Traici¨®n en la comunidad ¡®incel¡¯: la historia viral del hombre que fue amenazado por perder la virginidad
Komesarj, mote de uno de los administradores de uno de los foros de c¨¦libes invountarios m¨¢s grande de Internet, dej¨® de ser virgen a los 32 a?os y lo cont¨® a sus seguidores. El humor de los tuiteros hizo el resto, aunque la realidad de estos foros no sea en absoluto carne de chascarrillo
El pasado 25 de abril, un usuario de 32 a?os de un l¨®brego foro de internet ascendi¨®. Komesarj, que as¨ª se hace llamar, no ha muerto ni se ha ido al cielo. Tan solo ha conocido por primera vez a alguien, en el sentido b¨ªblico, y ha pasado a un nuevo estado, en t¨¦rminos de la subcultura de internet a la que pertenece. Vaya, que ha tenido sexo por primera vez con una mujer.
Komesarj era un incel (acr¨®nimo de ¡°involuntariamente c¨¦libe¡± con el que esta comunid...
El pasado 25 de abril, un usuario de 32 a?os de un l¨®brego foro de internet ascendi¨®. Komesarj, que as¨ª se hace llamar, no ha muerto ni se ha ido al cielo. Tan solo ha conocido por primera vez a alguien, en el sentido b¨ªblico, y ha pasado a un nuevo estado, en t¨¦rminos de la subcultura de internet a la que pertenece. Vaya, que ha tenido sexo por primera vez con una mujer.
Komesarj era un incel (acr¨®nimo de ¡°involuntariamente c¨¦libe¡± con el que esta comunidad masculinista se define), pero hace poco consigui¨® ¡°hacerlo con una chica realmente guapa de 19 a?os¡± (¨¦l se describe como ¡°feo¡± y ¡°calvo¡±). La historia lleg¨® al gran p¨²blico por un tuit viral: ¡°?LTIMA HORA: la comunidad incel est¨¢ rompi¨¦ndose porque uno de sus l¨ªderes pill¨® cacho por fin¡±, escrib¨ªa una usuaria llamada Laney en un tuit que ha cosechado casi 120.000 me gusta.
?Qu¨¦ es un incel exactamente? Una b¨²squeda en Google arroja la siguiente definici¨®n: ¡°Miembro de una comunidad online de hombres j¨®venes que se consideran incapaces de atraer mujeres, con una visi¨®n hostil hacia las mujeres y hombres sexualmente activos¡±. En un intercambio virtual con EL PA?S, el colectivo de escritura antifascista Proyecto Una, cuya misi¨®n es tejer alianzas feministas online, remite a un tuit no por a?ejo menos cierto: ser virgen no es lo mismo que ser incel. ¡°Uno es condici¨®n social, otro pol¨ªtica¡±.
En el foro incel.is, donde Komesarj public¨® originalmente su post de despedida de la comunidad incel, el tono de los mensajes recordaba a las felicitaciones al eterno candidato opositor que, por fin, accede a la funci¨®n p¨²blica. Solo cuando se corri¨® la voz de su p¨¦rdida de virginidad la cosa cobr¨® tintes funestos, acusaciones de ¡°traicionar al movimiento¡± incluidas. ¡°Los que eran amigos suyos en el foro se alegran por ¨¦l, mientras que el dogpiling [la avalancha organizada de odio online] le cae cuando la historia se hace viral¡±, dice Arsenio Cuenca, que investiga la intersecci¨®n entre extrema derecha y tecnolog¨ªa en la parisina ?cole Pratique des Hautes ?tudes.
A Cuenca le resulta sintom¨¢tico: ¡°Las comunidades masculinistas son comunidades de apoyo donde el principal inter¨¦s no es odiar a las mujeres o aprender c¨®mo seducirlas, sino tener una red¡±. En un registro diferente, el anta?o moderador del foro incel.is confirma a su manera la tesis del soci¨®logo en su mensaje de despedida: ¡°Cada vez que me sent¨ªa triste (...) miraba todos los mensajes que me enviabais y segu¨ªa adelante. Me sent¨ªa como Goku y vosotros me dabais vuestra fuerza¡±.
Pero hay un matiz fundamental en esta historia: que los incels conformen una comunidad de apoyo en absoluto significa que piensen soluciones colectivas, al modo de un sindicato. Muy al contrario. Lo explica Simon Copland, investigador en la Australian National University especializado en la llamada machosfera, la red de webs, blogs y foros masculinistas que incluye (pero no se limita) a los incels. ¡°Hay una queja muy real sobre la sociedad y sobre la posici¨®n de los hombres en ella¡±. Pero, ¡°dado que culpan a la sociedad de todo, han decidido que la sociedad no es la soluci¨®n¡±. Es, concluye, un enfoque individualista y neoliberal ¡°realmente in¨²til¡±.
