17 a?os de peleas, veto en China y porno duro en el estudio: historia del ¨²ltimo gran fracaso de Guns N¡¯ Roses
Mientras los rumores sobre un posible nuevo ¨¢lbum aumentan, el ¨²ltimo ¨¢lbum de estudio de la banda sigue siendo uno de los grandes fracasos monumentales de este siglo. Un paso en falso que marc¨® un antes y un despu¨¦s en la historia de la m¨²sica contempor¨¢nea
Uno de los acontecimientos musicales m¨¢s comentados de este a?o ha sido la publicaci¨®n de un nuevo ¨¢lbum de The Cure despu¨¦s de 16 a?os sin grabar, pero hay otras bandas legendarias cuyo silencio discogr¨¢fico est¨¢ siendo m¨¢s largo. Es el caso de Guns N¡¯ Roses, que publicaron su ¨²ltimo trabajo, Chinese Democracy hace 16 a?os tambi¨¦n. Todo indica que puede haber un nuevo trabajo en camino, o al menos eso es lo que se desprende de unas declaraciones recientes del bajista Duff McKagan. Pero tambi¨¦n es razonable albergar dudas sobre la posibilidad real de que el sexto ¨¢lbum de la banda de Los ?ngeles se publique en 2025, teniendo en cuenta los precedentes. En especial, el tortuoso camino de su ¨²ltimo largo con canciones propias, que ya tard¨® 17 a?os en ver la luz, los mismos transcurridos desde la publicaci¨®n del ambicioso doble volumen Use Your Illusion. ?Qu¨¦ fue lo que sucedi¨®? Muchas cosas.
Cuando Guns N¡¯ Roses irrumpieron como un elefante en la cacharrer¨ªa con Appetite For Destruction (1987), un debut r¨¢pidamente continuado con Lies (1988), hubo quien les aup¨® con el calificativo de ¡°la banda m¨¢s peligrosa del mundo¡±. En una ¨¦poca en que los conceptos de rock y peligro parec¨ªan disociarse ante la pujanza del rap y las raves, la banda entonces formada por Axl Rose (voz), Slash e Izzy Stradlin (guitarras), Duff McKagan (bajo) y Steven Adler (bater¨ªa) fue recibida con j¨²bilo por todos los que se negaban a aceptar que aquel g¨¦nero perdiera su relevancia.
¡°Era un grupo que llevaba en su ADN esa rebeld¨ªa innata en el rock que antes hab¨ªan representado los primeros Rolling Stones, Aerosmith, The New York Dolls o las bandas punks del 77, pero los tildar¨ªa de escandalosos m¨¢s que de peligrosos. A finales de los ochenta ya era muy dif¨ªcil reinventar la rebeld¨ªa en el rock¡±, matiza Mariano Muniesa, periodista musical en la revista La Heavy y presentador del programa Rock Star en mariskalrock.com.
¡°Guns N¡¯ Roses devolvieron la autenticidad al rock en un momento complicado, y se convirti¨® en la ¨²ltima gran banda del g¨¦nero. Pero, para algunos, dejaron de ser peligrosos con el ¨¦xito masivo en la ¨²ltima parte de la gira de los Illusions, cuando vinieron a Espa?a por primera vez, en 1992. En aquella ¨¦poca acabaron saturando. Se hablaba tanto de ellos y de sus cosas extramusicales que una parte del p¨²blico los comenz¨® a ver de manera muy hostil¡±, argumenta Anchel Solana, autor de Guns N¡¯ Roses. El crimen perfecto (2022), un libro en dos vol¨²menes que es el m¨¢s completo que se ha escrito sobre la banda en Espa?a. Seg¨²n el tambi¨¦n cr¨ªtico musical, ¡°la creatividad de la banda muri¨® en septiembre de 1991, cuando se fue Izzy Stradlin. Nunca consiguieron publicar una canci¨®n original desde su abandono¡±.
En t¨¦rminos similares se manifiesta C¨¦sar Mart¨ªn, director de la revista Popular 1. ¡°Su etapa m¨¢s excitante termina cuando Izzy Stradlin les dej¨® y se public¨® Use Your Illusion. Su gira de 1991, antes de que se editase el disco, fue explosiva, algo loqu¨ªsimo y maravilloso, un tour de estadios basado en unos discos que nadie hab¨ªa escuchado todav¨ªa. Nadie sab¨ªa qu¨¦ suceder¨ªa al minuto siguiente. A partir de 1992, sin embargo, todo cambi¨®. Segu¨ª disfrut¨¢ndolos, pero lo de llevar coristas sexis y secci¨®n de viento en los conciertos me pareci¨® un desprop¨®sito. Cuando la mastod¨®ntica gira de Use Your Illusion termin¨®, fue el fin de una era¡±.
