El adi¨®s de la entrevistadora m¨¢s cafre de EE UU: Wendy Williams cierra su programa tras 14 a?os de impertinencias
¡®El Show de Wendy Williams¡¯ llega a su final convertido en una f¨¢bula sobre lo que puede pasar a alguien que no pone l¨ªmites a la privacidad
Se considera a Oprah Winfrey la inventora de la televisi¨®n confesional: si logr¨® que decenas de estrellas exorcizasen ante ella sus traumas fue porque, antes, ella hab¨ªa confesado en directo algunos de los suyos. Cre¨® una larga estela de imitadoras (...
Se considera a Oprah Winfrey la inventora de la televisi¨®n confesional: si logr¨® que decenas de estrellas exorcizasen ante ella sus traumas fue porque, antes, ella hab¨ªa confesado en directo algunos de los suyos. Cre¨® una larga estela de imitadoras (Ellen DeGeneres, Tyra Banks o Rosie O¡¯Donnell), pero de todas ellas Wendy Williams (Nueva Jersey, 57 a?os) es la m¨¢s llamativa. Si Oprah cre¨® escuela al convertirse en una amiga a la que confesar los m¨¢s ¨ªntimos secretos, Wendy era esa otra colega con la que criticar y reir nerviosamente ante sus comentarios fuera de lugar. Oprah era dulce y atenta; Wendy, ¨¢cida y mal¨¦vola. A menudo, y aunque la considerase un ¨ªdolo, Wendy criticaba a Oprah (¡±pens¨¦ que se le iba a reventar el cors¨¦¡±, dijo sobre su peso en los Globos de Oro de 2018). Un d¨ªa asegur¨® en directo que Oprah hab¨ªa respondido a sus cr¨ªticas mostrando una carta. ¡°Est¨¢ escrita toda en may¨²sculas, ?eso es que me est¨¢ gritando!¡±, coment¨® mientras se pon¨ªa las gafas de lectura y el p¨²blico re¨ªa. Poco despu¨¦s, representantes de Oprah declararon que ella no hab¨ªa escrito ninguna carta a Wendy. Daba igual: el momento ya era uno de esos grandes hitos de su programa.
Tiene muchos m¨¢s. The Wendy Williams Show funcion¨® gracias a esta mujer imprevisible, sin teleprompter ni pinganillo, que dec¨ªa lo que pensaba aunque le trajese problemas, lloraba en directo m¨¢s que nadie m¨¢s en la televisi¨®n, echaba a alguien del plat¨® si le sonaba el m¨®vil, hac¨ªa bromas insensibles sobre noticias tr¨¢gicas y, sobre todo, mezclaba continuamente su vida privada con su vida profesional ante las c¨¢maras. El programa de Wendy lleg¨® el viernes pasado a su final tras una espectacular carrera de 14 temporadas compitiendo regularmente con (y, a veces superando a) The Ellen Degeneres Show que tambi¨¦n ha terminado este a?o.
Extra?o v¨ªnculo de sangre
Wendy Williams creci¨® en una peque?a ciudad costera llamada Ashbury Park que hoy tiene una calle con su nombre. Comenz¨® de presentadora en emisoras universitarias. Durante esta ¨¦poca, mientras alternaba emisoras de hip hop, reagge y ¨¦xitos de ayer, desarroll¨® una adicci¨®n a la coca¨ªna y fue violada por un artista que la invit¨® a una fiesta y despu¨¦s a su hotel. Lo cont¨® en 2021 a The New Yorker, pero, en la m¨¢s pura tradici¨®n Oprah, ya lo hab¨ªa revelado antes en directo en su programa y en un libro de memorias publicado en 2003.