Pobres hombres
Si el p¨²blico generalista se entrega a los discursos de autoayuda y autosuperaci¨®n, que tan bien ha diseccionado el fil¨®sofo Eudald Espluga en su ya cl¨¢sico No seas t¨² mismo: apuntes sobre una generaci¨®n fatigada (Paid¨®s), los hombres no son menos. El bum de esta narrativa de la realizaci¨®n personal ha tra¨ªdo aut¨¦nticos fen¨®menos editoriales, que acumulan miles de rese?as en la red social de lecturas Goodreads. Sus autores son los autodenominados gur¨²s de la seducci¨®n. Estos profetas del ligue predican que, con el esfuerzo adecuado, cualquier ¡°perdedor¡± puede convertirse en un ¡°macho alfa¡±. La antrop¨®loga M¨¦lanie Gourarier se pregunta en Alpha M?le. S¨¦duire les femmes pour s¡¯appr¨¦cier entre hommes (Macho alfa. Seducir mujeres para apreciarse entre hombres, editado por Seuil), su etnograf¨ªa del universo de estos gur¨²s, si la ret¨®rica de la crisis de la masculinidad no ser¨¢ m¨¢s bien un medio de promover el retorno al antiguo orden de g¨¦nero.
Komesarj es representativo de varios fen¨®menos dentro de la machosfera. Adem¨¢s del foro incel.is, en el que ya no participa, nuestro ex incel modera tambi¨¦n looksmax.org, un foro dedicado al arte del perfeccionamiento de la apariencia conocido como looksmaxxing. Este palabro no es sino la traducci¨®n de la narrativa de la autoayuda a un conjunto de t¨¦cnicas tangibles para, supuestamente, salir del estatus de incel.
¡°Hice ejercicio, com¨ª sano, y en general simplemente intent¨¦ ser social y activo¡±, explic¨® Komesarj en su mensaje de despedida. ¡°Y este ha sido mi principal empe?o durante cinco meses¡±. En el looksmaxxing la masculinidad no solo queda reafirmada en la meta (ser un ¡°macho alfa¡± capaz de acceder a relaciones sexuales con mujeres); tambi¨¦n en el camino. Rituales como las duchas heladas o el ayuno intermitente, dicen, refuerzan la masculinidad del que las practica. La obsesi¨®n con la apariencia cristaliza tambi¨¦n en una fijaci¨®n por los chads, un nombre propio que ha acabado designando al prototipo de ¡°macho alfa¡± sexualmente activo, como ya le ocurriera a (avatares del clasismo y el machismo mediantes) la Vane para referirse a una chica de extrarradio o una Maruja para una mujer de cierta edad y a la que se le presupone poca cultura y baja clase social.
La supuesta estructura ¨®sea facial de los chads, de mand¨ªbula y p¨®mulos agresivos es el ideal a alcanzar. ?C¨®mo? Por ejemplo, a trav¨¦s de t¨¦cnicas tan dudosas como el mewing. Traducido como ¡°maullar¡±, el mewing consiste en presionar toda la lengua contra el cielo de la boca. Supuestamente ayudar¨ªa a definir la mand¨ªbula. M¨¢s preocupante resulta el bonesmashing, o hacer pedazos los huesos, que va de practicar microfisuras con un martillo sobre los p¨®mulos o la barbilla para que, siempre seg¨²n sus apologetas, cuando se vuelvan a soldar, lo hagan con m¨¢s robustez.
Algo mucho peor que un chiste
Por muy rid¨ªculos y risibles que puedan parecernos los incels y dem¨¢s espec¨ªmenes asociados, hay que afinar el tiro. Alguien dispuesto a golpearse su propia cara con un martillo no va en broma. Cabe se?alar que Komesarj, que a estas alturas de la lectura podr¨ªa caer hasta simp¨¢tico, es tan problem¨¢tico pol¨ªticamente como el grueso de incels: utiliza insultos racistas, hace comentarios tr¨¢nsfobos o llama a las mujeres ¡°una sucesi¨®n de agujeros¡±.
Copland recuerda que ridiculizar a los incels ¡°tiene el potencial de borrar la violencia que pueden infligir, y hemos visto muchos atentados mis¨®ginos en el mundo en a?os recientes¡±. Se refiere, por ejemplo, a Alek Minassian que, antes de arrollar mortalmente con su furgoneta a 10 personas y herir a otras 16 en Toronto, public¨® en Facebook que ¡°la rebeli¨®n incel [hab¨ªa] comenzado¡±. Su post alud¨ªa a Elliot Rodger como inspiraci¨®n. Este californiano asesin¨® a seis personas en Isla Vista. En el manifiesto de 141 p¨¢ginas que dej¨®, explicaba su deseo de castigar a las mujeres por rechazarlo y a los hombres activos sexualmente por llevar una vida mejor que la suya.