¡°Se comercializ¨® su sonido y sus apariciones eran cada vez m¨¢s frecuentes en medios menos especializados musicalmente¡±, a?ade Alicia Rodr¨ªguez, promotora musical y colaboradora en Ruta 66, Rockdelux y Mondosonoro. ¡°Interesaba m¨¢s la figura de Axl Rose, sus trifulcas, sus ri?as con Slash, sus devaneos amorosos¡ incluso dieron un giro a sus videoclips, que se convirtieron en algo rozando lo ?o?o, como el caso de November Rain¡±.
C¨®mo convertir tu grupo en una dictadura
Los dos vol¨²menes de Use Your Illusion vendieron 35 millones de discos, y su gira dur¨® 28 meses: fueron 192 conciertos en 27 pa¨ªses y a¨²n se considera la gira m¨¢s larga en la historia del rock. Cuando finaliz¨®, en 1993, era la banda m¨¢s grande del planeta, y a¨²n le quedaban m¨¢s r¨¦cords por batir. Pero no necesariamente positivos.
En 1994, entraron en el estudio para trabajar en m¨¢s canciones nuevas, pero empezaron a pelearse entre ellos. Se dice que la culpa la tuvo la decisi¨®n de Axl Rose de sustituir a su guitarrista de entonces, Gilby Clarke (el que hab¨ªa reemplazado a Stradlin), por su amigo Paul Tobias sin consultarlo con los dem¨¢s. Slash acus¨® a Axl de dirigir la banda ¡°como un dictador¡± y se march¨®. Paulatinamente hicieron lo propio el bater¨ªa Matt Sorum (quien calific¨® a Tobias como ¡°la Yoko Ono de Guns N¡¯ Roses¡±) y, finalmente, Duff McKagan, en 1997, quej¨¢ndose de que la banda hab¨ªa alquilado un estudio durante tres a?os y no hab¨ªan finalizado ni una sola canci¨®n. Para m¨¢s inri, lo habitual era que los m¨²sicos se quedasen esperando a que llegase el l¨ªder al local y este apareciese a las horas m¨¢s intempestivas.
De la formaci¨®n del Illusion, ya solo quedaba el vocalista, que empez¨® a volverse loco probando a diversos m¨²sicos. Entre los nuevos guns figuraban el guitarrista Robin Finck (Nine Inch Nails), el bajista Tommy Stinson (The Replacements) e incluso Brian May, de Queen, que lleg¨® a tocar la guitarra en alg¨²n ensayo. En una entrevista a MTV en 1999, el ¡°dictador¡± del grupo lleg¨® a afirmar que, en medio de las sesiones, hab¨ªa regrabado el Appetite For Destruction al completo con la nueva banda.
Entre el elenco de productores, comenz¨® a trabajar con Youth (U2, The Verve) en una primera fase. Despu¨¦s lo hizo con Moby, Mike Clink, Eric Caudieux y, el definitivo, Sean Beavan. A mediados del a?o 2000 parec¨ªa que, por fin, hab¨ªa un disco terminado y que se iba a titular, jocosamente, 2000 Intentions. Pero ah¨ª ya se produjo la debacle. Rose contrat¨® a Roy Thomas Baker, productor de Queen, quien convenci¨® al vocalista para grabarlo todo de nuevo. El bater¨ªa Frank Ferrer fue sustituido por otro llamado Brain, y le obligaron a que reprodujese las mismas notas tal cual las hab¨ªa registrado el bater¨ªa anterior (?transcritas en un teleprompter como el que usan los presentadores de televisi¨®n!). Adem¨¢s, se produjo otro cambio importante en el seno de la banda: Finck se volvi¨® con Nine Inch Nails y lo reemplaz¨® Buckethead (Cabezacubo), un exc¨¦ntrico guitarrista as¨ª denominado porque llevaba siempre una m¨¢scara y un sombrero con un cubo de Kentucky Fried Chicken.