En 1990 comenz¨® a trabajar en un programa de radio matinal donde descubri¨® que lo que mejor se le daba (y m¨¢s gustaba a la audiencia) era hablar sin tapujos de las celebridades. Se especializ¨® en exponer las miserias de las celebridades afroamericanas. Bill Cosby, Sean Combs o Russell Simons, algunas de sus v¨ªctimas favoritas, llamaron a la emisora quej¨¢ndose y pidiendo su despido. Lo consiguieron a medias: la direcci¨®n le dio su propio espacio, conscientes de que se hab¨ªa convertido en la estrella. En 1993 la influyente revista Billboard la nombr¨® ¡°La mejor personalidad de la radio¡±. La cultura hip hop permeaba en lo popular y Williams era su Louella Parsons particular. Tupac Shapur (del que ella dijo que, supuestamente, hab¨ªa sido violado en prisi¨®n) lleg¨® a maldecirla en una canci¨®n. Sean Combs, sin embargo, se reconcili¨® con ella en una entrevista a?os despu¨¦s: ¡°Nunca se te ha reconocido el haber sido la primera en hablar de la cultura hip hop y la cultura de las celebridades del hip hop. T¨² arrojaste luz sobre nosotros y nuestra gente¡±. ¡°S¨¦ que cabre¨¦ a mucha gente¡±, replic¨® ella, ¡°empezando por ti¡±.
Pero la persona a la que m¨¢s cabre¨® fue una a la que acabar¨ªa uniendo un extra?o v¨ªnculo: Whitney Houston en 2003. La cantante atravesaba entonces en un momento personal bajo y acababa de dar una desastrosa entrevista televisiva. Su equipo dijo no a Williams, conocedores de que la presentadora hablaba a menudo de Houston y de sus programas con las drogas. Pero fue la propia cantante la que llam¨® a Williams a la radio y dej¨® una de las entrevistas m¨¢s cafres que se recuerdan con una celebridad de su nivel.
¡°Whitney, ?est¨¢s consumiendo drogas actualmente?¡±, le pregunt¨® Williams. ¡°Solo mi madre tiene acceso a esa informaci¨®n. Habla de drogas con tu hijo. No me preguntes cosas como si fuera una ni?a¡±. Wendy concedi¨® en ese momento: ¡°Yo tambi¨¦n fui adicta a la coca¨ªna¡±. ¡°Bueno, pues ese es tu problema, no el m¨ªo¡±, cort¨® Houston. El nivel de enfrentamiento escal¨®: ¡°Cuidado con lo que dices¡±, dijo Houston, a lo que Williams respondi¨®: ¡°Cuidado con lo que haces¡±. La entrevista termin¨® con Houston colgando el tel¨¦fono.
M¨¢s ruidosa, m¨¢s ¨¢cida
El Show de Wendy Williams comenz¨® en 2008. A finales de la primera d¨¦cada del siglo XXI el formato cl¨¢sico de programa diario con grandes confesiones estelares y madurez espiritual (l¨¦ase Oprah, que termin¨® con su programa en 2012) entraba en su ocaso. Williams supo aprovechar una nueva era de celebridades que sal¨ªan, sobre todo, de reality shows, y una nueva forma instant¨¢nea y temeraria de acercarse al cotilleo, aupada por el auge de las redes sociales. Hablando de las Kardashian o de las protagonistas de la franquicia Real Housewives y comentando lo que los famosos hac¨ªan en sus redes, acab¨® siendo una Oprah m¨¢s ruidosa, ¨¢cida, barata y lacerante.
Y precisamente porque no eran las superestrellas las que se sentaban en el sof¨¢ del programa de Wendy Williams (aunque recibi¨® a algunas, como Jennifer Lopez, Aretha Franklin o Dolly Parton), la presentadora pod¨ªa hacer esas preguntas y comentarios maliciosos que los espectadores esperaban o¨ªr. ¡°Dicen que solo te importa el dinero¡±, le dijo a Kris Jenner, matriarca de las Kardashian. ¡°?Qu¨¦ ocurri¨® en esa foto en la que se ve polvo blanco alrededor de tus pies?¡±, pregunt¨® a Lindsay Lohan. ¡°No quiero verte dando de mamar a tu hijo en p¨²blico¡±, solt¨® a Alyssa Milano. ¡°Me incomoda. Dar de mamar dura un rato, pero el resto del tiempo tus pechos son algo sexual¡±. Al exctor Marcus Scribner le pregunt¨®, cuando acudi¨® al programa con 18 a?os: ¡°?Eres virgen?¡±. A la modelo y estrella de realities Draya Michele: ¡°?Con cu¨¢ntos jugadores de la NBA te has acostado¡±. ¡°No has tenido demasiado ¨¦xito en Estados Unidos con tu m¨²sica¡±, le espet¨® a Thalia. ¡°Hasta que saliste en [la edici¨®n estadounidense del programa] X Factor yo no sab¨ªa quien eras¡±, le dijo a Paulina Rubio.
