¡°Un c¨®ctel demoledor para las caras¡±: ?est¨¢ el ¡®running¡¯ y el Ozempic haciendo que envejezcamos antes de tiempo?
La ¡®cara B¡¯ de la popularizaci¨®n de los medicamentos para adelgazar y de algunos deportes es un cambio brusco en la fisonom¨ªa: caras m¨¢s afiladas y, en algunos sentidos, envejecidas
La cara es el espejo del alma, dicen. Tambi¨¦n dicen que a partir de los 40 cada quien tendr¨¢ la cara que se merece. O que se pueda permitir, debemos apuntar. Lo cierto es que empiezan a abundar caras que tienen m¨¢s que ver con el bolsillo que con el esp¨ªritu, o cuya musculatura ha ca¨ªdo por obra y gracia del impacto que ejerce sobre los rostros ese deporte con buen¨ªsima prensa que es correr, tambi¨¦n llamado running entre los amigos de lo novedoso y anglosaj¨®n. Una pr¨¢ctica que puede sumar hasta 10 a?os a la cara.
Similar ca¨ªda y mala cara sufren los que pierden peso muy r¨¢pido y con los kilos tambi¨¦n ven desaparecer los paquetes grasos que daban equilibrio y volumen a su cara. Son esas personas que, despu¨¦s de una temporada de no verlos. dir¨ªamos que est¨¢n enfermos. Pero no: puede incluso que seg¨²n su propia versi¨®n est¨¦n mejor que nunca. Simplemente, la cara no les acompa?a.
A la vuelta del verano han empezado a aparecer esas caras nuevas. Cuerpos fibrosos y delgados que parecen una d¨¦cada m¨¢s joven que las caras medio demacradas que les dan identidad. Dos conceptos (en ingl¨¦s, la lengua franca de las redes sociales) han surgido para nombrar este fen¨®meno. Por un lado, las caras Ozempic ¡ªOzempic face¡ª y por otro, las caras de corredor ¡ªrunner face¡ª.
La cara Ozempic delata una p¨¦rdida de peso r¨¢pida que no discrimina entre grasa y masa muscular. Arrasa con todo. Este es uno de los problemas que se se?alan al llamado f¨¢rmaco del siglo. El t¨¦rmino Ozempic Face fue acu?ado por el dermat¨®logo Paul Jarrod Frank, toda una autoridad en el mundo de la dermatolog¨ªa que considera esta cara un efecto secundario del tratamiento con semaglutida, el principio activo de Ozempic. Despu¨¦s de ver pasar por su consulta a varios individuos con id¨¦ntico rostro y medicaci¨®n, describi¨® en un art¨ªculo cient¨ªfico que la r¨¢pida p¨¦rdida de peso que provocaba el f¨¢rmaco ten¨ªa ¡°un efecto m¨¢s pronunciado¡± en la cara, pues se produc¨ªan cambios dermatol¨®gicos y cierto descolgamiento de la piel, al desplazarse o desaparecer la grasa que le daba volumen y tensi¨®n. ¡°Adem¨¢s, la piel del rostro pierde su capacidad de retraerse y volver a su sitio tras una p¨¦rdida r¨¢pida de peso, pues tambi¨¦n se reducen los niveles de elastina y col¨¢geno, dos componentes claves de la estructura del rostro¡±, escribi¨® Frank.
El doctor resumi¨® en cuatro puntos la cara Ozempic: aumento de signos de envejecimiento como las l¨ªneas de expresi¨®n y las arrugas, p¨¦rdida de grasa que afloja la piel y la hace caer, apariencia ahuecada, y lipodistrofia (una enfermedad que provoca cambios anormales en la distribuci¨®n de la grasa corporal).
En mayo pasado, el doctor Dennis Gross, un derm¨¢tologo con consulta en la quinta avenida de Nueva York, cont¨® a este peri¨®dico que ten¨ªa varios pacientes con posibles y muy famosos intentando revertir los efectos del Ozempic sobre los vol¨²menes de sus caras. ¡°El problema es que a¨²n recuperando el peso perdido es dif¨ªcil que la grasa del rostro vuelva a colocarse en el lugar original, es uno de los desaf¨ªos m¨¢s dif¨ªciles para la dermocosm¨¦tica¡±.