No solo surgieron algunas leyendas delirantes, como la de que Buckethead era Slash disfrazado, sino tambi¨¦n an¨¦cdotas como la siguiente: en un momento en que estaba especialmente harto del ca¨®tico proceso de grabaci¨®n, el guitarrista amenaz¨® con dejar la banda. Tom Zutaut, el hombre que descubri¨® a los Guns N¡¯ Roses, acababa de ser contratado por la compa?¨ªa para que les ayudara a finalizar el ¨¢lbum. Y se le ocurri¨® convencer a Buckethead instalando un gallinero gigante en el estudio, con paja, alambre y pollos de goma. Ah¨ª solo pod¨ªan entrar ¨¦l y los ingenieros asistentes cuando necesitasen ajustar los micr¨®fonos. Sin embargo, el m¨²sico no solo utiliz¨® el gallinero para tocar la guitarra, sino tambi¨¦n para ver pel¨ªculas de porno duro. Seg¨²n Zutaut, en una ocasi¨®n, uno de los perros de Axl defec¨® en su interior, pero Buckethead insisti¨® en que no lo limpiasen porque le gustaba su olor. A los tres d¨ªas, les result¨® tan espantoso al personal de estudio que lo quitaron todo de all¨ª, ante el enfado del guitarra.
Habemus t¨ªtulo
En 2001, el nombre tentativo del ¨¢lbum ya era Chinese Democracy, y as¨ª se bautiz¨® la gira que comenz¨® entonces la banda. Un tour desastroso con conciertos retrasados por encima de lo admisible o directamente cancelados. Dos a?os despu¨¦s, la discogr¨¢fica que estaba pagando todo aquello, Geffen, se plant¨® ante el gasto excesivo que le estaba suponiendo la grabaci¨®n del disco. En aquel momento, ya se hablaba de Chinese Democracy como el ¨¢lbum m¨¢s caro de la historia: 13 millones de euros de 2004.
Acab¨® viendo la luz el 22 de noviembre de 2008. La banda grab¨® 50 canciones, de las que se incluyeron 14 en la versi¨®n definitiva. En los cr¨¦ditos aparecieron 17 m¨²sicos, 10 productores e ingenieros de sonido y 29 asistentes. Vendi¨® un mill¨®n de discos en Europa y otro mill¨®n en EE UU, lo que se consider¨® un fiasco comercial, muy por debajo de las expectativas. El Chinese Democracy Tour dur¨® diez a?os, de 2001 a 2011 y, seg¨²n declaraciones de un agente de seguridad, ten¨ªa ¨®rdenes de no dejar entrar en los conciertos a quien llevase camisetas de Slash. Como gran broma final, el disco se prohibi¨® en China por considerar que el t¨ªtulo era una cr¨ªtica a su r¨¦gimen pol¨ªtico.
En cuanto a su contenido, fue recibido con disparidad de opiniones, aunque predominaron las negativas. C¨¦sar Mart¨ªn, en cambio, lo defiende a su manera: ¡°Axl se convirti¨® b¨¢sicamente en la Norma Desmond del rock. Si ves a Gloria Swanson en la pel¨ªcula El crep¨²sculo de los dioses, ?ese era Axl a finales de los noventa, lo cual me pareci¨® maravilloso, no lo voy a negar! Me gusta mucho esa etapa suya. Fue un desprop¨®sito absoluto, porque el disco termin¨® public¨¢ndose cuando ya casi nadie compraba m¨²sica¡ Si lo hubiese lanzado unos a?os antes, habr¨ªa vendido mucho m¨¢s. Pero a m¨ª me encanta Chinese Democracy. Es amorfo, extra?o, ?y maravilloso! Aunque lo considero una obra en solitario de Axl, no un disco de Guns N¡¯Roses¡±.
¡°Conozco personalmente a Tommy Stinson, y me dijo que, entre Jimmy Lovine, presidente de la discogr¨¢fica, y el productor Roy Thomas Baker se cargaron el disco¡±, apunta Anchel Solana. ¡°Cuando el sello les cerr¨® el grifo, en 2004, lanz¨® el ¨¢lbum Greatest Hits, que intentaron parar por todos los medios Axl, Slash y Duff por separado. La recopilaci¨®n fue un enorme ¨¦xito, es uno de los discos m¨¢s vendidos de este siglo, pero, en ese mismo momento, Chinese Democracy ya estaba muerto. Es un disco que debi¨® salir como tarde en 2001, en 2008 ya no ten¨ªa ning¨²n sentido. A¨²n as¨ª, es un buen trabajo de Axl¡±.
