¡°De repente dej¨¦ de ser popular solo por interpretar a Jes¨²s¡±: Jim Caviezel, el ultracat¨®lico que asalta la taquilla veraniega
¡®Sound of Freedom¡¯ es la gran sorpresa veraniega en Estados Unidos, un film de ideales conservadores protagonizado por un actor de f¨¦rreas ideas que ha mantenido a¨²n a riesgo de arruinar su carrera
¡°Nunca volver¨¢s a trabajar en esta ciudad¡± fue la contundente frase que Mel Gibson le espet¨® a Jim Caviezel (Mount Vermont, 54 a?os) despu¨¦s de que aceptase protagonizar La pasi¨®n de Cristo (2004). Lo revel¨® el actor en una charla en la Primera Iglesia Bautista de Orlando. Su respuesta fue igual de rotunda: ¡°Todos tenemos que soportar nuestra cruz¡±. La capacidad prof¨¦tica de Gibson es dudosa: dos d¨¦cadas despu¨¦s Caviezel es la estrella de la pel¨ªcula m¨¢s controvertida del verano y si bien su carrera se resinti¨® por distintos motivos, nunca desapareci¨® por completo del foco.
En el verano de la despedida de Harrison Ford como Indiana Jones y las publicitadas hasta el hartazgo Barbie y Oppenheimer, se ha colado un invitado imprevisto en la taquilla. Sound of Freedom (El sonido de la libertad), estrenada el 4 de julio, ha superado ya la barrera de los cien millones de d¨®lares en la taquilla estadounidense, una cifra desproporcionada para una pel¨ªcula que cost¨® menos de quince millones de d¨®lares, que durmi¨® durante a?os en un caj¨®n de Disney y fue rechazada por Netflix y Amazon. Cifras inesperadas para una historia real con trazas de telefilme y Jim Caviezel como ¨²nica estrella reconocible interpretando a un ex agente de la Seguridad Nacional de los EEUU que dej¨® su trabajo para fundar una ONG que se dedica a desarticular redes de pedofilia.
El film acab¨® en una productora de cine cristiano que la financi¨® mediante crowdfunding. Todo aparentemente normal, salvo porque durante la promoci¨®n de la pel¨ªcula ha salido a relucir la organizaci¨®n ultraderechista QAnon, con la que los productores niegan cualquier relaci¨®n. El grupo est¨¢ vinculado a la toma del Capitolio, a eventos tan surrealistas como el que congreg¨® a miles de personas en Texas que esperaban la resurreci¨®n de John John Kennedy para convertirse en vicepresidente de Trump o el Pizzagate. Seg¨²n Qanon, una camarilla de pol¨ªticos dem¨®cratas encabezados por Hillary Clinton y estrellas de Hollywood como Tom Hanks secuestran ni?os para torturarlos en rituales sat¨¢nicos y extraer de su sangre el adrenocromo, una sustancia derivada de la adrenalina que les permitir¨ªa mantenerse siempre j¨®venes. Aunque la pel¨ªcula del mexicano Alejandro Monteverde se abstiene de mencionarlo, Jim Caviezel ha hablado reiteradamente de ¨¦l, antes y durante la promoci¨®n de la pel¨ªcula. ¡°Es un compuesto qu¨ªmico, una droga que las ¨¦lites han usado durante muchos a?os. Es diez veces m¨¢s potente que la hero¨ªna.¡±
A la popularidad del film ha contribuido la campa?a publicitaria lanzada desde la ultraderecha y encabezada por Donald Trump, que el pasado mi¨¦rcoles celebr¨® un Sound of Freedom Screening en su club de golf en Bedminster.
Tambi¨¦n ha contado con el apoyo de Mel Gibson y del gur¨² de la ultraderecha Steve Bannon, ante cuyos micros habl¨® hace unos d¨ªas Caviezel y donde volvi¨® a mencionar el adrenocromo: ¡°Tiene algunas cualidades m¨ªsticas para hacerte parecer m¨¢s joven¡±, afirm¨®.
