Partirse la camisa: por qu¨¦ algunos hombres exhiben el torso para expresar su furia
Un concursante de ¡®La isla de las tentaciones¡¯ se ha arrancado la camisa para expresar su ira al ver a su novia con otro. El momento se ha hecho viral, pero en realidad perpet¨²a un gesto que obedece a ciertas competiciones deportivas y la masculinidad m¨¢s t¨®xica
La camisa que se part¨ªa Camar¨®n en Soy Gitano ha encontrado su homenaje televisivo en La Isla de las Tentaciones. La octava temporada del espacio de Mediaset que ha convertido la toxicidad extrema en espect¨¢culo ha tenido ya un momento ic¨®nico y carne de meme gracias a Montoya, un sevillano que en la hoguera del show ha protagonizado un estallido de furia al ver a su pareja irse a la cama con otro hombre. Los participantes de este reality show no suelen tener pudor a la hora de exhibir b¨ªceps, bronceado y torsos (dadas sus horas de gimnasio no tendr¨ªan por qu¨¦), pero s¨ª a la hora de destapar sus emociones. Tal vez eso tenga que ver con el gesto de este concursante al ver que su novia se iba con otro no s¨®lo ante su at¨®nita mirada, sino ante la de sus compa?eros y ante la audiencia: arrancarse la camisa a gritos.
¡°Ese tipo de reacciones suele estar vinculadas a la falta del honor relacionada con una mujer, bien sea su pareja, su madre o su hermana, es decir, su propiedad. Tambi¨¦n se hace para defender un insulto al honor y ante la duda de la propia masculinidad. Para atajar esa duda, bien sea porque se ha dudado de su valent¨ªa, fortaleza o heterosexualidad, se hace gala de virilidad y se intenta recuperar la performance de la masculinidad para ser tratado como un igual a trav¨¦s del uso de la violencia¡±, explica a ICON Fernando Herranz Vel¨¢zquez, doctor en Estudios de G¨¦nero y componente del Observatorio de las Masculinidades de la Universidad Miguel Hern¨¢ndez de Elche (UMH). A?ade que la expresi¨®n de la ira es una de las expresiones emocionales permitidas en la performance de la masculinidad hegem¨®nica, que est¨¢ adem¨¢s enraizada ideol¨®gicamente en la estructura del propio corpus al estar relacionada con la defensa del honor de g¨¦nero.
Los hombres que se arrancan la camisa en un arrebato de ira son un cl¨¢sico en la cultura popular. M¨¢s all¨¢ de La isla de las tentaciones, hay momentos virales en formatos como el reality Vanderpump Rules (que en Espa?a se puede ver en Netflix y HayU), cuando uno de sus miembros se arranca con violencia la camisa en un aparcamiento para pelear, mientras que en Jersey Shore (cl¨¢sico de MTV) uno de sus participantes se arrancaba con asiduidad la camisa cada vez que un hombre se acercaba a su pareja (y eso en las pocas ocasiones en las que vest¨ªas una). En realidad la idea del hombre furioso y luchador semidesnudo est¨¢ establecida de manera perenne a trav¨¦s del cine (esas peleas de Jean Claude Van Damme en toalla que han satisfecho tanto la retina del aficionado a la acci¨®n como la de mujeres y homosexual aficionados a la carne) y de los videojuegos (no hab¨ªa mucha ropa en los luchadores masculinos de videojuegos como Street Fighter). En realidad, la estampa viene del mismo ring de boxeo y ah¨ª el hecho de que los luchadores no cubran su torso obedece a reglas deportivas que tienen que ver con la movilidad, la visi¨®n de los ¨¢rbitros, la comodidad. Tambi¨¦n la tradici¨®n: si el combate se ejerce con el cuerpo, el cuerpo va desnudo.
La ira descamisada
La filosofa Elisabeth Badinter explic¨® que la identidad masculina se define por oposici¨®n a lo que es femenino. ¡°El hombre, para hacer valer su identidad masculina, debe convencer a los dem¨¢s que no es una mujer, que no es un beb¨¦ y que tampoco es un hombre homosexual. La masculinidad necesita moldearse y demostrarse constantemente¡±. Cesc Laporta, experto en masculinidades y cofundador de El taller, explica que, en contraposici¨®n a lo femenino, ¡°a los hombres se les permite expresar socialmente la ira o la rabia. As¨ª, un hombre que construye su masculinidad adecu¨¢ndose al modelo de masculinidad hegem¨®nica, niega y castra, cuando las siente, aquellas emociones que se consideran negativas o que afectan a su imagen de fortaleza y seguridad, como son la tristeza, el dolor y el miedo¡±, asegura. En vez del llanto, la explosi¨®n. Y sin camiseta, como los boxeadores.
