¡°La gente que tiene las dos dosis es un partidazo¡±: todo lo que ha cambiado en Tinder en tiempos de mascarilla?
Pese a la dificultad para tener encuentros presenciales por el coronavirus, Tinder vivi¨® en 2020 su a?o m¨¢s activo y registr¨® un incremento del 42% entre la actividad de sus usuarios. Los resultados fueron dispares y nos los explican algunos de sus protagonistas
Luna Garc¨ªa, psic¨®loga ponferradina de 28 a?os afincada en Madrid, tuvo durante la pandemia una de las peores citas que recuerda. En una cita acordada en la aplicaci¨®n de ligues Tinder se top¨® con un chico que luc¨ªa una mascarilla mugrienta. ¡°?Vas a una cita! ?Qu¨¦ haces con una mascarilla sucia? La tra¨ªa hecha un desastre, rota, como de lado. Ya empez¨® mal la cosa¡±, cuenta a ICON Luna, que prefiere no dar su nombre aut¨¦ntico. ¡°Estuvo todo el rato hablando ¨¦l, encima de cosas aburrid¨ªsimas. No hab¨ªa por d¨®nde cogerlo. Cuando le digo que me marcho, va y me suelta que le parec¨ª muy especial en la aplicaci¨®n, pero que en persona se hab¨ªa dado cuenta de que era corriente y no hablaba. Al final, ambos ganamos una discusi¨®n con un desconocido¡±, recuerda. ¡°Y le dije que ten¨ªa la mascarilla sucia¡±.
A un problema m¨¢s rocambolesco con el cubrebocas, si cabe, se enfrent¨® la murciana de 27 a?os Raquel Guerra, que tambi¨¦n prefiere usar pseud¨®nimo. Hab¨ªa echado el ojo a un hombre que acud¨ªa a su mismo gimnasio, pero no se atrev¨ªa a hablarle. Hasta que lo encontr¨® en Tinder. O no. ¡°Como siempre le ve¨ªa con la mascarilla, no estaba segura de si era ¨¦l. Intent¨¦ sonsacarle, con mensajes tipo ¡®Qu¨¦ bien te quedaba la camiseta verde hoy¡¯ y solo me respond¨ªa: ¡®jaja¡¯. No sab¨ªa si es que cre¨ªa estar sigui¨¦ndome una broma o si era ¨¦l de verdad, porque no hablaba nada. Quedamos cuando se pod¨ªa ir sin mascarilla en exteriores, pero, seg¨²n me voy acercando, digo: ¡®Hostias, no es ¨¦l¡¯. Aborto misi¨®n, paso de largo y, entonces, me vuelve la imagen y me doy cuenta de que en realidad s¨ª es ¨¦l. Con una ropa distinta a la del gimnasio, claro, por eso en mi cabeza no cuadraba. No me gir¨¦ porque pens¨¦ que ser¨ªa inc¨®modo explicarlo. No ha vuelto a ir al gimnasio. Igual est¨¢ de vacaciones¡±.
Luna y Raquel son solo dos de las muchas personas en todo el mundo que hicieron que Tinder tuviera en 2020 el a?o m¨¢s activo de su historia, seg¨²n informan fuentes de la aplicaci¨®n a ICON. Un crecimiento que se ha mantenido en 2021: en febrero de este a?o, hab¨ªa un 19% m¨¢s de mensajes al d¨ªa que en el mismo mes de 2020, justo antes del confinamiento domiciliario por la expansi¨®n del coronavirus en Espa?a. Desde la empresa aseguran que cada usuario, de media, ha hecho durante la pandemia un 11% m¨¢s de deslizamientos en la pantalla para ver otros perfiles (lo que en la jerga de la aplicaci¨®n se denomina swipe) y cosechado un 42% m¨¢s de coincidencias (matches en el idioma Tinder, la expresi¨®n para denominar que dos personas mutuamente han marcado que se gustan). El 29 de marzo, casi al inicio de nuestra cuarentena, Tinder super¨® por primera vez los 3.000 millones de swipes en un solo d¨ªa a nivel mundial, r¨¦cord que, a lo largo del a?o, bati¨® 130 veces m¨¢s.
