Bigotes, ukeleles y los chistes privados de Chenoa: cr¨®nica de una semana viendo el nuevo ¡®Operaci¨®n Triunfo¡¯
El hist¨®rico formato est¨¢ a punto de cumplir una semana en su resurrecci¨®n en Amazon Prime Video dejando una sensaci¨®n principal: que todos los que forman parte de ¨¦l saben perfectamente lo que est¨¢n haciendo y qui¨¦n es su espectador
Todo cambia para que todo siga igual. Operaci¨®n Triunfo (OT para los amigos) se estren¨® hace 22 a?os como un programa m¨¢s y el pasado lunes lleg¨® a Prime Video convertido en un caso ¨²nico en la tele espa?ola: es la ¨²ltima superproducci¨®n en directo en una parrilla llena de programas enlatados y el ¨²nico que puede presumir (y, desde luego, lo hace hasta la extenuaci¨®n) de haber marcado la vida de dos generaciones distintas de espectadores.
La ventaja de OT es que no hay que explicarlo, porque es la principal constante en la cultura popular espa?ola del siglo XXI; la desventaja es que todo el mundo se sienta a verlo con la esperanza de que le haga sentir ilusiones que ning¨²n otro programa puede ofrecer. Esto hace que resulte f¨¢cil el ¨¦xito de la gala 0, pero milagroso el ¨¦xito de la gala 14. El reto de este nuevo ciclo consiste en encontrar el equilibrio entre la nostalgia y la vigencia. Y es el p¨²blico quien le ha encalomado esa misi¨®n, porque OT es el ¨²nico programa de la televisi¨®n espa?ola con el que los espectadores mantienen una relaci¨®n sentimental. Cada espectador de OT siente que OT es suyo.
El lunes, Chenoa arranc¨® la gala 0 con unos nervios que bordeaban la disociaci¨®n, pero entr¨® en su cuerpo cuando explic¨® que ¡°se abre una nueva etapa y se cierra [pausa dram¨¢tica] un c¨ªrculo para m¨ª¡±. Sus ojos llorosos suger¨ªan que se refer¨ªa a su reciente ruptura. Y as¨ª, Chenoa se present¨® ante Espa?a tal y como este pa¨ªs se empe?a en imagin¨¢rsela: reci¨¦n separada. Que la presentadora empezase tan nerviosa es un cartucho extra para esta edici¨®n porque as¨ª, adem¨¢s de disfrutar de la evoluci¨®n de los concursantes, el p¨²blico podr¨¢ celebrar la evoluci¨®n de Chenoa como presentadora.
La gala dur¨® 162 minutos, m¨¢s que aquellas tan cr¨ªticadas de la p¨¦rfida televisi¨®n generalista. No fue en lo ¨²nico que record¨® al OT de TVE: hubo baladas con cuerpos de baile inexplicablemente sensuales, hubo m¨²sicos que tocaban con ah¨ªnco instrumentos en playback, hubo c¨¢maras que se ca¨ªan al suelo y hubo fallos de sonido. Por haber, hubo hasta dos cortes publicitarios. Resulta que al final Prime Video lo que ha inventado es la tele.
Chenoa present¨® a Xuso Jones como un chaval que ¡°es murciano y tiene muy buena onda¡±. Y efectivamente as¨ª es. Todo el mundo tiene un amigo como Xuso Jones. Y si no lo tienes, es que t¨² eres ese amigo. Jones conduce el programa diario, OT al d¨ªa, con la certeza de que su principal talento es caer bien. Nada m¨¢s. Y nada menos. Los fans asumieron que OT al d¨ªa iba a ser un resumen diario, pero en realidad los dos primeros episodios se centraron en por qu¨¦ OT es alucinante. La tertulia fue en la l¨ªnea de ¡°?OT es incre¨ªble!¡±, seguido de ¡°Hum, discrepo, yo creo que es espectacular¡±.