Pero era la secci¨®n llamada Hot Topics (Temas candentes) la m¨¢s famosa de su programa y la que ha dejado m¨¢s momentos virales y controvertidos. Empez¨® durando diez minutos en 2008 y llegaba a la media hora en sus ¨²ltimas temporadas. Consist¨ªa en Wendy, a solas, comentando sin escr¨²pulos la actualidad de las celebridades. ¡°Mi programa es lo que es y yo amo lo que amo: meterme en la vida de los famosos¡±, declar¨® a The New York Times en 2019.
Cuando Whitney Houston muri¨® en 2012, Williams coment¨® la noticia llorando y dejando uno de esos momentos que definen perfectamente su estilo. ¡°Algunas de las cosas que Whitney y yo ten¨ªamos en com¨²n, que nos unieron, aparte del amor de nuestros padres, fue que ambas estuvimos atormentadas por los demonios de la adicci¨®n. Hace quince a?os que no fumo crack. Hace quince a?os que no espero en Jerome Avenue, en el Bronx, a mi camello. No estoy orgullosa de la chica que fui, pero sin haber sido esa chica nunca ser¨ªa la mujer que soy hoy. No s¨¦ si tiene sentido para vosotros, pero no me arrepiento de nada¡±.
El acercamiento que Williams ten¨ªa a la figura de Houston justificaba, al menos para ella, su estilo brutal: una exdrogadicta reconoc¨ªa a otra drogadicta, la llamaba al orden, intentaba ayudarla. Pocos meses antes de la muerte de Houston, Williams proyect¨® una foto poco favorecedora de la cantante y dijo: ¡°Recuerdo a esa chica, era yo. Sudorosa, mal pelo, lloriqueando. Whitney, necesitas algo m¨¢s que una visita al m¨¦dico. Y ya que estamos: no me creo que est¨¦s sobria ni me creo que hayas ido a rehabilitaci¨®n voluntariamente¡±.
¡°S¨¦ por qu¨¦ la gente escuchaba mi programa de radio, y no era por las canciones¡±, explic¨® en The New York Times. ¡°Y s¨¦ por qu¨¦ la gente ve mi programa de televisi¨®n: por la secci¨®n Hot Topics. No me arrepiento de nada. Algunas de las cosas que he podido decir pueden haber hecho da?o, pero duermo muy bien todas las noches¡±. Wendy se refiere au¨ª a otros momentos. Aqu¨ª van algunos. De Beyonc¨¦ dijo que hablaba como una ni?a de quinto grado. De Meghan Markle dijo: ¡°Antes de estar con un miembro de una familia real no sab¨ªamos ni quien eras¡±. De Madonna dijo que ¡°se ha convertido en esa vieja abuela que me da pena¡±. De Jennifer Lawrence, despu¨¦s de que se filtrasen fotos suyas personales donde aparec¨ªa desnuda, dijo: ¡°No te quejes, jovencita, fuiste t¨² la que sac¨® las fotos. Est¨¢n ah¨ª en la nube para quien quiera verlas, yo las he visto varias veces, ?aplaudid [al p¨²blico] si vosotros tambi¨¦n!¡±. Tras informar de que el rapero Trey Songz hab¨ªa sido arrestado tras agredir a una mujer, miro su foto en la pantalla y suspir¨®: ¡°?No es guap¨ªsimo?¡±. Cuando el actor Terry Crews confes¨® que hab¨ªa sufrido tocamientos por parte de un ejecutivo, ella coment¨® con sorna: ¡°?Es que ten¨ªa ocho a?os? ?No me parece valiente por contar esto!¡±. Se ri¨® del f¨ªsico de Joaquin Phoenix. ¡°Cuando se afeita ese bigote se le ve ese... ?c¨®mo se llama, labio leporino?¡±, dijo mientras burlonamente deformaba sus propios labios. No se crey¨® a Kesha cuando habl¨® de que hab¨ªa sido agredida sexualmente por el productor Dr. Luke. No se crey¨® a los dos hombres que afirmaron haber sido agredidos sexualmente por Michael Jackson. Cuando la prometida del presentador Drew Carey (presentador de El precio justo en Estados Unidos) fue asesinada al ser arrojada de una terraza por su expareja, Wendy solt¨® el equivalente de la muletilla ¡°?a jugar!¡±, que es Come on down! (o sea, ¡°?baja!¡±) mientras se hac¨ªa la muerta. Nadie entre el p¨²blico fue capaz de reirse.
