La nieve es pl¨¢stico, las pizzer¨ªas son tapaderas y Kim Jong-un, un doble: la teor¨ªa de la conspiraci¨®n que barre el mundo es m¨¢s peligrosa de lo que parece
Cuando los seguidores de QAnon invadieron el Capitolio, el fen¨®meno pas¨® de ser algo que nos tom¨¢bamos a risa a una amenaza. Analizamos sus or¨ªgenes y sus ramificaciones, que en algunos casos pueden suponer un riesgo real para la convivencia


Como en un iceberg, por debajo del Estado visible hay un Estado profundo (Deep State) que, oculto a los ojos del ciudadano, detenta el poder. Los miembros de ese Estado profundo son adoradores de Satan¨¢s y, entre sus mil maldades, se encuentra el mantener redes de pederastia o beber la sangre de los beb¨¦s (pensando que as¨ª lograr¨¢n una eterna juventud). Es una conspiraci¨®n en la que est¨¢n implicados miembros del Partido Dem¨®crata estadounidense como Hillary Clinton o Barack Obama, estrellas de Hollywood como Tom Hanks o millonarios como Bill Gates o George Soros. Hasta el papa Francisco. Pero hay un salvador que va a destruir el Estado profundo y romper nuestras cadenas: Donald Trump.
Esta siniestra teor¨ªa de la conspiraci¨®n, conocida como QAnon y vinculada con la extrema derecha, parece delirante, pero cada vez tiene m¨¢s adeptos. Aunque nos haga re¨ªr quiz¨¢s deber¨ªa darnos miedo: el FBI ya la ha calificado como una amenaza de terrorismo nacional. Algunas de las personas que asaltaron recientemente el Capitolio estadounidense eran adeptos de estas creencias, por ejemplo, el que fue la estrella del evento, el hombre disfrazado conocido como Yellowstone Wolf, con silueta de Jamiroquai y rostro de Axl Rose, que tiene un canal de YouTube dedicado a difundir estas teor¨ªas.
¡°Todo constructo conspirativo no es inocuo, al contrario: en cuanto se convierte en ideolog¨ªa de Estado o de bandas terroristas o grupos fan¨¢ticos, sean religiosos y/o nacionalistas, conducen a masacres, matanzas, suicidios colectivos y hasta el genocidio¡±, explica Alejandro M. Gallo, autor de la reciente y monumental Cr¨ªtica de la raz¨®n paranoide (Reino de Cordelia). ¡°Los ejemplos son m¨²ltiples a lo largo de la Historia y el movimiento QAnon no es una excepci¨®n¡±. Algunos especialistas consideran QAnon como un movimiento religioso emergente que toma como mes¨ªas salvador a Trump. Al igual que en las sectas, los miembros llegan a sufrir cierta desconexi¨®n con la realidad e incluso con sus seres queridos del exterior.

El propio Trump ha sido ambiguo a la hora de hablar de QAnon, sin llegar a negarlo, probablemente para no perder su apoyo electoral y su poder propagand¨ªstico. ¡°No s¨¦ mucho sobre el movimiento, aparte de que entiendo que les agrado mucho, lo cual agradezco¡±, dijo en una entrevista. Preguntado sobre la creencia de que ¨¦l mismo estaba librando al mundo de una secta de ped¨®filos sat¨¢nicos, respondi¨®: ¡°?Se supone que eso es algo malo o bueno? Si puedo ayudar a salvar el mundo de problemas, estoy dispuesto a hacerlo¡±. QAnon tiene tambi¨¦n seguidores dentro del Partido Republicano: Marjorie Taylor Greene, partidaria de esta teor¨ªa, consigui¨® en 2020 un puesto en el Congreso por el Estado de Georgia.
¡°QAnon surge del odio a la izquierda pol¨ªtica y de la b¨²squeda de un l¨ªder mesi¨¢nico, en este caso Donald Trump¡±, observa el periodista Marc Amor¨®s, autor de ?Por qu¨¦ las fake news nos joden la vida? (Lid Editorial). Y tambi¨¦n observa varias ense?anzas de esta teor¨ªa de la conspiraci¨®n: ¡°Nos demuestra la capacidad de las narrativas falsas como pegamento social, como manera de aglutinar a mucha gente y muy diversa alrededor de una idea o un l¨ªder¡±, dice el experto. Adem¨¢s, muestra el poder del tribalismo, c¨®mo las culpas y las posibles consecuencias de la teor¨ªa de la conspiraci¨®n se disuelven al formar parte de un colectivo o una comunidad. Por ¨²ltimo, tambi¨¦n muestra el peligro de formar parte de una burbuja de opini¨®n o informativa. ¡°En ellas se comparten continuamente las mismas ideas y eso lleva inevitablemente a una polarizaci¨®n del grupo y del individuo, tanto en el pensamiento como en las acciones¡±, dice Amor¨®s. ¡°Los individuos se ven impelidos a demostrar cada vez con m¨¢s fuerza su adhesi¨®n a las ideas del grupo¡±.