Pese al excedente, sin embargo, el virus y las restricciones han dificultado llevar a t¨¦rmino muchas citas en este tiempo. ¡°Anteriormente me era muy f¨¢cil quedar con alguien, pero s¨ª que he notado que el previo de hablar por chat ahora es m¨¢s largo¡±, reconoce Luna Garc¨ªa, que a?ade que, en sus citas de 2020 ¡ªdespu¨¦s del confinamiento¡ª y 2021, siempre ha quedado, por precauci¨®n, en exteriores. Tinder lo ha observado en sus cifras: aunque es habitual que, con el desarrollo de las conversaciones, las personas se den el tel¨¦fono o el perfil de Instagram, los chats en la plataforma ahora son un 32% m¨¢s largos. Una explicaci¨®n alternativa puede encontrarse en otro dato: seg¨²n Tinder, el 60% de quienes se abrieron un perfil el a?o pasado no lo hicieron necesariamente con aspiraci¨®n de encontrar pareja, sino porque ¡°se sent¨ªan solos y quer¨ªan relacionarse con otros¡±.
Quedar s¨ª, pero tras la vacuna
La periodista riojana de 26 a?os Luc¨ªa Ramos, que pas¨® el 2020 en Madrid y actualmente trabaja en Par¨ªs, no siente que el coronavirus haya complicado tanto las citas: ¡°El covid ha cambiado el mundo, pero las cosas siguen como antes, se folla igual¡±, zanja a ICON. La mec¨¢nica de los encuentros se ha visto tambi¨¦n inevitablemente afectada por las circunstancias. Para Luc¨ªa, la mascarilla era ¡°el escollo inicial¡±. ¡°Cuando tuve mi primera cita, yo me preguntaba c¨®mo hacer para ver la cara sin la mascarilla. De normal, es horrible no saber si te va a gustar alguien en persona, pero es que la mascarilla lo complica a¨²n m¨¢s. ?Qu¨¦ le dices? ?'B¨¢jatela, por si no me gusta tu cara¡¯?¡±, razona. Luna Garc¨ªa coincide: ¡°Los saludos eran raros, est¨¢s en un limbo porque, en una cita de Tinder, obviamente todo el mundo sabe a lo que va. Y antes de la pandemia pod¨ªa surgir el beso de manera natural, pero ahora, al ponerte la mascarilla al salir del bar, hay una barrera. Es un momento inc¨®modo y dif¨ªcil de sortear, todo se vuelve m¨¢s lento¡±.
Esto, incluso, ha cancelado posibles historias de amor abruptamente, como parece ser el caso de la escritora canaria Jessica Mart¨ªnez, de 24 a?os, que prefiere usar un nombre inventado. ¡°El chico me sac¨® a bailar salsa, entonces yo, al levantarme de la mesa, me puse la mascarilla. S¨¦ que lo normal era que ah¨ª hubiera habido un beso. Igual fui cortarrollos, pero me la puse por responsabilidad. Al d¨ªa siguiente, ¨¦l se mudaba a Barcelona y tampoco me gusta invitar a nadie a casa en la primera cita¡±, narra a ICON.
Ninguno de los usuarios entrevistados dice haberse encontrado en Tinder ni en ninguna otra aplicaci¨®n de citas con nadie que les pusiera requisitos previos relacionados con el virus, como una prueba PCR reciente o estar vacunados, aunque s¨ª saben de gente a la que le ha sucedido. ¡°Una amiga estuvo estresad¨ªsima porque la persona con la que quer¨ªa quedar prefer¨ªa que no se viesen hasta que los dos estuvieran vacunados, dado que sus padres eran poblaci¨®n de riesgo. Al final s¨ª quedaron, pero guardando distancia de un metro y medio. Y ahora ambos est¨¢n inmunizados y son pareja¡±, cuenta uno de los consultados. ¡°La gente que tiene las dos dosis es un partidazo, compensa tir¨¢rsela¡±, apunta riendo Raquel Guerra, que admite que, aunque s¨ª se interesa por la vacuna, no la considera una condici¨®n obligatoria para tener una cita. S¨ª que procura, al igual que la mayor¨ªa, quedar en exteriores.
El poliamor en los tiempos del covid
Y a m¨¢s contactos, l¨®gicamente, la posibilidad de contagio crece. Esa experiencia la ha vivido de cerca Samuel Paredes, investigador tinerfe?o de 32 a?os residente en Budapest que, por razones profesionales, tampoco quiere dar su nombre real. ¡°Sigo un r¨¦gimen de poliamor y anarqu¨ªa relacional, no busco un rollo monog¨¢mico, de modo que utilizo estas aplicaciones muy a menudo¡±, indica a ICON. Aunque Samuel no est¨¢ seguro de haber pasado el coronavirus, puesto que no ha tenido s¨ªntomas, s¨ª ha visto c¨®mo una de las chicas con las que quedaba enferm¨®. ¡°En el poliamor es f¨¢cil haber tenido contacto ¨ªntimo con m¨¢s gente. Entonces hay que avisar a todo el mundo. La persona est¨¢ apurada, claro, porque tiene que contactar a muchos, no solo a la familia o a los amigos, tambi¨¦n a los ligues. De pronto tiene que informar a todo Dios¡±, relata.
