Eudald Espluga: ¡°Las ideas salidas de la autoayuda son peligrosas¡±
El ensayista catal¨¢n ha publicado un libro, ¡®Rebeldes¡¯ (Lumen), a medias con la ilustradora Miriampersand, en el que cuentan 30 historias de luchas comunitarias desde la izquierda
Eudald Espluga naci¨® en Girona en 1990, lo que quiere decir que es suficientemente mayor como para sentir nostalgia de cuando-Internet-molaba y suficientemente joven como para tener su vida entera desperdigada en URLs. Con un trabajo de Google de intensidad media, es f¨¢cil dar con una carta de protesta que escribi¨® de adolescente al diario Avui contra el maltrato a la Filosof¨ªa en la Secundaria, que acababa con una cita de Jean Paul Sartre. Y tambi¨¦n se puede encontrar el blog que escrib¨ªa en la facultad (cuando, inevitablemente y contra el criterio del profesor que le hizo leer a Kundera en el instituto, estudi¨® justamente la carrera de Filosof¨ªa), cuyo nombre inclu¨ªa un gui?o a Cort¨¢zar y que inaugur¨® con tres entradas tres de an¨¢lisis detallado de Rayuela. Esa ¨¦poca, que califica como su ¡°agujero Foster Wallace¡±, dur¨® bastante y sali¨® de ella, en parte, gracias a la feminizaci¨®n de sus lecturas, al descubrimiento de Eva Illouz, Iris Murdoch y Martha Nussbaum. Ahora ¨Cque todos nos hemos vuelto pop¨C Espluga publica an¨¢lisis de La isla de las tentaciones siguiendo la teor¨ªa del capitalismo emocional, y a veces pasa ¡°25 minutos para montar una broma en un story de Instagram que solo entender¨¢n tres personas¡±, pero en esencia sigue siendo un alumno aplicado. As¨ª le llamaban cuando entr¨® a trabajar en Playground, el digital que encarn¨® en castellano la voz de los millenials cuando millenial aun significaba ¡°joven¡±, y sus compa?eros, obligados a producir un m¨ªnimo de tres art¨ªculos al d¨ªa, y a veces cinco o seis, se cachondeaban gentilmente de ¨¦l porque acud¨ªa a la redacci¨®n con las fichas de lectura manuscritas de su archivo personal, donde durante mucho tiempo apil¨® notas de todos los libros que le¨ªa. ¡°Lo sigo haciendo. Si una cosa no me importa nada la liquido en media ma?ana pero otras veces me tiro tres o cuatro semanas juntando referencias para un art¨ªculo¡±. Nota para acad¨¦micos: es mucho para un art¨ªculo period¨ªstico en digital.
Lleg¨® a Playground justo despu¨¦s de su beca de doctorado y de dejar colgada su tesis, una cr¨ªtica a la cultura de la autoayuda, que alg¨²n d¨ªa retomar¨¢. Para eso se pas¨® a?os en la biblioteca p¨²blica leyendo manuales que promet¨ªan encontrar el amor o el ¨¦xito financiero siguiendo unos sencillos pasos. ¡°Esas ideas salidas de la autoayuda son peligrosas pero no necesariamente vac¨ªas. Se vehiculan a trav¨¦s de un individualismo metodol¨®gico y poseen un ideal bastante perverso de autodependencia, que es un concepto de Jorge Bucay, un rechazo total a la comunidad que es com¨²n a toda la autoayuda, desde el amor rom¨¢ntico al management empresarial. Su idea de vida buena es ser antifr¨¢gil¡±.
Con todo el riesgo que implica pretender vivir de lo que se escribe y de lo que se lee, ha encontrado la manera de equilibrar esas dos velocidades, lo acad¨¦mico y lo period¨ªstico, lo r¨¢pido y lo lento. Ha publicado un libro, Rebeldes (Lumen), a medias con la ilustradora Miriampersand, en el que cuentan 30 historias de luchas comunitarias desde la izquierda (desde la huelga canadiense al #cu¨¦ntalo), escribe art¨ªculos en medios como El Salto, habla de libros en Radio Primavera Sound y da cursos en centros culturales sobre autores como Simone Weil, y ¡°temas calientes¡±, como la cultura del cansancio. Mientras, participa en el espect¨¢culo diario que es Twitter, donde las ideas nacen, crecen y se deforman en dos d¨ªas y todo el mundo es empresario de si mismo. ¡°Twitter todav¨ªa tiene sus usos rom¨¢nticos¡±, defiende. ¡°Incluso dentro de la cultura meme, que es muy recursiva, con referentes que duran una semana y se crean quince capas metanarrativas para entender una broma¡±.
Esa red es tambi¨¦n el escenario en el que las personas entran como individuos m¨¢s o menos normales y, dependiendo del ¨¦xito que tengan o que necesiten, pueden acabar convertidos en bots par¨®dicos. ¡°Twitter te obliga a especializarte ideol¨®gicamente y a radicalizar tu ret¨®rica¡±, apunta. Luego, claro, esas mismas personas escriben libros que podr¨ªan haber sido un tweet, ahorrando mucho trabajo a todo el mundo por el camino. ¡°Ahora se cree que todo ensayo ha de cumplir una funci¨®n. Has de salir transformado o con una idea muy clara de qu¨¦ hacer, pero la buena filosof¨ªa es, por definici¨®n, inoperante¡±.
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