que la gente se acerca a saludarla como si fuese una vieja amiga. ¡°Me dicen ¡®Mi hija es igualita que t¨²¡¯, o ¡®Te has cortado el pelo... bueno, ya crecer¨¢¡¯¡±.
Hola, vida real
A lo largo de la primera d¨¦cada de su carrera, Julia Roberts alcanz¨® un poder in¨¦dito en Hollywood: era la ¨²nica mujer entre las pocas estrellas capaces de garantizar con su sola presencia un n¨²mero 1 de taquilla, la ¨²nica con cl¨¢usula contractual para aprobar a su compa?ero de reparto; la primera actriz en acumular 1.000 millones de euros recaudados en taquilla y la primera en igualar el sueldo m¨¢ximo de los actores cuando cobr¨® 19 millones de euros por Erin Brockovich. Aquel hito qued¨® coronado con un Oscar en 2001 y marc¨® un punto de inflexi¨®n en su trayectoria: desde entonces, Roberts no ha rodado ninguna comedia rom¨¢ntica.
Tal y como ocurr¨ªa en Notting Hill, Roberts solo encontr¨® el amor cuando dej¨® de intentarlo con estrellas y le dio una oportunidad a un an¨®nimo. En 2003 se cas¨® con el c¨¢mara Danny Moder, tuvieron tres hijos y empez¨® a vivir su propia comedia rom¨¢ntica. La que fuera la mujer m¨¢s famosa del mundo reconoce que ¡°vibra¡± con ¨¦xitos cotidianos como hacer pasta casera y que le salga rica. Asegura que le encantar¨ªa alcanzar m¨¢s hitos en su carrera para impresionar a su marido y sus hijos. Y se muestra ¡°orgullosa¡± de madrugar cada d¨ªa para preparar el desayuno, llevar a sus ni?os al colegio y regresar de su paseo por el campo a tiempo para preparar la cena: ¡°Ahora que soy un ama de casa desesperadamente satisfecha no trabajo tanto¡±.
Las ¨²ltimas dos d¨¦cadas de su carrera est¨¢n llenas de personajes secundarios (Ocean¡¯s Eleven, Mirror Mirror), papeles de madre (Wonder, Ben Is Back) y dramas de prestigio (Closer, Agosto). En la serie Homecoming interpretaba a una empleada del Gobierno tan gris que, en el ¨²nico momento de los diez episodios en el que se re¨ªa, la escena se cortaba abruptamente para que el espectador entendiera que esta no era la Julia Roberts que esperaba. Pero este a?o s¨ª. La actriz regresa a la comedia rom¨¢ntica con Ticket To Paradise (que se estrena en septiembre).
Tras leer el guion, puso como ¨²nica condici¨®n que su compa?ero fuese George Clooney: ¡°Esta pel¨ªcula solo funcionar¨ªa si la hace ¨¦l¡±. El actor acept¨®. La buena noticia es que ella misma proclama que sus m¨²sculos para la comedia rom¨¢ntica siguen en plena forma.
La semana pasada estren¨® en Starzplay la serie Gaslit, su primer papel en cuatro a?os. Interpreta a la esposa del jefe de campa?a de Nixon, Martha Mitchell, quien jug¨® un papel clave en el caso Watergate. El personaje, analiza el periodista David Marchese, ofrece ¡°la experiencia Julia completa¡±. ¡°Los momentos m¨¢s brillantes de Martha le dan la oportunidad a Roberts de exudar el carisma y el descaro que ilumin¨® sus primeras y m¨¢s ligeras pel¨ªculas. Despu¨¦s, seg¨²n la historia se adentra en territorios m¨¢s siniestros, recurre al trabajo m¨¢s oscuro y m¨¢s fino que ha definido los ¨²ltimos a?os de su carrera¡±. En la primera escena de la serie, una chica joven la observa en televisi¨®n sin poder apartar los ojos de ella. ¡°Dios, es tan cursi¡±, murmura. ¡°Aunque me gusta su sonrisa, la verdad¡±.
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