Esa ira es le¨ªda socialmente como una se?al de hombr¨ªa. ¡°El hombre que expresa ira acaba recuperando esa validaci¨®n externa de su masculinidad. En el caso de Montoya, de La isla de las tentaciones, cuando siente emociones no permitidas como la tristeza o el miedo, puede sentir que est¨¢ fallando como hombre. Un hombre de verdad no siente todo eso. Su frase literal es: ¡®No me apetece ni llorar, ni berrear, ni nada¡¯, que curiosamente es precisamente lo que parece necesitar¡±, a?ade.
Ulix¨¥s Fern¨¢ndez Garc¨ªa, antrop¨®logo social y cultural, explica que ¡°mostrar el torso desnudo puede simbolizar poder f¨ªsico y disposici¨®n para el enfrentamiento, adem¨¢s de proyectar una imagen intimidante hacia los dem¨¢s. Este gesto puede rastrearse en pr¨¢cticas de ritualizaci¨®n de la agresi¨®n en distintas culturas a lo largo de la historia. Por ejemplo, en la antigua Roma, despojarse de la t¨²nica era parte de la preparaci¨®n para el combate. En un contexto contempor¨¢neo, esta acci¨®n tambi¨¦n puede interpretarse como una forma de atraer la atenci¨®n o reforzar un sentido de dominio en situaciones de tensi¨®n y de ligoteo para atraer a una persona del sexo contrario o del mismo, si este sigue los roles de g¨¦nero¡±.
A?ade que arrancarse la camisa funciona tambi¨¦n como un acto performativo que dramatiza la intensidad del enfado, simbolizando la ruptura con las normas sociales que exigen autocontrol y compostura. ¡°Este gesto ha sido perpetuado en los medios de comunicaci¨®n, como el cine y los c¨®mics, donde se convierte en una se?al de desaf¨ªo y poder¡±, matiza. Por ¨²ltimo, en t¨¦rminos pr¨¢cticos, quitarse la camisa (volvemos a las reglas deportivas) puede evitar que el oponente la use como una ventaja durante una pelea, como agarrarla para inmovilizar al contrincante.
El alarde del torso cincelado
?Pero puede arrancarse cualquier hombre la camisa? Por supuesto, y lo hacen, pero el gesto es m¨¢s bienvenido si lo que hay debajo obedece a ciertas reglas sobre la belleza normativa masculina. ¡°Ahora tienes que quitarte la camisa y demostrar que tienes aproximadamente un 0,6 por ciento de grasa corporal¡±, bromeaba Kate Casey, presentadora del podcast Reality Life, en una entrevista con Mel Magazine. Matiz¨® tambi¨¦n que este comportamiento es mucho m¨¢s habitual entre hombres heterosexuales y se?al¨® que en el reality Finding Prince Charming, en el que todos los participantes son gais, nadie se embarc¨® jam¨¢s en este tipo de peleas descamisadas. ¡°Se trata m¨¢s bien de superar a alguien con ataques verbales y juegos de palabras, mientras que para los hombres heterosexuales, todo se reduce a: tengo menos grasa corporal y mi pecho est¨¢ m¨¢s cincelado que el tuyo¡±.
¡°Ante una pelea, el mecanismo de quitarse o romper la camiseta cobra otra dimensi¨®n m¨¢s relacional. Se enmarca en los c¨®digos de relaci¨®n masculinos, basados en la violencia. Se espera de los hombres que compitan entre ellos, que se relacionen a trav¨¦s de la burla, la humillaci¨®n o el desaf¨ªo, compitiendo a ver qui¨¦n es m¨¢s hombre. Hay que competir, hay que ganar y ser el m¨¢s fuerte. No hay lugar para el segundo. Y si es necesario, hay que hacerlo a trav¨¦s de la violencia f¨ªsica¡±, asegura Laporta.
Pero quitarse la camisa en p¨²blico no es s¨®lo un gesto con el que algunos hombres expresan su ira, tambi¨¦n un privilegio. ¡°Es un privilegio de los hombres, ya sea en una tarde calurosa en medio de la ciudad, en el gimnasio, haciendo running o como demostraci¨®n de poder ante una situaci¨®n violenta. Y es un privilegio porque otros hombres no permitir¨ªan a una mujer que hiciera lo mismo, pues la sexualizar¨ªan y acosar¨ªan en cuanto lo hiciera¡±, matiza Miguel L¨¢zaro, especialista en masculinidades por la Universidad Miguel Hern¨¢ndez (UMH) de Elche. ¡°
¡°El torso masculino no est¨¢ censurado y est¨¢ bien visto, mientras que el femenino lo est¨¢ por la sexualizaci¨®n que encarna en el pensamiento heterosexual normativo de la masculinidad y del patriarcado como objeto de deseo y placer¡±, remata Fernando Herranz Vel¨¢zquez. ¡°El masculino se relaciona con esa expresi¨®n f¨ªsica de la fuerza basada en la corporalidad del cuerpo esencial en la construcci¨®n de la masculinidad, pero es m¨¢s f¨¢cil en un cuerpo normativo que pueda encarnar ese ideal de la masculinidad hegem¨®nica. Uno no normativo pocas veces se ense?a en alarde de viralidad, si no como mofa¡±.
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