Caviezel ha agradecido reiteradamente el apoyo de Trump, al que considera ¡°el elegido de Dios¡±. ¡°Quiero decirte que cuando la veas te sentir¨¢s en paz porque t¨², m¨¢s que nadie, has hecho las cosas incre¨ªbles que predicaba Jes¨²s¡±, declar¨® en el podcast de Bannon. ¡°Creo que Donald Trump fue elegido por el Dios Todopoderoso, y estoy hablando del Dios Padre, Hijo y Esp¨ªritu Santo¡±, a?adi¨®.
La vinculaci¨®n de Caviezel con la agenda ultraconservadora no sorprende a nadie. Hace veinte a?os llev¨® sobre sus hombros, casi literalmente, el peso de La pasi¨®n de Cristo, la pol¨¦mica pel¨ªcula sobre las horas finales de Jesucristo dirigida por Mel Gibson. El director, habitualmente en la palestra por sus declaraciones antisemitas, racistas y casos de violencia machista, no quer¨ªa actores anglosajones en favor de la verosimilitud y Caviezel, con sus ojos azul oce¨¢nico, estaba muy alejado del rostro de un verdadero hebreo. Pero nadie iba a implicarse m¨¢s en una producci¨®n extenuante que un religioso fervoroso que considera a Juan Pablo II su mayor influencia. Durante el rodaje recibi¨® varios latigazos accidentales, se disloc¨® el hombro debido al peso de la cruz, sufri¨® una neumon¨ªa y migra?as constantes y fue alcanzado por un rayo. Tal vez a Dios le gust¨® tan poco el biopic de su hijo como a la cr¨ªtica, que la vapule¨® por sus excesos gore y su indisimulado antisemitismo. ¡°Mientras que las palabras dicen amor, amor, amor, los sonidos y las im¨¢genes dicen odio, odio, odio.¡± escribi¨® Andrew Sarris en el New York Observer. Lo que nadie critic¨® fue el desempe?o de Caviezel, un actor brillante con un f¨ªsico imponente que podr¨ªa haberle consolidado como gal¨¢n cl¨¢sico, pero eligi¨® otro camino.
Caviezel debut¨® en el cine a las ¨®rdenes de Gus van Sant en Mi Idaho privado, la po¨¦tica historia de un chapero narcol¨¦ptico enamorado de su mejor amigo, una joya del cine queer protagonizada por Keanu Reeves y River Phoenix, en la que interpretaba a un empleado del aeropuerto. Un papel brev¨ªsimo que consigui¨® gracias una mentira: se hizo pasar por italiano. Hijo de un quiropr¨¢ctico y una ama de casa del estado de Washington, se crio en una familia ultra religiosa y su dedicaci¨®n actoral fue una anomal¨ªa, pues estaba destinado a ser jugador de baloncesto como sus cuatro hermanos.
Empez¨® a destacar como el hermano de Wyatt Earp en la pel¨ªcula de Lawrence Kasdan de 1994, y encaden¨® peque?os papeles en La roca y La teniente O¡¯Neil. Cuando Terence Malick volvi¨® al cine tras dos d¨¦cadas lo coloc¨® en el centro de La delgada l¨ªnea roja (1998), una espiritual y est¨¦tica divagaci¨®n sobre la guerra que cosech¨® siete nominaciones al Oscar. A su papel hab¨ªa aspirado medio Hollywood, de Brad Pitt a Johnny Depp pasando por Matthew McConaughey. ¡°Caviezel es celestial en el papel, irremplazable y una gran parte de por qu¨¦ la pel¨ªcula es tan especial¡±, public¨® The Guardian.