El problema de la conspiranoia y las fake news que se difunden por Internet empieza a salpicar de forma muy notoria al mundo de carne y hueso, porque el mundo online y offline ya son lo mismo. La creencia se extiende por el planeta. Adem¨¢s, es f¨¢cil de adaptar a cada territorio: en Alemania, donde est¨¢ creciendo con fuerza, se dice que Angela Merkel est¨¢ compinchada con el Deep State. En Francia, es Emmanuel Macron el t¨ªtere de la conspiraci¨®n ped¨®fila. Etc¨¦tera. El mal, creen los conspiranoicos adiestrados en foros digitales y en YouTube, rodea el planeta como un pulpo.
?Qui¨¦n es Q?
QAnon es un nombre formado por Q y Anonymous. Q es el nombre clave del enigm¨¢tico profeta de este movimiento, alguien que, supuestamente, forma parte del coraz¨®n del Gobierno de Donald Trump y que, como un constructor de conspiraciones, deja migas de informaci¨®n en Internet para que sean desencriptadas por sus seguidores. As¨ª llegan a la revelaci¨®n, de forma similar a los mensajes herm¨¦ticos del or¨¢culo de Delfos, que hab¨ªan de ser interpretados por personas escogidas. ¡°Buscan indicios, pistas, mensajes, se?ales que solo distingue el iluminado en pos de encontrar la conspiraci¨®n¡±, escribe Gallo. ¡°Se alimenta a los seguidores con la zanahoria y el palo, haci¨¦ndoles pensar que est¨¢n a punto de descubrir algo muy valioso, en una especie de epifan¨ªa¡±.

Todo comenz¨® en 2017 en foros de Internet de enorme actividad en Estados Unidos como 4Chan o 8Chan (sin ser exactamente lo mismo, son una especie de equivalente a Forocoches all¨ª). Un a?o antes, en 2016, durante las elecciones, ya hab¨ªa circulado hasta hacerse viral una versi¨®n preliminar, llamada pizzagate, que tambi¨¦n describ¨ªa una red de pedofilia en el Partido Dem¨®crata, vinculada a una pizzer¨ªa en Washington D.C. llamada Comet Ping Pong, donde, supuestamente, se realizaban abusos sat¨¢nicos. Un hombre con una escopeta lleg¨® a atentar en esta pizzer¨ªa cuando fue a investigar los hechos. No hubo heridos, pero el conspiranoico, de 28 a?os, fue condenado a cuatro a?os de c¨¢rcel. Se entreg¨® al no encontrar en la pizzer¨ªa habitaciones secretas ni rastro de rituales sat¨¢nicos. Solo pasta, tomate y mozzarella.
La teor¨ªa QAnon es tan amplia que puede funcionar como una metateor¨ªa de la conspiraci¨®n, un ¨¢rbol con muchas ramificaciones, o un paraguas bajo el que se cobijan muchas otras teor¨ªas, por ejemplo, la citada pizzagate o todo tipo de negacionismos de la pandemia. De hecho, con motivo de la aparici¨®n del coronavirus y del subsiguiente confinamiento, los adeptos de QAnon crecieron notablemente: la gente quer¨ªa respuestas y ten¨ªa tiempo en casa para buscarlas en las profundidades de Internet. Tras la ¨²ltima gran nevada, sin ir m¨¢s lejos, hay voces en Twitter que animan a quemar un trozo de nieve para comprobar que no es nieve, sino pl¨¢stico, y el temporal Filomena tambi¨¦n es una conspiraci¨®n.
Entre otra ramificaciones de QAnon se encuentran creencias como que John Fitzgerald Kennedy est¨¢ vivo, que la familia de banqueros Rothschild dominan el mundo financiero o que la tienda de mobiliario WayFair vende ni?os en su web, seg¨²n enumera Gallo. O la que es m¨¢s rara: que el presidente norcoreano Kim Jong-un ha sido colocado por la CIA en su puesto y liberado en 2018 por Trump, que en su lugar ha colocado un doble. Seg¨²n estos conspiranoicos vivimos en la ¨¦poca del ¡°gran despertar¡±, que sucede previamente a que Trump desate la ¡°tormenta¡± y encierre a los villanos del Estado profundo (Clinton, Obama¡) en Guant¨¢namo.