Con la llamada runner face (cara de corredor) existe cierta pol¨¦mica. Algunos m¨¦dicos ponen en duda que correr sea la ¨²nica causa de las caras demacradas y enjutas, y se?alan como cooperadores necesarios a la pobreza de hidrataci¨®n y a la escasa protecci¨®n solar con que se suele practicar esa actividad. La runner face es fl¨¢cida y puede sumar hasta 10 a?os. Se cree que el fuerte impacto de esta actividad f¨ªsica hunde las mejillas y produce flacidez. El Dr. Kiya Movassaghi, cirujano pl¨¢stico y ¨¢vido maratoniano, apunta en sus redes sociales a una combinaci¨®n de factores: ¡°Tener una constituci¨®n delgada, exponerse al sol por tiempo prolongado sin protecci¨®n y no hidratarse adecuadamente da lugar a esta expresi¨®n demacrada, que tambi¨¦n se ve en esquiadores, jardineros, marineros y ciclistas¡±. Este experto cree que se confunde causalidad y correlaci¨®n porque se relaciona una cara con un estilo de vida cuando la verdadera causa es la p¨¦rdida de volumen y elasticidad de la piel por la ca¨ªda de col¨¢geno que se produce con la edad.
La doctora Carmen Lorente, de The Beauty Concept, recuerda que el deporte extremo causa un estr¨¦s oxidativo que produce radicales libres, acorta los tel¨®meros y acelera el envejecimiento. ¡°Esto sumado a la exposici¨®n solar, a la contaminaci¨®n, al fr¨ªo, y al propio impacto del ejercicio es un c¨®ctel demoledor para las caras. Quiz¨¢s la soluci¨®n empiece por protegerse m¨¢s cuando se sale a correr, o no salir a hacer deporte cuando haya condiciones climatol¨®gicas extremas¡±.
La doctora Adriana Rib¨¦, de la Cl¨ªnica Rib¨¦, conoce bien estas caras. ¡°Despu¨¦s de una p¨¦rdida r¨¢pida de peso, los tejidos no se recomponen igual¡±. Para ella, las zonas cr¨ªticas y que dan ese aspecto avejentado al rostro est¨¢n entre las capas grasas de la nariz y el p¨®mulo. ¡°Si desaparecen los paquetes grasos de la zona media de la cara, se pierde volumen y los tejidos se desplazan. Aunque se vuelvan a rellenar con otras sustancias, es dif¨ªcil evitar la distenci¨®n de la piel¡±. ¡°Cuando se adelgaza muy r¨¢pido, la cara es como un globo que se desinfla, la piel se queda fina, arrugada y ca¨ªda¡±, apunta la experta de The Beauty Concept.
A partir de los 25 a?os, hombres y mujeres empiezan a perder col¨¢geno, la sustancia que da elasticidad a la piel y permite que tras una p¨¦rdida r¨¢pida e importante de peso, la piel de la cara vuelva a su sitio. ¡°Si se pierde peso a partir de los 40 por la pr¨¢ctica de un deporte o por una medicaci¨®n, el impacto en las capas grasas superficiales del rostro es directo y afectar¨¢ a la calidad de la piel¡±, apunta la doctora Victoria P¨¢ez, que tiene su cl¨ªnica en Marbella. P¨¢ez reconoce que tiene cada vez m¨¢s pacientes hombres en su consulta preocupados con sus ¡°nuevas caras¡±. ¡°Si las p¨¦rdidas de peso son sucesivas, la recuperaci¨®n el¨¢stica del tejido es cada vez m¨¢s lenta y llega un momento en que no hay vuelta atr¨¢s¡±.
La soluci¨®n que proponen los expertos entrevistados es evitar las p¨¦rdidas bruscas de peso, y no esperar a haber adelgazado todo para preocuparse por la cara. ¡°Lo ideal es tener una p¨¦rdida controlada de peso y en el camino inducir col¨¢geno y poner anclajes para prevenir la ca¨ªda¡±, sugiere la doctora Rib¨¦, que se?ala adem¨¢s que hay que asumir que, cuando se pierde peso, la cara sufre. La doctora Paez propone una estrategia similar. ¡°En los hombres es mejor prevenir la ca¨ªda de los paquetes grasos de la cara antes de que se consiga el objetivo final de p¨¦rdida de peso¡±.
?Mala cara? Depende
De todas maneras, una mala cara no siempre es sin¨®nimo de mala salud. Los c¨¢nones de belleza y de lo que se considera saludable o no han ido variando a lo largo del tiempo. ¡°Cuando veo a alguien excesivamente moreno y delgado, mi lectura es: exceso de deporte y de sol. Alguien puede pensar que tiene buen aspecto, pero yo pienso: esa cara est¨¢ perdida. Eso no quiere decir que el organismo est¨¦ funcionando mal, pero s¨ª que est¨¢ oxidando de prisa y se est¨¢ cargando la piel¡±, dice la doctora Lorente.
Se puede estar fenomenal y, a pesar de eso, tener mala cara. Se pueden perder 30 kilos y a pesar de eso que mucha te pregunte: ?est¨¢s bien? Se pueden correr tres maratones al a?o y, a pesar de eso, aparentar 10 a?os de m¨¢s. A pesar de eso o precisamente por eso. Otro ejemplo de refranero callejero: llega un momento en la vida en que hay que elegir entre cara o culo. Miles de personas, c¨¦lebres y an¨®nimas, est¨¢n eligiendo la segunda.
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