La lista podr¨ªa seguir durante varios p¨¢rrafos. Muchos espectadores y analistas televisivas la consideraban ofensiva y cruel; otros, sincera y honesta. En todo caso, su ¨¦xito no dejaba de crecer. Su influencia era tan grande que en 2021 se estren¨® en televisi¨®n una pel¨ªcula sobre su vida (producida por ella misma) y tiene su propia figura de cera en el Madame Tussaud de Nueva York. Pero dos a?os antes, en 2019, ese acercamiento a las celebridades que ella hab¨ªa promovido se volvi¨® contra ella cuando se convirti¨® en la protagonista de los tabloides.
Ese a?o se descubri¨® que su marido desde hac¨ªa 21 a?os, Kevin Hunter, llevaba casi una d¨¦cada teniendo una aventura extramatrimonial y su amante acababa de dar a luz a una ni?a. En marzo de 2019, tras unas semanas alejada del programa, Wendy confes¨® que estaba viviendo en un apartamento controlado junto a otros adictos en recuperaci¨®n. Por sus propias declaraciones (la presentadora record¨® que hab¨ªa dejado de consumir coca¨ªna sin ning¨²n tipo de tratamiento) sus espectadores temieron que hubiese reca¨ªdo en sus h¨¢bitos de consumo. Los motivos los confes¨® meses m¨¢s tarde: ¡°Sab¨ªa lo que iba a pasar [al saltar la noticia de su marido] y quer¨ªa irme a un lugar donde no me pudiese beber una botella de vino entera. No es por la coca¨ªna, llevo limpia de eso durante a?os. Y no tomo pastillas. Pero cuando ves a la amante de tu marido con barriga de embarazada y eres una parlanchina con un programa de ¨¦xito en televisi¨®n, sabes lo que va pasarte. Necesitaba irme a un lugar tranquilo¡±.
Ese mismo a?o tambi¨¦n perdi¨® a su madre y, al no acudir al funeral, el p¨²blico supo que ten¨ªa una mala relaci¨®n con su hermano. Tambi¨¦n le fue diagnosticada la enfermedad de Graves, una dolencia autoinmune que produce hipertiroidismo. Desde 2020 sus problemas de salud han afectado a su presencia en el programa, tom¨¢ndose largas ausencias, retrasando el estreno de dos temporadas y, finalmente, abandonando el programa para que, a¨²n manteniendo el nombre, otros presentadores la sustituyesen cada semana. Esos problemas han hecho que no no haya vuelto a su propio programa desde el pasado octubre (varios presentadores la sustituyeron). El ¨²ltimo golpe a su imagen tuvo lugar en marzo de este a?o, cuando Hollywood Reporter public¨® que un juez neoyorquino hab¨ªa impuesto un tutor sobre las cuentas financieras de Williams hasta este mes de julio a petici¨®n de Wells Fargo, el banco que guarda la enorme fortuna de la presentadora, al afirmar que ella era ¡°mentalmente inestable¡±.
Poco se sabe de Williams desde el pasado octubre. En mayo apareci¨® en un directo de Instagram con el rapero Fat Joe y, aunque no quiso detallar su situaci¨®n financiera, confes¨®: ¡°Lo cierto es que solo tengo dos d¨®lares. El resto de mis bienes est¨¢n congelados y hay gente culpable de ello¡±. Su ocaso llega igual que su ¨¦xito: la televisi¨®n ha cambiado. En tiempos inciertos los espectadores han optado por la luminosidad de formatos como los de Kelly Clarkson (que empezaba a superar a Wendy en audiencia) o Drew Barrymore, basados en noticias luminosas y entrevistas amables. Sherri Sheperd tomar¨¢ el relevo de Williams con su propio programa, Sherri. Williams, fiel a si misma, solo dijo en ese directo de Instagram una cosa al respecto: ¡°No pienso verlo¡±.
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