En Europa, en 2021 Jake Davison asesin¨® a cinco personas a balazos. Aunque en ¨²ltima instancia no se haya tildado al crimen de ¡°terrorista¡±, este youtuber ingl¨¦s publicaba v¨ªdeos que beb¨ªan directamente de un acervo cultural incel compartido con Komesarj. Por ejemplo, ambos suscriben la ideolog¨ªa de la p¨ªldora negra, una derivaci¨®n fatalista y determinista de la idea de p¨ªldora roja como una suerte de maldici¨®n que persigue a los hombres poco atractivos.
En este sentido, el laboratorio de ideas liberal New America y el Institute for Research on Male Supremacy que investiga la ideolog¨ªa masculinista han publicado un compendio de recomendaciones para atajar este tipo de violencia. El documento recomienda diferenciar entre los t¨¦rminos incel e incel mis¨®gino. Mientras que el primero se refiere simplemente a personas involuntariamente c¨¦libes y puede incluso incluir a mujeres, el segundo alude a una ideolog¨ªa y un movimiento que que profesa una f¨¦rrea fe en una supuesta supremac¨ªa masculina.
Aqu¨ª se ha de puntualizar que la noci¨®n de que la supremac¨ªa masculina es, como tantas cosas, un espectro. Un ejemplo: Donald Trump o Jair Bolsonaro no profanaron f¨ªsicamente el Capitolio y el Palacio de Planalto respectivamente. Sin embargo, en ambos casos podr¨ªan acabar enfrentando penas por haber arengado a sus seguidores a perpetrar sendas tropel¨ªas. El colectivo Proyecto Una remite al concepto de ¡°terrorismo estoc¨¢stico¡±: una masacre no es sino la punta de un iceberg mucho m¨¢s grande, y en la base hay l¨ªderes azuzando a quien quiera o¨ªrles.
El odio organizado
De huestes machirulas sabe bastante la creadora de contenido y humorista ¡°activamente feminista¡± Ana Polo, conocida entre otros por Oye Polo, un podcast de Radio Primavera Sound. Polo ha sido v¨ªctima de varias campa?as de odio, pero una la recuerda como particularmente dura: la de un Youtuber con un discurso de ultraderecha cuyo nombre pide no mencionar. ¡°Hay un punto de vasallaje (....) de lealtad a su rey. Toda esa gente que vino a insultarme eran como sus tropas¡±. ?La consecuencia? ¡°Un poco s¨ª que me han expulsado del espacio p¨²blico que es Internet. (...) Es exactamente lo que quieren, tenernos calladas. Y lo acaban consiguiendo¡±.
Su compa?era de radio Andrea Gumes (conocida por crear, producir y conducir los podcasts Tardeo y Ciberlocutorio) ha tenido m¨¢s suerte hasta ahora, pero sabe que ponerse en la diana de la machosfera es una ruleta rusa. ¡°En mi caso, siento que la creaci¨®n digital la hago desde una zona controlada. Una peque?a burbuja garantizada por un podcast al que llega quien quiere y unas redes sociales de corto alcance. Si Tardeo sonara a las 9 a.m. en una emisora FM ah¨ª s¨ª que explotar¨ªa la burbuja de falsa protecci¨®n¡±, recalca. Ya le pas¨®, a peque?a escala, cuando Ciberlocutorio dio el salto a TikTok: ¡°El algoritmo no nos ten¨ªa muy ubicadas y cuando hablamos de la ¡®energ¨ªa de hombre divorciado¡¯ abri¨® las puertas a todos los divorciados de Espa?a para que vieran nuestro v¨ªdeo. No fue agradable, pero tampoco dir¨¦ que fuera paralizante¡±.
Ese portal interdimensional que conect¨® la c¨¢mara de eco de un podcast destinado a un p¨²blico joven y feminista con algunos divorciados mis¨®ginos es nuestro pan online de cada d¨ªa. Porque en Internet nada es lo que parece ser. Y, si no, que se lo digan al periodista de la revista Rolling Stone Miles Klee, que se ech¨® el macuto al hombro y puso rumbo a las entra?as de la machosfera para investigar la historia de Komesarj. Acab¨® descubriendo que el usuario de Twitter @user9263372017 ¡ªsupuestamente el de su flamante novia¡ª hab¨ªa sido creado ¡°solamente un d¨ªa despu¨¦s de que Komesarj declarase que ya no era un incel¡±. Sospechoso, ?no?
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