El martes, Sebasti¨¢n Gallego hizo lo que ten¨ªa que hacer: ejercer como fan de OT. Pero lo llev¨® a cotas vanguardistas cuando se refiri¨® a OT 2017 como ¡°la edici¨®n de Amaia¡± pero a OT 2005 como ¡°la edici¨®n de Lidia Reyes¡± (todo el mundo sabe que esa es ¡°la edici¨®n de Idaira¡±) (Noem¨ª, desde luego, se acuerda). La otra tertuliana, Gisela, evit¨® contar batallitas de OT1, porque no queda nada por contar y lo que queda, lo que realmente quiere saber el p¨²blico, est¨¢ blindado por un acuerdo de confidencialidad. En cambio, Gisela aport¨® reflexiones pertinentes: ¡°Esta generaci¨®n se maneja de manera distinta porque han crecido delante de una c¨¢mara¡±. Ven por la nostalgia, qu¨¦date porque Gisela hace mejores an¨¢lisis socioculturales de los que nadie esperar¨ªa de ella.
El mi¨¦rcoles, Laura M¨¢rquez dedic¨® la mayor¨ªa de sus intervenciones a hablar sobre s¨ª misma, que es una manera de comunicar muy milenial: ¡°Yo con su edad estaba fatal¡±, ¡°Yo he estado de Erasmus y es lo mismo¡±, ¡°Yo no puedo hacer caca fuera de mi casa¡± (Esto ven¨ªa a cuento porque el programa dedic¨® cuatro minutos a clips de los concursantes conversando sobre defecar).
Y al tercer d¨ªa, resucit¨®: el jueves OT al d¨ªa justific¨® su existencia gracias a un contenido comentable (el pase de micros), tertulianos con opiniones maduras y argumentadas (Uri Sabat) y una invitada que no podr¨ªa dejar de dar buena televisi¨®n ni durmiendo (Abril Zamora, profesora de interpretaci¨®n). Porque en ese universo paralelo que es OT, hasta el programa diario puede tener su propio viaje de superaci¨®n.
Aunque el mayor viaje de superaci¨®n, por longevidad y por altibajos radicales, es el de Noem¨ª Galera. La directora de la Academia da buena tele porque nunca dice todo lo que est¨¢ pensando (atenci¨®n a su cara cuando pronuncia la palabra ¡°ukelele¡±) pero si dice algo es porque lo piensa de verdad. Galera ha trabajado en todas las ediciones de OT: empez¨® como directora de casting/voz ausente en TVE, ejerci¨® como villana en Telecinco y regres¨® a TVE para convertirse en la se?ora con gafas favorita de la naci¨®n. Y al ver v¨ªdeos de cualquier ¨¦poca, queda claro que ella nunca ha cambiado. Es Espa?a la que ha madurado hasta entenderla. ?C¨®mo no va a ser OT un programa ¨²nico, si hasta su directora de casting pas¨® de villana de Espa?a a madre de Espa?a delante de las c¨¢maras?
Los concursantes pertenecen a la primera generaci¨®n de espa?oles completamente nativos de la telerrealidad. Se nota. Cuando Juanjo explica que no le gusta su carrera, ingenier¨ªa naval, porque ¡°a m¨ª un barco ni me va ni me viene, si soy de Zaragoza¡± es plenamente consciente de que est¨¢ haciendo un remake del ¡°Pero qu¨¦ rollo surfero, si soy de Pamplona¡±, de Amaia. O cuando Omar asegur¨®: ¡°Mi hermana es como yo, solo que el doble¡±, adopta el papel de ¡°concursante de reality loquito¡± sin caer en la cuenta de que, si el p¨²blico no sabe c¨®mo es Omar todav¨ªa, c¨®mo demonios se va a imaginar a su hermana. O Chiara, que dice que su obsesi¨®n es ¡°la m¨²sica, no triunfar en la m¨²sica¡±, un eslogan que suena bien pero que resulta c¨®mico en boca de alguien que se ha presentado a OT. ¡°Curraba en un dinner show¡±, explic¨® Cris. ¡°Bueno, curro. Bueno, curraba¡±.
Ah¨ª est¨¢ OT. En saber si el programa te va a liberar de tu vida anterior o es solo una aventura pasajera. El curro de Schroedinger. Instantes como estos demuestran que los chavales hablan con fluidez el dialecto de los realities en la teor¨ªa, pero no son conscientes de lo que un reality har¨¢ con ellos en la pr¨¢ctica. Como cuando los editores decidieron que la primera frase que Martin pronunciase ante Espa?a fuese ¡°me gusta el bigote¡± y que las siguientes fuesen ¡°soy bohemio¡± y ¡°hago acrobacias¡± y, finalmente, ¡°No quiero ir de guay ni de diferente¡±. O cuando Lina de Sol, la reencarnaci¨®n humana de un tuit de Ana Guerra, explic¨® que se compr¨® un ukelele despu¨¦s de una intoxicaci¨®n digestiva como si esa fuese la historia de or¨ªgenes de un superh¨¦roe.