La presencia del virus se ha convertido en parte de la normalidad cotidiana, tambi¨¦n en las apps de citas. Javier Narv¨¢ez, grafista madrile?o de 24 a?os, cuenta a ICON que las bromas de ¡°PCR y nos liamos¡± han sido, en este tiempo, algo bastante habitual en las descripciones de los perfiles, adem¨¢s de las fotos con mascarilla. Raquel Guerra, por su parte, dado que ten¨ªa reparos en compartir im¨¢genes personales en el perfil, subi¨® una serie de fotos con el tapabocas colocado en distintas partes del rostro: ¡°Era una broma, tipo puzle, algo as¨ª como ¡®reconstruye la cara a partir de las partes sin mascarilla¡¯¡±.
Fuentes de Tinder tambi¨¦n cuentan que temas como ¡°la escasez de papel higi¨¦nico¡± pasaron, durante el confinamiento, a formar parte de los perfiles, que, en el caso de la llamada Generaci¨®n Z (nacidos entre finales de los 90 y principios de los 2000), llegaron a ser actualizados el triple de veces que antes de la pandemia, frecuentemente con asuntos relativos a la actualidad. La compa?¨ªa tambi¨¦n desvela que, entre este sector de poblaci¨®n en Espa?a, las menciones a ¡°patinar¡± se han multiplicado, a su vez, por tres y que, entre febrero y marzo de 2021, el sintagma ¡°paseo por El Retiro¡± se ha escrito en un 50% m¨¢s de ocasiones, lo que sugiere un detrimento de otras opciones que antes eran m¨¢s habituales para quedar, como podr¨ªan ser los bares.
El restaurante y las expectativas
Bumble, aplicaci¨®n de citas que sali¨® a bolsa este a?o y fue fundada por una exvicepresidenta de marketing de Tinder, inaugur¨® el pasado 24 de julio en Nueva York un restaurante propio, dise?ado como lugar ideal al que acudir para sus citas. Jessica Mart¨ªnez, usuaria de esta aplicaci¨®n, duda de que fuera a acudir a un restaurante de ese tipo: ¡°A cenar no se queda ni de co?a. Hay que quedar en alg¨²n sitio donde, si la cosa se pone mal, puedas pirarte. No me apetece ver por primera vez a una persona con la comida chorreando por la boca¡±. ¡°Tener citas en restaurantes es de gente que se cree que vive en Friends¡±, dictamina, por su parte, Luc¨ªa Ramos. Sin embargo, Jessica s¨ª que cree que, sea en un bar o un restaurante, ver c¨®mo la otra persona trata a los camareros sirve de indicador sobre c¨®mo es realmente: ¡°Si no mira a la cara al pedir o no es m¨ªnimamente amable, tengo claro que no me va a gustar¡±.
El madrile?o de 24 a?os Javier Narv¨¢ez confiesa no haber tenido ¨¦xito en la aplicaci¨®n de citas desde el inicio de la pandemia, aunque no lo vincula directamente al virus. ¡°Partamos de la base de que yo no s¨¦ ligar. Y la mitad de la gente que dice que sabe ligar, tampoco¡±, sostiene. Narv¨¢ez dice haber sido quien abr¨ªa las conversaciones con los matches ¡°el 95 o 98% de las veces¡±. En los datos facilitados por Tinder, la compa?¨ªa destaca el comportamiento de los usuarios de la Generaci¨®n Z, que en un 40%, seg¨²n informes propios, entran para ¡°conocer gente nueva y distinta¡±. Tambi¨¦n asegura que esta generaci¨®n es m¨¢s dada a que los encuentros se circunscriban al ¨¢mbito digital, para el que la plataforma lanz¨® la modalidad videochat. A falta de vacuna con pauta completa, restaurante apa?ado o, sencillamente, ganas, muchos aspirantes de la generaci¨®n Z a ser pareja se siguen viendo, como todos hemos aprendido a hacer desde hace a?o y medio, a trav¨¦s de una pantalla. Con la inmunidad tal vez llegue, tambi¨¦n, el amor.
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