Una particularidad de QAnon, seg¨²n relatan los investigadores Muirhead y Rosenblum en The New Yorker, es que, mientras las teor¨ªas cl¨¢sicas de la conspiraci¨®n tratan de explicar algo (el asesinato de Kennedy o la llegada a la Luna), QAnon se caracteriza por su falta de inter¨¦s en la explicaci¨®n: ¡°Al igual que con la inexistente red de tr¨¢fico de ni?os que sale del inexistente s¨®tano, a menudo no hay nada que explicar: la nueva conspiraci¨®n a veces parece surgir de la nada¡±. Otra particularidad: si es frecuente que las conspiranoias sean alimentadas por grupos opositores al poder, QAnon naci¨® de los sectores trumpistas, cuando Trump ocupaba la Casa Blanca (el propio Trump comenz¨® su carrera pol¨ªtica difundiendo bulos sobre la identidad real o el lugar de nacimiento de Barack Obama). Los citados autores se?alan que nos encontramos ante un ¡°nuevo conspiracionismo¡±.

?Por qu¨¦ creemos memeces?
¡°El pensamiento conspiranoico tiene beneficios para los individuos: nos da sensaci¨®n de control, de que el mundo tiene explicaci¨®n¡±, dice el psic¨®logo Ram¨®n Nogueras, autor del libro ?Por qu¨¦ creemos en mierdas? (Kailas). ¡°Nos cuesta mucho aceptar que no entendemos las cosas: muchas veces preferimos una mala explicaci¨®n que la incertidumbre¡±. Y creemos que los grandes problemas deben tener grandes explicaciones: no es posible que el asesinato de Kennedy fuese obra de un tarado que actuaba solo: tiene que haber algo m¨¢s poderoso detr¨¢s.
En un mundo que avanza cada vez a mayor rapidez, que es cada vez m¨¢s dif¨ªcil de comprender, en el que las certezas desaparecen bajo nuestros pies, conspiraciones como QAnon ofrecen a sus adeptos una realidad firme a la que aferrarse. Adem¨¢s, escapando de la grisura de la vida cotidiana, les hace sentirse especiales, ¡°despiertos¡±, como en una pel¨ªcula de esp¨ªas, poseedores de un secreto que les es negado a la mayor¨ªa, que ellos consideran borrega, v¨ªctima del malvado Estado profundo.
¡°Las personas conspiranoicas no tienen ninguna enfermedad mental, pero s¨ª ciertos rasgos que las hacen proclives a creer: son buenas detectando patrones, perciben intenciones incluso donde no las hay, son desconfiadas y con nivel bajo de razonamiento anal¨ªtico¡±, se?ala Nogueras. Es m¨¢s f¨¢cil que una persona con bajo nivel de estudios caiga en estas creencias, pero tambi¨¦n pueden hacerlo personas con carreras universitarias y doctorados. El formar parte de una comunidad que se relaciona y se apoya tambi¨¦n hacen atractivos estos ambientes.
Las teor¨ªas de la conspiraci¨®n pasan de las mentes alucinadas a los hechos y suponen peligros. Por ello es importante fomentar el esp¨ªritu cr¨ªtico, hacer entender que hay fuentes de informaci¨®n fiables y otras que no lo son, aprender a reflexionar antes de compartir informaciones. Vivimos en tiempos de infodemia, es decir, de avalancha de informaci¨®n donde se mezcla lo verdadero y lo falso, lo relevante y la basura. ¡°Tener acceso a gran cantidad de informaci¨®n, como tenemos ahora, no implica que tengamos mejor capacidad para filtrarla¡±, opina Nogueras, que es partidario de que las plataformas digitales pongan m¨¢s ¨¦nfasis en verificar los contenidos que se difunden. ¡°Es importante atajar estas teor¨ªas en el origen¡±, dice. Tambi¨¦n es importante, sobre todo para los medios de comunicaci¨®n, no dar voz a los conspiranoicos, ni siquiera para desprestigiarles o hacerles objeto de chanza. Eso refuerza sus creencias y su comunidad. Cumple, aparentemente, la profec¨ªa de que hay una conspiraci¨®n contra ellos.
QAnon nos habla de conspiraciones que no existen, pero tambi¨¦n nos habla de los peligros de la comunicaci¨®n sin filtros por Internet, de la falta de referentes para el ser humano, de la necesidad de lo comunitario en tiempo individualistas, de los efectos indeseables de la polarizaci¨®n pol¨ªtica, de la manipulaci¨®n de las masas, de lo f¨¢cil que es llegar a un futuro dist¨®pico.
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