Pero si el plat¨® de OT tiene una puerta m¨¢gica que despoja a todo el que la cruza de autoconsciencia, Chenoa claramente entr¨® por la puerta del parking. Cuando el uruguayo Lucas (trivia: en esta edici¨®n hay m¨¢s uruguayos que catalanes) habl¨® de lo enamorado que estaba de su novia, Chenoa quiso advertirle de que igual OT cambiaba sus planes (tanto ella como Bisbal ten¨ªan pareja cuando entraron en el concurso). La presentadora le mir¨®, se gir¨® al p¨²blico y exclam¨®, en acento argentino: ¡°Pues no quiero decir nada, pero¡¡±. A continuaci¨®n, mir¨® a c¨¢mara con la actitud de alguien que ha visto mucho The Office y a?adi¨®: ¡°No lo digo por experiencia propia¡.¡±.
La Chenoa argentina es la mejor Chenoa, por lo visto. La que sabe lo que piensas de ella y hace el chiste antes que t¨². Chenoa empez¨® la noche con pausas dram¨¢ticas y la acab¨® con el ritmo impecable de la mejor actriz c¨®mica (o de alguien que ha hecho mucha terapia) y en ese momento, justo en ese instante, Chenoa se hizo due?a del sof¨¢ y se convirti¨® en una presentadora de verdad. Como Pinocho, excepto porque ella es su propia Hada Azul. Su consagraci¨®n lleg¨® hacia el final de la noche, cuando les dijo a los tres nominados ¡°s¨¦ c¨®mo os sent¨ªs¡±. Ah¨ª hizo gala de una empat¨ªa profesionalizada que solo los mejores presentadores tienen, porque cualquiera que viera OT1 sabe que esa frase es mentira.
Pero as¨ª es como OT se disfruta m¨¢s: como una realidad alternativa en la que hay que dejarse llevar y olvidar el cinismo. Una realidad en la que nadie llev¨® bigote nunca antes que Martin y nadie sab¨ªa lo que era el beatbox antes de que Cris lo definiese como ¡°una cosa un poco rara, la gente se queda flipando¡±, como si viniese directo de 1982. Una realidad en la que Noem¨ª Galera suspira, apesadumbrada, que ¡°ojal¨¢ pudieran pasar los 18 concursantes¡± como si ella no formara parte de la organizaci¨®n que ha decidido que se eliminen dos. Una realidad en la que los concursantes se describen a s¨ª mismos con contundencia: ¡°Me enfado con la injusticia¡±, declar¨® Denna (?pero a alguien le alegra la injusticia?); ¡°Mi hobby es estar solo¡±, asegur¨® ?lex M¨¢rquez (eso no es un hobby, es ser mis¨¢ntropo); ¡°No puedo vivir sin gafas de sol, est¨¢ empezando a rozar la obsesi¨®n¡±, exclam¨® Violeta (esto no hace falta comentarlo). Una realidad en la que Naiara se define a s¨ª misma como ¡°adicta a los tatuajes¡±, ¡°rara¡± y ¡°siempre dando la nota¡± y a continuaci¨®n canta Me muero de La Quinta Estaci¨®n.
?Y c¨®mo se llama esa realidad? Tener 20 a?os. OT ofrece hoy dos nostalgias: nostalgia de OT y nostalgia de cuando est¨¢bamos tan seguros de todo. De cuando ten¨ªamos tanto futuro que no nos temblaba la voz al definirnos mediante lugares comunes y adem¨¢s hacerlo con total convicci¨®n. De cuando no es que quisi¨¦ramos cumplir nuestros sue?os, sino que est¨¢bamos convencidos que ¨ªbamos a lograrlos. Bastar¨ªa con trabajar muy duro y #ConUnaSonrisa. Esa es la verdadera raz¨®n por la que OT lleva 20 a?os emocionando: porque es un programa sobre el entusiasmo m¨¢s sencillo y m¨¢s inquebrantable. Como cuando Chiara cont¨® el ¨²nico consejo que le hab¨ªa dado su madre antes de entrar: ¡°Be yourself¡±. S¨¦ t¨² misma. Y ese consejo es como OT: tan f¨¢cil de decir, tan dif¨ªcil de hacer, tan divertido de intentar.
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