Su rostro empez¨® a hacerse familiar. Fue el hijo de Dennis Quaid en Frequency (2000), una de las pel¨ªculas favoritas de las sobremesas sabatinas, el marido de pasado turbio de Ashley Judd en Toda la verdad (2002), un amante misterioso de Jennifer L¨®pez en Mirada de ?ngel (2001) y Edmundo Dantes en la adaptaci¨®n de El conde de Montecristo (2002). Una racha tan s¨®lida que se permiti¨® rechazar el papel de C¨ªclope en X-Men. Su carrera iba consolid¨¢ndose cuando lleg¨® La pasi¨®n de Cristo. Justo a sus treinta a?os, J.C. interpretando a J.C. ¡°No existen las coincidencias¡±, declar¨® cuando un medio polaco destac¨® ese dato. ¡°No hay casualidades para Dios. Aunque incluso cuando resucite a los muertos, dir¨¢n que ocurri¨® por accidente¡±.
Tras La pasi¨®n de Cristo, parec¨ªa que la profec¨ªa de Gibson iba a cumplirse. ?l culpa al ate¨ªsmo de Hollywood. ¡°Me entristece que tanta gente en mi pa¨ªs no busque la santidad. La sustituyen por las drogas y el hedonismo¡±, declar¨®. Encontr¨® refugio televisivo como el John Reese de la vibrante Person of interest, un procedimental producido por J.J. Abrams y Jonathan Nolan que goz¨® del benepl¨¢cito de la cr¨ªtica y se mantuvo cinco temporadas en antena. ¡°De repente dej¨¦ de ser uno de los cinco actores m¨¢s populares del estudio y no por haber hecho nada malo. S¨®lo interpret¨¦ a Jes¨²s. ?Me afect¨® personalmente este rechazo? Bueno, todo el mundo tiene que cargar con su cruz. Pero al fin y al cabo, yo no estar¨¦ en este mundo para siempre. Tampoco los productores de Hollywood. En alg¨²n momento, todos tendr¨¢n que responder por lo que han hecho¡±.
Adem¨¢s de a sus ideas, una bomba de relojer¨ªa para los publicistas, tal vez la renuencia de Hollywood a contratarle pueda contribuir su rechazo a interpretar determinados papeles. No quiere participar en pel¨ªculas que utilicen la violencia para divertir, tambi¨¦n se niega a desnudarse e intenta evitar los romances demasiado apasionados. ¡°Me cuesta mucho desnudarme en una pel¨ªcula¡±, explic¨®. ¡°No creo que sea correcto. En mi fe me ense?an que la abstinencia es importante... Nunca vas a ver mi trasero en la pel¨ªcula, a menos que se desarrolle durante el Holocausto¡±. No cree que esta pol¨ªtica que tambi¨¦n siguen otros actores como el doblemente oscarizado Denzel Washington sea un impedimento. ¡°Si realmente est¨¢n interesados en mi trabajo, cambiar¨¢n el guion. De no ser as¨ª, es que no me buscan a m¨ª¡±.
Cuando tuvo que filmar una escena de amor con Jennifer L¨®pez en la mencionada Mirada de ¨¢ngel dej¨® claro desde el principio que en ning¨²n caso aceptar¨ªa desnudos. Les dije: ¡°Ponedle un top a ella, yo voy a mantener mis pantalones cortos puestos y ella los suyos¡±. Alega como motivo ¡°devoci¨®n, amor y respeto¡± por su esposa. Desde 1996 est¨¢ casado con Kerry Browitt, una profesora de ingl¨¦s a la que conoci¨® en una cita a ciegas y con la que tiene tres hijos adoptados en China, dos de ellos con problemas de salud.
Su relaci¨®n con su fe tambi¨¦n ha provocado roces con otras estrellas de Hollywood. Adem¨¢s de ser un antiabortista ac¨¦rrimo y declarado, en 2006 apareci¨® en un documental contra el uso de c¨¦lulas madre en investigaci¨®n realizado en respuesta a las demandas de Michael J. Fox, afectado por el Parkinson, al que llam¨® Judas. Mientras disfruta su ¨²ltimo e inesperado ¨¦xito sigue manteniendo su fe en que llegue a buen puerto un proyecto largamente esperado, una continuaci¨®n de La pasi¨®n de Cristo, dirigida de nuevo por su amigo Mel Gibson, que tal vez signifique su propia resurrecci¨®n en Hollywood.
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