Para Mariano Muniesa, sin embargo, era ¡°un ¨¢lbum de retales deslavazado, pretendidamente moderno sin conseguirlo y flojo, muy flojo en todos los aspectos¡±. Alicia Rodr¨ªguez tambi¨¦n lo considera una obra menor: ¡°No soy fan de las texturas electr¨®nicas e industriales que incorpora. Creo que la larga espera le perjudic¨®, porque, si tardas tanto y no sacas la obra maestra que los fans esperan, va a decepcionar irremediablemente. Adem¨¢s, tiene un sonido tan diferente a los discos anteriores que a quienes amamos la espontaneidad de sus inicios nos dej¨® tibios¡±, argumenta la periodista.
Nunca digas nunca jam¨¢s
Las diferencias entre Axl y Slash parec¨ªan tan irreconciliables como las de, pongamos, Morrissey y Johnny Marr, de The Smiths. En 2009, en una entrevista en la revista especializada Billboard, el vocalista declar¨®: ¡°Lo que est¨¢ claro es que uno de los dos morir¨¢ antes de que se produzca una reuni¨®n¡±. Tres a?os despu¨¦s, preguntado por lo mismo, dijo: ¡°No suceder¨¢ en esta vida¡±. En 2016, se trag¨® sus palabras y se anunci¨® una gira de reuni¨®n bautizada como Not In This Lifetime¡ Tour (o sea, ¡°Nunca en la vida¡± en ingl¨¦s), con Slash y Duff McKagan de nuevo en la formaci¨®n, y un repertorio de grandes ¨¦xitos... sin pr¨¢cticamente ninguna canci¨®n de Chinese Democracy. La gira fue un ¨¦xito, se convirti¨® en la segunda que m¨¢s dinero recaud¨® de la historia (solo les super¨® el 360? Tour de U2) y sigui¨® hasta el a?o pasado. Ese ha sido el largo germen de la posible vuelta al estudio de los tres carism¨¢ticos miembros originales.
Pero, ?ha recuperado Guns N¡¯ Roses algo de aquella grandeza inicial o se parece ahora m¨¢s bien a una banda tributo a s¨ª misma? ¡°?Qu¨¦ grupo no es eso en la actualidad?¡±, concede Anchel Solana. ¡°?Si hasta gente mucho m¨¢s joven como The Strokes, enormes fans de Guns N¡¯ Roses, por cierto, ya son un absoluto acto de nostalgia!¡±. ¡°Axl es un tipo muy h¨¢bil y sabe que necesita a Slash, que para m¨ª es el 50% del grupo¡±, apunta Alicia Rodr¨ªguez. ¡°Yo conozco pocas bandas con la capacidad de entrega en directo de los Guns y se me ocurren much¨ªsimas otras que s¨ª que se han convertido en tributos de s¨ª mismas y a las que, sin embargo, se les mete menos cera que a ellos. Se les pueden criticar cosas, pero?siempre cumplen lo que prometen: conciertos de rock en estado salvaje, sin ning¨²n trasfondo social o filos¨®fico en sus canciones, ni falta que les hace¡±.
Para C¨¦sar Mart¨ªn, ¡°hoy en d¨ªa, Guns N¡¯Roses ofrecen conciertos muy profesionales y muy disfrutables, pero esto ya no tienen nada que ver con la banda que nos volvi¨® locos en otra ¨¦poca. En su d¨ªa fueron una banda peligrosa, salvaje, y ahora son simplemente entertainers. Es como ir a ver a los Eagles o a Fleetwood Mac, ese tipo de experiencia: grupos legendarios que tocan sus cl¨¢sicos en estadios. La gente paga fortunas por entradas para zonas especiales de cada estadio y toda esa mierda que, en mi opini¨®n, nada tiene que ver con el rock. Pero siempre me gustar¨¢ ver a Axl en escena con Duff y Slash. Eso no va a cambiar¡±.
¡°Ellos recuperaron para el rock una actitud y un sentimiento de rebeld¨ªa, inconformismo y macarrismo en un primer momento sincero, genuino y crudo que se plasm¨® a la perfecci¨®n en su primer ¨¢lbum. Demostraron que el rock ten¨ªa que seguir molestando a las mentalidades conservadoras, ten¨ªa que ser rebelde, no acomodaticio, no convencional. Ese es el mejor legado que dejaron, y entiendo que sigue vivo, aunque no se note¡±, concluye Mariano Muniesa.